Con un doblete del delantero en los últimos minutos, UdeC ganó un partido clave a Puerto Montt en su lucha por salvarse del descenso.
La emoción más grande del año dentro de un contexto muy difícil. Universidad de Concepción se hizo gigante en el Chinquihue, dando vuelta el marcador ante Puerto Montt y festejando un valioso 2-1 en los minutos finales. Una victoria que el plantel se la dedicó a Miguel Ramírez, quien en la previa sufrió la partida de su padre.
Pálidos fueron los 45’ iniciales, con dos cuadros que tímidamente se acercaron a las áreas. Un centro de Rosales que García despejó con los puños y una pirueta de Donoso en el área -que pudo ser penal para UdeC– fueron lo único interesante que ocurrió en el primer tiempo. El miedo por perder era enorme y, por ello, nadie arriesgaba más de lo necesario.
En la segunda mitad, parecía que el panorama se oscurecía para los auricielos, que sufrieron con el gol de Bandez al 51’. Sosa le robó una pelota a Sanhueza en la mitad de la cancha, Ramírez habilitó al último refuerzo sureño, quien se acomodó para batir a García y poner el 1-0 para Puerto Montt.
El Campanil no profundizaba y se acercaba sólo con remates desde lejos de Orellana y Medel. El reloj avanzaba, UdeC se quedaba en el fondo con 13 unidades y su rival le sacaba 6 puntos de diferencia … pero apareció un jugador que llegó con una misión que ya está cumpliendo: marcar goles.
Iban 89’ cuando Matías Donoso aprovechó un pase de cabeza en el área de Sanhueza, definiendo con un toque sutil y marcando un 1-1 que ya era positivo para UdeC, por la forma en que se había desarrollado el partido.
Pero con casi 10″ de adición, en el Campanil fueron por la épica. Iban 90+4’ cuando un pase largo pilló a Matías Donoso mano a mano con Viana. Fueron un par de segundos que se hicieron eternos cuando el atacante aún no definía. Y resolvió con categoría, con un “globito” ante el achique del arquero, ingresando agónicamente la pelota y siendo el 2-1 para U. de Concepción.
Abrazos bajo la lluvia, emoción total y dedicatoria del plantel a su DT, que muy mal lo ha pasado en las últimas horas. Un triunfazo. Sí, cada victoria vale 3 puntos, pero darle caza a un rival directo con goles en la agonía de un refuerzo, tiene un valor mucho más significativo. En el Campanil luchan y se ilusionan.