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Balonmano se las arregló para estar en lo más alto de nacionales

Universidad de Concepción estuvo en el top 4 de campeonatos nacionales masculinos y femeninos. Los protagonistas hacen una radiografía de la realidad de la disciplina a nivel regional y, a pesar de buenos resultados, piden mejoras en infraestructura y que este año tengan más ritmo competitivo, para ir directamente a ganar los oros.

Por: Equipo Deportes 13 de Febrero 2023
Fotografía: Adesup

Por Christopher Cortez

Es pleno verano y época de vacaciones universitarias, pero también de pensar en la próxima temporada competitiva. El balonmano es un ejemplo de ello y los protagonistas cuentan los días para volver a las canchas del circuito universitario.

Pero para ello, deben sacar cuentas de lo que fue el año pasado. No todas las materias quedaron subsanadas y se esperan algunos cambios para el presente año, pero el gran valor está puesto en el retorno a prácticamente un año completo de trabajo como no se tenía hace varios años producto de la contingencia, dejando atrás el tímido reencuentro generado el segundo semestre de 2021. Los enfrentamientos regresaron casi a pleno y hubo oportunidad de medirse a nivel nacional frente a otras instituciones.

“El año pasado fue un año de reencuentros en general. Logramos activar de mejor forma todo el deporte universitario y el balonmano no fue la excepción. Por lo menos internamente como universidad pudimos trabajar con los horarios asignados que teníamos habitualmente y los alumnos regresaron a clases”, parte destacando Alexi Aeloiza, entrenador del equipo masculino de la disciplina en Universidad de Concepción.

En la misma línea, Raúl Umaña, quien fue profesor de balonmano de Universidad del Desarrollo hasta 2022, se alegra porque “siempre va a ser positivo retomar la competencia. Los chicos y los grandes, cuando se meten a entrenar, lo que quieren es competir, eso es lo atractivo”.

UdeC a un paso del oro nacional

El circuito balonmanero, en comparación con otros deportes, se encuentra todavía en construcción. No tiene la misma cantidad de partidos que disputan otras disciplinas y no todas las universidades lo entrenan.

En ese contexto, el 2022 se desarrolló la habitual competencia Adesup a nivel regional y, posteriormente, el Campeonato Nacional Universitario de Fenaude en Talca. En torno al masculino, el primero se desarrolló desde mediados de agosto y Universidad de Concepción obtuvo el primer puesto. El segundo, se llevó a cabo a inicios de noviembre, con el Campanil quedándose con el bronce.

Por su lado, las chicas también lograron coronarse en la competencia Adesup de la Región del Biobío bajo las órdenes de Rafael Cancino. Después, en la instancia nacional fueron cuartas, siendo el mejor combinado de regiones.

“Como universidad nos hemos mantenido tanto en damas como varones en el primer lugar de la competencia regional, lo que nos permite estar en los torneos nacionales. Asimismo, hemos mantenido un nivel con el que logramos estar entre las cuatro mejores instituciones del país”, indica Aeloiza.

En varones “jugamos una semifinal contra Universidad Católica de Santiago, el actual campeón, y perdimos por un gol. De acuerdo a los cruces, esa debió ser la final, ya que la UC ganó a Andrés Bello la final por 15 goles y nosotros el tercer puesto a Universidad La Frontera por 14”, añade.

José Miguel Cayul, estudiante de Odontología, fue una de las importantes figuras del equipo forero durante la temporada pasada. El jugador recordó la participación en la definición que tuvo como escenario a Santiago.

“Uff… El Nacional Fenaude fue bueno pero duele todavía. Quedé con la espina del tercer lugar. En el sorteo de grupos quedaron todas las universidad fuertes en una llave, entonces jugamos semifinales contra la Universidad Católica de Santiago y todos decían que era una final anticipada. Fue una bonita experiencia; como grupo nos supimos adaptar, el compañerismo se notó porque había varios de la selección que estaban debutando en un torneo así”, expresa.

Problemas que no se van

En el balonmano, del mismo modo en que ocurre con otras disciplinas, se mantienen problemas estructurales con el paso de los años. Hablamos de infraestructura, volumen competitivo, horarios y otros elementos. Si bien los protagonistas destacan que lo más importante de todo fue el retorno a las canchas, hay cosas que corregir de cara a los próximos años.

“A mi gusto se podrían haber jugado muchos más partidos que los que se disputaron pero el primer objetivo del 2022 fue retomar la competencia universitaria y se logró. El problema es que son pocos los partidos que hay y son pocas las universidades que tienen balonmano, entonces no se puede mantener un calendario semana a semana. Los horarios de repente juegan en contra con partidos a las cuatro o seis de la tarde, por lo que los estudiantes deben faltar a clases”, sostiene Raúl Umaña.

