El volante del Campanil ha sido punto importante en un equipo colmado de juveniles que aún no logra despegar. El oriundo de Osorno expresa que "debemos apurar y lo sabemos o se nos acabará el tiempo. No bajamos los brazos".
Ha sido destacado como uno de los mejores juveniles por el técnico Miguel Ramírez. “Ha tenido un gran despliegue y es uno de los jugadores que le entregará mucho al club. El 70% del plantel es joven, hay que darles confianza, no presionarlos y ser claro en el mensaje que se da. El patrimonio de la institución está en los jóvenes”, dijo “Cheíto” sobre Felipe Orellana, mediocampista que ha sido uno de los puntos altos en UdeC.
De perfil muy bajo y sin muchas luces, el trabajo del volante ha sido importante no solo en la presente temporada, sino que desde su debut con la camiseta auricielo. El 14 de febrero de 2021, previo al descenso del club, Orellana fue titular ante la UC en el 1-2 en Collao. Desde ahí hasta ahora, son 41 los partidos que ha jugado en el Campanil. “Llegué en 2019 a la Sub 19, en 2018 estuve en Tercera División y antes jugaba en el barrio. Nunca hice inferiores. Un veedor de Valdivia, Mauricio Matamala, me fue a mirar a Osorno. De allá soy. Estoy muy agradecido de él, por lo que ahora solamente me queda responder en la cancha a él y Carlos Pedemonte, que son quienes me dieron la oportunidad”, contó el mediocampista a Diario Concepción.
Sobre sus inicios en el fútbol, el volante de 22 años expresó que “mi papá fue profesional, Juan Ramón Orellana, que jugó en varios clubes como Cobreloa y Copiapó. Tuvo una buena carrera, pero se retiró por lesiones. Era “10”, al igual que mi abuelo. En mi caso partí siendo bien pichanga, jugaba arriba, después pasé a ser volante mixto. Iba donde me invitaran. Lamentablemente allá no había fútbol profesional, es una gran noticia que ahora sí. Los clubes a los que más iba a jugar en Osorno en el barrio eran Olímpico Junior y Rangers”.
No ha sido bueno el arranque del campeonato para Universidad de Concepción. Por lo mismo, hace un par de semanas Orellana recibió la visita su madre. “No me había visto bien. Su instinto la hizo venir para acá. Ella también ha sentido que no estamos jugando mal como para perder”, dijo el volante.
Tiene esperanza en revertir un comienzo que los tiene últimos en la tabla, con sólo un 1 punto de 18 posibles. “Uno nunca quiere perder. Hemos sido dominadores de los partidos, pero cuando te llegan una vez y te marcan sobre el final, es difícil sacarse los goles de encima. Este equipo no baja los brazos. Nos seguimos manteniendo con hambre de triunfo. El profe Miguel me ha dado la confianza, es un gran DT y una mejor persona. Estoy muy agradecido porque confía en mí. No es fácil hacerlo. Somos un plantel con un 70% de jóvenes y nos estamos adaptando poco a poco al torneo”.
El proyecto de UdeC de contar con juveniles no ha sido fructífero en el corto plazo, pero en el club apuestan a conseguir resultados positivos en un mediano o largo plazo. Fecha a fecha, los proyectos del Campanil deben competir con experimentados jugadores “Es difícil porque algunos deben madurar más rápido. Nos estamos poniendo todos en la misma línea. Los más jóvenes sabemos que debemos apurar o se nos acabará el tiempo y no nos dará para el objetivo que nos propusimos a inicio de año. Nuestro primer objetivo es consolidarnos y llegar lo más alto posible. No hay que adelantarse o las cosas no se nos darán”, cerró la joven promesa auricielo.