Lo hubiera soñado y no me salía tan bien. Llegué, hubo una conexión rápida con las delanteras y fue lindo cómo se ganó y marcar cuatro veces”. Camila Gómez Ares fue la figura del 7-2 de la UdeC sobre Puerto Montt. Viene de Boca Juniors, tiene 28 años y cuenta pasos por la selección argentina. Lleva un solo partido en Concepción y ya se ganó su corazón. También estudia para ser DT y Criminalística. Todo antes de entrenar por las tardes.
La “Camu” contó que “sé de la liga chilena porque jugué contra algunos equipos en Libertadores, entiendo que Colo Colo, Santiago Morning y la U son los que siempre pelean el título y en la UdeC me encontré muy buen nivel. Hay jóvenes como Arantxa (Araneda), Krishna (Contreras)… También veo que acá los árbitros tratan de dar continuidad al juego y ese día me tocó una patada fuerte. Suelen pegarme”.
Y de sus cuatro goles, el último fue el mejor. Un bombazo. “Siempre me atrevo desde fuera del área y me salen algunos. Si veo que la arquera es baja, con mayor razón. Ahora (mañana) tendremos una prueba importante contra Morning, que en los papeles siempre es candidato, pero estamos tranquilas e iremos contra quien sea”.
No fue fácil dejar Boca Juniors después de 8 años y comentó que “en el club son enfermos de fanáticos y cuando jugamos nos sigue mucha gente, pero ahora que me fui, viendo redes sociales, me di cuenta realmente el cariño que me tienen. Todavía me llega mucho mensaje hermoso y yo sigo los partidos de Boca desde acá”.
Vino a Chile con su pareja, el delantero Mateo Acosta, de Huachipato. Al respecto señaló que “a él se le dio esta posibilidad y no lo dudamos. Mateo había salido a Colombia, el 2016, pero es primera vez juntos y empecé a averiguar más de los clubes. Sabía que Vial anduvo muy bien el 2022, pero también que debía dinero a sus jugadoras y tenía problemas. UdeC era la opción”.
Su estadía en Concepción parece ligada a la de Mateo. Camila bromea que “en la UdeC todas me preguntaban por él, que cómo es su contrato, que si se puede ir a fin de año… Quieren que me quede y hasta hacen barra a Mateo para que marque. Así que me quedo yo”.
Llegó justo en los primeros pasos de profesionalización del femenino y narró que “esto mismo pasó en Argentina el 2019, con 8 por club. Hoy es un torneo parejo, donde Boca puede empatar con uno de mitad de tabla, no hay grandes goleadas. Los clubes hoy contratan porque quieren ganar, no por obligación”.