Con mucho trabajo, el experimentado mediocampista se ha transformado en una de las banderas de este peleador Fernández Vial. De entrenar en el Sifup a alzarse como figura.
“Estuve un mes entrenando en el Sifup y no fue fácil. Hablé con algunos clubes, no se daba y pensé que se me estaban cerrando las puertas. Felizmente llegué a Fernández Vial”. Las palabras son de Carlos Gómez, volante con años en Primera División e, incluso, en el fútbol boliviano. Fue uno de los últimos en integrarse al equipo aurinegro y de inmediato encontró su lugar en el mundo. Hoy es pieza clave en el cuadro de Orellana.
El melenudo mediocampista comentó que “el equipo está pasando por un buen momento, se nos han dado algunos resultados y eso solo se explica con trabajo. Nos costó agarrar el hilo, somos un equipo con muchas caras nuevas y, además, con mucha juventud. Esas ganas y hambre se notan, yo creo que a ningún rival le gusta jugar contra nosotros”.
Y no por nada, son la segunda mejor defensiva del campeonato, con solo 5 tantos en contra (Limache tiene 4). “El arco en cero es lo primero y eso lo conversamos mucho, lo practicamos. Metemos todos y si el partido dura 97 minutos no se para de correr hasta el 97. Arriba ya hay que confiar en los compañeros que también ponen todas las ganas y eso se nota”.
Reconoce que es de revisar las redes sociales, leer la reacción del hincha y cuenta que “es muy grato que reconozcan el trabajo que uno hace. Parece que llegué al equipo perfecto para mí y me lo han hecho saber, ese estilo de correrlas todas, de jugar a mil cada pelota. En todos los clubes donde estuve traté de entregar todo y dejar algo. Ojalá acá me recuerden bien y quedarme un tiempo más”.
Tiene 31 años, pasó por Cobreloa, Unión Española, Santiago Morning y el Bolívar, entre otros clubes. Y se le ve motivadísimo en esta nueva aventura. “Cuando me llamaron de Vial estaba en el Sifup y necesitaba algo así, vine de inmediato. Después había que adaptarse a una ciudad nueva, a un sistema de juego y a compañeros que ya venían jugando, pero el fútbol se trata de eso, de cambiar y adaptarse rápido, sin muchas excusas. Por suerte se ha dado bien y soy un agradecido de Vial y también del Sifup”.
Un equipo armado con lo justo, con el gerente Fernando Lazcano haciendo magia. Gómez apuntó que “hay mucha juventud y los mayores somos Nery (Veloso), Claudio (Muñoz) y yo, que nos sentimos muy bien físicamente, que tenemos ganas de aportar. Tengo 31 años y siento que tengo cuerda para rato, pero se trata de trabajo y trabajo. Acá me queda mucho por demostrar porque esto recién está comenzando”.
Y ese equipo preciso para su estilo también tienen que ver con la mano del DT. El fiero volante ferroviario agregó que “estoy gratamente sorprendido del profe Orellana. Es un técnico que le gusta que todos los trabajos se hagan bien, es exigente, nos transmite que siempre se da todo, que esto es al mil. Pero también es muy preocupado de sus jugadores, de que el que no juega hoy también esté bien. Siempre nos dice que aquí nadie tiene el puesto ganado y sabemos que es verdad”.
¿Y el próximo desafío? El miércoles 3 recibirán al líder Lautaro.