Cursa segundo medio en el colegio Almondale Lomas, y además de representar a su establecimiento también defiende la camiseta de Murano. Una historia que comenzó hace seis años con un apoyo familiar que se mantiene hasta hoy y es clave para seguir creciendo en esta disciplina, donde apunta alto.
Desde pequeña, alentada principalmente por su madre Marcela Araneda, Francisca Sanhueza comenzó su relación con el mundo deportivo. Un camino donde pasó por la gimnasia, el básquetbol y también por la danza. Un día, hace siete años, su mamá vio que se abrió una prueba de vóleibol en la UdeC, le comentó y fueron junto a su hermana Antonia. Si bien ella también sigue jugando, a Francisca este deporte la enganchó de tal manera que hoy su mundo gira en torno al voley, en una carrera ascendente y con un futuro prometedor. “Un día estábamos con mi mamá descansando en la cama y ella me dijo que se abrieron cupos en la UdeC. Fuimos, me probé y me gustó, y ahí comenzó la historia con este deporte. Antes de eso había jugado sólo por el colegio, pero nada más. Estuve en la UdeC hasta 2022, y me cambié al club Murano, donde estoy actualmente, muy contenta. También sigo jugando por el colegio”, dijo Francisca, que cursa segundo medio en el Almondale Lomas.
Con una agenda plagada de partidos y entrenamientos, no le queda mucho tiempo libre. Para estudiar, aseguró que “me queda poco espacio, pues entreno todos los días. Igual, cuando tengo pruebas, voy con los cuadernos y usualmente los fines de semana tengo viajes, entonces llevo los cuadernos a todas partes. Igual me está yendo súper bien hasta ahora”.
En ese intenso diario vivir, poco tiempo le queda para hacer otras cosas. Cuando hay algún espacio, le gusta cocinar. Volviendo al deporte, sobre qué posición le gusta más en la cancha indicó que “varía dependiendo de la categoría, pero casi siempre de central o punta, aunque he pasado por todas las posiciones. En Sub 15 es así, porque no hay posiciones definidas, y en Sub 17 lo hago de punta y en todo competidor de central. Si tuviera que elegir una, me quedo con punta, que me gusta mucho”.
En cuanto a sus características como jugadora, dijo que “creo que soy muy buena recibiendo, habitualmente no me equivoco en eso, y pienso que debería mejorar en pegarle con más fuerza en ataque”. Al respecto, su mamá Marcela añadió que “tiene muy buena defensa, y al momento del ataque, porque por la posición en que juega debe hacerlo mucho, le falta un poco de fuerza. Yo la tenía en un gimnasio con personal trainer para reforzarle los brazos, pero por falta de tiempo no pudo seguir”.
Francisca destaca que en este proceso lleno de compromisos el apoyo familiar es vital. “Mis papás van para todos lados conmigo, me siguen siempre, me acompañan. Nunca estoy sola”. Su mamá agregó que “hace poco estuvimos en Aysén, antes estuvimos en San Felipe. Viajamos casi todas las semanas. Somos independientes, entonces podemos darnos la libertad de andar con las niñas para todos lados. Con el tema del colegio, el club envía certificados, aunque ellos también la saca a veces de clases para jugar. Somos cuatro, nosotros y las dos niñas, y andamos siempre juntos. No se puede pasear mucho, porque los campeonatos son muy fuertes e intensos, no hay espacios para salir a recorrer”.
Su madre también destaca el valor de hacer deporte en la actualidad. “Cuando niña era deportista, hice gimnasia, estuve en el Coca Cola barras, también voley y basket, entonces de muy chiquititas las ingresé a ellas en varias disciplinas. El voley se quedó finalmente, y entiendo muy bien el tema de las competencias, del amor por el deporte. Hoy en día, el deporte es realmente, como están las cosas, un gran apoyo para sacarlos de las pantallas, desconectarse de eso… Al inicio la puse en gimnasia, pasaron por la danza, básquetbol y se abrió esta oportunidad del voley en la UdeC y se encantaron, principalmente Francisca. Eso igual es un tema bien personal, de quedarse en una disciplina y ser constante, como le pasa a ella con el voley”.
Francisca tiene claro que quiere seguir por harto tiempo dentro de la cancha. De hecho, le gustaría obtener una beca deportiva para estudiar una de las dos carreras que tiene como opciones: psicología o arquitectura. Además, aseguró que “me gustaría mucho llegar a la selección chilena cuando sea más grande. Me esfuerzo mucho en el deporte, y estoy trabajando para eso”.