En cuanto a nivel, puntualiza que “Universidad de Concepción está muy fuerte, con jugadores de harta trayectoria; también Andrés Bello que ha ido sumando importantes jugadores, y luego vienen en un nivel más parejo Universidad del Biobío, Universidad Católica o la misma Universidad del Desarrollo con un nivel más parejo. En el lado femenino también faltan equipos, solo jugaron cuatro”.

“Este año se jugó en una sola rueda, todo concentrado en muy poco tiempo. Estamos muy al debe. Eso sí, esto lo suplimos de otra manera porque la mayoría de los jugadores de UdeC son también parte de clubes federados y juegan allí los fines de semana”, establece Aeloiza.

Lo mismo manifiesta Cayul. “Antes de la pandemia había competido a nivel universitario. El sistema de organización regional se sigue adaptando por distintos motivos, así que el año pasado fue bien similar a años anteriores, con el mismo esquema. Una cosa que pasó es que la competencia comenzó muy tarde. De hecho, clasificamos al nacional antes de salir campeones regionales”.

“La sensación es que comenzamos a entrenar en marzo y lo único que queríamos era jugar. Preguntamos por todos lados cuándo empezaban los partidos. Estábamos impacientes por jugar. Por eso el “profe” organizó amistosos contra la Universidad Andrés Bello”, critica.

Y profundiza en que como grupo empezaron a entrenar el 2020 por Teams o Zoom, y lo único que querían era volver presencial. Cuando regresaron se notó porque hubo cerca de 50 alumnos que se presentaron a la selección. “El año pasado se entrenó lo más que se podía porque también el tener clases presenciales era complejo”, detalla.

Además, “en algunos se notaba el tiempo en pandemia. La cuarentena nos tocó a todos en distintas situaciones porque yo vivo en el campo y podía salir a trotar o hacer otras cosas, pero otros viven en el centro de sus ciudades y no tenían esa opción”, recuerda el estudiante.

Por otro lado, existen aspectos débiles en lo institucional. El técnico del Campanil asevera que la universidad tiene “muy buena infraestructura deportiva en general, pero lo que se va generando es que el volumen y las necesidades del alumnado ha aumentado, lo que hace que no se de abasto sobre todo porque no se ha renovado.

En el caso del balonmano, sería bueno contar quizás con un nuevo recinto que cubra las necesidades de todas las personas que quieren hacer actividad física y, además, el tener una cancha reglamentaria. Ahora bien, eso no nos ha limitado, pero complejiza un poquito más en los trabajos que se deben hacer para superar ese déficit. La universidad nos entrega todas las herramientas y con el paso del tiempo lo hemos podido solventar”.

Aeloiza continúa destacando otras áreas, puesto que sus dirigidos “son muy responsables y me enorgullezco mucho porque tenemos grandes jugadores y también grandes alumnos, metódicos, lo que los hará muy buenos profesionales. No solo entrenan en la universidad sino que también lo hacen en sus casas en otro tipo de aspectos”.

José Miguel Cayul coincide y afirma que “el tema infraestructura es una problemática para nosotros porque, de partida, no tenemos arco de las medidas de handball. Pasamos por arcos más chicos y otros más grandes, pero no con las medidas que corresponden. Tuvimos reunión con el profe, la Unidad de Deportes y Team UdeC porque estamos pidiendo arcos, que es lo más importante para nosotros. Llegamos a una solución y se debería arreglar. Igual sucede que eso es algo que se puede mejorar, pero las canchas es más difícil, es lo que nos toca”.

En Universidad del Desarrollo la situación no es tan distinta, ya que Umaña estima que “siempre ha tenido una complicación en infraestructura porque los gimnasios son pequeños. A veces se complican los traslados porque se entrena en Pedro de Valdivia pero, en general, hay buena logística y dirección con el tema del deporte. Hay bastante apoyo y ganas de promover y potenciar los equipos que tiene la universidad”.

Este tiene que ser el año

Los mencionados quieren que el 2023 tenga mucha más competencia que el ciclo anterior. Pese a todo, se las arreglan y se las continuarán arreglando para pelear de igual a igual frente a otras instituciones, y eso no lo van a cambiar.

“En lo personal mi objetivo principal es el Nacional Universitario. Como grupo lo hemos conversado y queremos ir a pelear de nuevo. En otros temas también nos gustaría tener más partidos, creo que sería bueno porque nos sirve a nosotros y las otras universidades para subir el nivel”, advierte Cayul.

“Este año, por parte de la organización universitaria, esperamos mayor continuidad y rigurosidad a las competencias universitarias. Estuvimos a un paso de pasar y jugar otra final, que es lo que pretendemos este 2023 porque un buen grupo de alumnos se mantiene intacto y otros que van a trabajar ahora”, desea Alexi Aeloiza.

Raúl Umaña, por último, cree que es necesario “establecer un calendario que sea conocido con anticipación y horarios neutrales para la mayoría. La idea es gestionar y encontrar espacios porque en pocos lugares tenemos canchas y siempre están copadas, entonces hay que dar prioridad al balonmano”.

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