Deportes Concepción perdió un duelo clave ante Linares, un rival directo por la permanencia. Sin embargo, hicieron otro mal encuentro, quedaron abajo rápido en el marcador y nunca encontraron respuestas en ataque.
No encuentra el juego, ni los nombres ni tampoco esa fortuna que puede ayudar en momentos así de duros. Deportes Concepción perdió un duelo clave por la permanencia ante Linares, en duelo disputado en el estadio
Claudio Rojas sorprendió de entrada, sacando a Mauro Lopes de la titularidad y poniendo línea de tres en el fondo. Un esquema que de inmediato falló, pues a los tres minutos un pase profundo de Alex Díaz encontró a Luis Oyarzo, que le ganó la espalda a un lentísimo Muñoz y con remate rasante batió a Matamala. Otra vez el “León” partía muy temprano abajo en el marcador.
Los morados sintieron el golpe pero tuvieron rápido un par de chances para igualar, la más clara un cabezazo de Rigazzi a los 11″ que desvió de gran forma Fuentes. A los 20″, Lara intentó con otro disparo que se fue cerca, tras una pelota recuperada arriba por buena presión de Rigazzi.
El local casi anotó el segundo a los 27″, con remate de Escobar que pegó en el travesaño. Sobre el final del primer tiempo, Pinilla tuvo una clarísima tras buen pase de Tapia -correctos primeros 45″-, pero tapó Fuentes.
En el segundo tiempo, Rojas hizo los cambios que se esperaban, con los ingresos de Lopes y Gabriel Vargas. Sin embargo, los morados tuvieron un nivel pobrísimo, no se conectaron nunca en ataque y las únicas llegadas fueron a través de balón parado, como un cabezazo de Guzmán a los 75″. El local se conformó con aguantarlo, sabiendo que su rival carecía de ideas y profundidad. De todas maneras, casi marcó el segundo en una contra pasados los 90 minutos, pero Matamala estuvo notable en el achique.
Deportes Concepción sumó su octava derrota consecutiva, suma 1 punto de 27 posibles y con Rojas en la banca perdió los cuatro partidos que disputó. El duelo ante Iberia, la próxima fecha en Collao, aparece como decisivo para el futuro del DT, pues más allá del respaldo dirigencial lo cierto es que los números, y también el pobre nivel de juego, tanto colectivo como individual, hacen que el técnico morado esté cada vez más cuestionado.