Con alta cantidad de participantes y partidos jugados en toda la Región, regresó el campeonato en categorías juveniles e infantiles. Ahora, quiere seguir creciendo esta temporada.
Por Christopher Cortez A.
La Asociación Regional de Balonmano se la jugó por el retorno de la competencia de las promesas del deporte en la zona y, en ese marco, se desarrolló la liga local de handball que ya tiene definidos algunos campeones de 2022.
Fueron cuatro categorías: mini, infantil, cadete y juvenil, todas en damas y varones. En total, fueron 11 equipos de las provincias de Concepción, Arauco y Biobío: Escuela Chiguayante, Unión Juan Bosco, Viejos Galos, Deportes Concepción, Villa Acero, Cubla de Los Ángeles, Balonmano Nacimiento, Balonmano Curanilahue, Club Alianza de Cañete y Juvenil de Cañete.
Raúl Umaña, encargado de programación del certamen, destacó que “hubo mucha participación, estuvo bueno el nivel en cuanto a cumplimiento de partidos. Se jugó en ciudades como Cañete, Nacimiento y Concepción. Fue un calendario intenso, con casi 120 partidos”.
La liga comenzó el fin de semana del 5 de octubre y finalizó el 18 de diciembre, aunque todavía falta definir cadete y juvenil femenino durante la próxima semana. Tras un formato de todos contra todos y una postemporada de semifinales y final, los lugares fueron: en damas infantiles Cubla fue el campeón y Nacimiento el segundo. En infantil varones se invirtió aquel resultado. El mismo cuadro angelino consiguió el título en cadete varones y los nacimentanos obtuvieron la plata. Por último, en la serie juvenil masculino, Alianza de Cañete ganó la final a Cubla.
Sumado a esto, los dos primeros puestos de cada categoría se ganaron un cupo para representar a la Región en los nacionales federados que comienzan a partir de la próxima semana.
Eso sí, Umaña también hizo hincapié en ciertos aspectos a mejorar para la próxima temporada. “Se debería estabilizar el nivel a partir de este 2023, así como también la participación, porque en damas aún está muy baja. Ha costado que todos tengan equipos en cada categoría, por lo que no se regulariza la competencia”, dijo.
Asimismo, mencionó que la infraestructura para el balonmano en el Biobío es siempre una piedra en el zapato, incluso desde el punto de vista económico, aunque “tampoco nos echamos a morir, porque hemos jugado toda la vida en esas condiciones”.
“Como no hay infraestructura para poder hacer una etapa previa local que ayude a abaratar costos, se hace dificultoso. Los partidos se tienden a jugar en canchas abiertas o espacios que son más chicos de lo normal, por lo que hay que adaptarse”, explicó.
De todos modos, el balance es más que positivo. “El año pasado se jugaron un par de torneos con invitación para retomar la actividad luego de la pandemia y en 2022 la Federación puso fecha para los campeonatos nacionales, por lo que había que buscar los clasificados y se decidió comenzar la liga”.
“Se volvió a jugar y fue bastante. Los chicos empezaron a sumar minutos de juego. Para 2023 hay que establecer una nueva reunión con los presidentes de los clubes y delegados técnicos para definir el sistema para que sea regular y atractivo. Hay buena voluntad de parte de los equipos”, cerró.