Fue doblemente premiada por el IND, como la mejor en su disciplina y por logros internacionales. Campeona mundial va por más y tiene clarísimos sus objetivos 2023.
El 2017, Rocío Muñoz fue campeona mundial en Italia y su nombre apareció en los medios por primera vez. “Tenía que explicar qué hacía, de qué se trataba. Antes nadie sabía lo que era el kettlebell, ahora siento que es distinto. Hemos ayudado a visibilizarlo”. Y desde el IND también consideraron que merecía ser premiada, pero por partida doble: como la mejor en su disciplina y también por sus logros internacionales 2022. Año redondo para esta destacada atleta chiguayantina.
El 2022 se anotó con otros dos éxitos mundiales: primero en Portugal y luego en Bélgica. Rocío, número uno sudamericana en su categoría, expresó que “este año fueron puros triunfos, con apoyo de la municipalidad de Chiguayante, el Gobierno Regional y siempre de la familia. Estoy muy feliz de todos los primeros lugares, de llegar a 10 campeonatos mundiales y el 2023 viene Hungría y Bélgica así que no hay descanso. Enero y ya estamos trabajando en eso”.
Esta vez entra al auditorio del Hotel Terrano y no es una desconocida. Se le ve feliz, pero también sorprendida cuando debe subir a buscar su segundo premio.
“Ahora cuando digo que practico el kettlebell, me contestan: ah, las pesas rusas. Antes todos me miraban raro y tenía que explicar que son esas pesas redondas con mango. Lo mejor es que cada vez son más las personas que lo están practicando. Este año se realizó un Nacional que tuvo tres fechas: Santiago, Puerto Montt y Concepción. Se está metiendo de a poco y nuestra zona es uno de los focos importantes del país. Ya no somos parte de otra cosa, es una disciplina que corre por sí misma, con su propia competencia”.
Demoró en ser reconocida, pero su constancia y sus logros le han abierto merecidas puertas, También su sencillez, las ganas de motivar al deporte en un país tan sedentario como el nuestro.
Rocío cuenta que “soy profesora de Educación Física. Trabajo en un colegio y en la municipalidad de Chiguayante, con 60 alumnos entre los 13 y 78 años, todo gratuito y enseñando esta disciplina. De ahí tenemos 7 deportistas compitiendo a nivel nacional, aunque son todos más mayores que gente joven. Hay pocos de menos de 20 años. Debe ser porque hay que tener paciencia, esto es lento y los jóvenes quieren que todo sea más inmediato. Ahora quiero llevarlo a los colegios y sacar chicos más pequeños, empezar desde temprano”.
Diez títulos mundiales en solo seis años. Una de las deportistas más exitosas de la zona en este último tiempo, en una disciplina que antes ni siquiera tenía categoría para ser premiada.
“Recuerdo esa primera medalla en Italia como una locura. Yo había ido a Argentina y Perú jugando béisbol, nunca más allá. Cuando miro para atrás y son solo cinco o seis años, veo un camino de esfuerzo y de transmitir lo que sé. No pido que me den el asiento porque gané diez veces, trato de perfeccionarme, de aprender y seguir trabajando”.
También advierte que “sigue siendo difícil viajar porque te subvencionan el viaje, la competencia, pero hay que pagar otras cosas. Ya me conocen un poco más, pero cuando tu deporte no es olímpico debes postular torneo tras torneo y cuando me digan que no, será complicadísimo. Sicólogo, nutricionista, kinesiólogo, todo eso sale del bolsillo de nosotros”.
¿Está en su mejor momento deportivo? ¿Cuánto le queda de carrera a este nivel? Rocío apunta que “en Bélgica había una señora de 78 años participando y yo tengo 34. Supongo que me queda harto. El inconveniente es lo que se gasta en viajar, pero voy a darle hasta que me lesione o se acabe la plata”.