El 2022 fue un año extrañísimo para Ángel Gillard. Venía de meter 3 goles la campaña anterior con apenas 19 años -uno muy gritado en Collao para ganar 3-2 a Cobreloa- y debía ser la temporada de su explosión, pero estuvo lejos de eso. Muchas veces no fue citado, aunque se cansó de hacer goles en el Fútbol Joven, y solo vio minutos en 4 partidos, mirando como el equipo caía de división. Esta temporada debe ser distinta.
“Tengo muchas ganas de revancha. El 2022 pasaron muchas cosas y recién pude jugar en la parte final, pero uno quiere aportar y veía como el equipo no ganaba y quería estar adentro. A veces jugábamos bien, pero los partidos se ganan con goles. Creo que no merecíamos bajar, pero bajamos y ya está. Todos los que seguimos tenemos esas ganas de revancha, de devolver al Vial a Primera B”, aseguró el argentino.
Y la vio tan difícil que hasta pensó en irse. “Quería jugar y me di cuenta que acá no había posibilidad así que busqué la opción de un préstamo. Finalmente sigo en el club y lo de 2022 es una página que ya di vuelta, me quedo con el cariño de la gente que en todas partes y en redes sociales siempre me apoya y espera mucho de mí. Este será el año de Fernández Vial”, advirtió.
Sobre sus metas personales, señaló que “quiero ser importante y quiero ser el goleador. Me pongo objetivos grandes pero, principalmente, está el de aportar para subir de división. Hay un equipo muy joven, con muchas ganas, y también jugadores grandes como Claudio (Muñoz) y otros, de los que podemos aprender mucho. La Segunda es un campeonato difícil, pero acá hay jugadores con mucha hambre”.
Gillard comentó que “tuvimos una primera conversación y tengo claro lo que quiere. Busca un grupo que sea luchador, guerrero y en la cancha que seamos un equipo corto, de ataque muy directo. También dejó muy claro que confía en los jóvenes y acá todos vamos para el mismo lado. Recién nos estamos conociendo y hay jugadores para hacer buenas cosas”.
El año pasado solo jugó cuatro partidos, totalizando apenas 60 minutos. Estuvo contra Magallanes, Cobreloa, Santa Cruz y Melipilla, nunca más de 22 minutos en cancha. Este año va por todo.
