Una serie disputada, pero donde el ganador no dejó lugar a dudas

24 de Julio 2023 | Publicado por: Ricardo Cárcamo
Fotografía: Raphael Sierra P.

Más allá de perder el segundo encuentro, y ganar apretadamente el quinto, la UdeC fue superior a Leones en la final. Tras perder la ventaja de campo, sacó toda su experiencia, calidad y manejo en Quilpué, donde se “robó” los dos partidos para encaminar la llave y cerrarla, como nunca antes le pasó, levantando la copa en casa.

Partido 1: primer golpe
La serie final comenzó con ambos equipos erráticos, nerviosos y anotando poco. Al descanso, la UdeC ganaba por apenas cuatro puntos (39-35). Sin embargo, el local tuvo un tercer cuarto extraordinario, donde se impuso por 30-15, que resultó decisivo para la aplastante victoria de 85-65. Walters debutó con un doble doble (21 puntos y 11 rebotes), secundado por Evans con 19 y Carrasco con 16. Además, ganó de forma aplastante un ítem que siempre resulta clave: los rebotes (55 contra 35).
Partido 2: sorpresa
Tras ganar con margen el primer encuentro, la UdeC salió muy mal en el juego 2. Leones partió 10-0 arriba, en una diferencia que el Campanil recién recortó en el segundo cuarto, donde de la mano de Milano y Arteaga logró igualar antes del descanso (empate a 49). Tal como en el juego 1, el tercer parcial resultó clave, y ahí Leones sacó una ventaja de ocho puntos, liderado por Kennedy, Carrión y Jones. Sobre el final, nuevamente con Arteaga y Milano como estandartes, llegó a ponerse a sólo dos puntos. Rebolledo falló dos libres, y en la última posesión, Evans lanzó de triple. El balón tocó el aro, se elevó y parecía que entraba, pero salió. La serie se iba empatada a Quilpué.
Partido 3: mensaje de autoridad
El mejor encuentro de la UdeC en la serie. El marcador (73-64) no refleja para nada la superioridad que tuvo la visita ante Leones. El primer cuarto terminó siete puntos arriba (22-15), en una diferencia mantuvo al descanso. En el tercer parcial otra vez el Campanil apretó el acelerador en ambos costados, ganó ese parcial por 19-12 y sacó una distancia que resultó irremontable. Arteaga, con 18 puntos, fue la mejor mano auricielo, seguido por los 17 de Milano -también tuvo 17 rebotes- y los 16 de Walters. Carrasco, pese a marcar sólo 6, igual fue figura, pues dio 9 asistencias, atrapó cinco rebotes y tuvo cuatro robos. Con autoridad, la UdeC recuperaba la localía.
Partido 4: confirmación
Leones comenzó ganando por 8-2, pero la UdeC apretó los dientes y metió un parcial de 19-9 para ganar el primer cuarto. Al descanso se fue arriba por diez (54-44) y en el tercer periodo, cuando mantenía esa distancia, vino el golpe de Fuller a Milano que lo sacó del partido por expulsión, quedando suspendido además para el encuentro siguiente. Eso le sirvió más al local, que metió una racha de 11-2, lo que dejó abierto el duelo para el último parcial. Ahí, nuevamente apareció toda la experiencia, calidad y madurez del Campanil, que ganó ese cuarto por 23 a 11, se quedó con la victoria por 88 a 74 y puso la serie 3-1. Además de mantenerse invicta como visita en playoffs (5-0), la UdeC volvía a la Casa del Deporte con la chance de festejar y lograr, por primera vez en su historia, un título grande ante su gente, con su público.
Partido 5: dominio, nervios y explosión
Con unos encendidos Carrasco y Evans -metieron tres triples cada uno- la UdeC abrió con todo el quinto encuentro, ante una Casa del Deporte absolutamente repleta. 30-17 ganó el local el primer cuarto, en una distancia que mantuvo hasta iniciado el último parcial. Sorprendió la aparición de Bowman, que se veía visiblemente lesionado, pero igual anotó cuatro puntos aunque le costó a su equipo en ambos costados. Cuando salió Kennedy en Leones, por primera vez en el partido por molestias físicas, su equipo empezó a acortar distancias de la mano de Amor, Holt y Jones, y este último marcó un triple que puso el duelo a sólo un punto (73-72). Milano atrapó luego un gran rebote ofensivo, convirtió uno de sus dos libres, y a siete segundos del término la visita tenía la pelota. Amor intentó de tres, su lanzamiento pegó en el aro y salió, y las serpentinas comenzaron a caer a la cancha. La UdeC era tricampeona de la Liga Nacional.