Corporación de Fernández Vial tuvo asamblea, donde expuso ante su gente que están atados de manos tanto para tomar decisiones como para fiscalizar a la S.A. Incluso, se habló de no firmar los balances, como método extremo de presión.
Muchos esperaban que la Corporación de Fernández Vial levantara la voz, pero aún así la gente no se fue tranquila. Imposible estarlo. Los directores explicaron su limitado rango de acción frente a lo que está pasando en el club y en su relación directa con quienes lideran la Sociedad Anónima. Se habló de renuncias, de medidas extremas que podrían implicar castigos fuertes y también de las deudas poco claras que a todos preocupan. Fueron más de 80 personas que también pudieron expresar su opinión.
Los que más tomaron la palabra fueron los directores Cristián Navarrete y Sergio Bustos (Piero Mosciatti y Rodrigo Jerez son los otros dos representantes en el directorio de la S.A.). En pantalla mostraron nueve oficios, donde se solicitó información importante a la gente de Inversiones Maupolicán y aseguran que jamás hubo respuesta. Es más, explicaron que ni siquiera tienen obligación de responder.
Ahí Navarrete tomó la palabra y expresó que “somos figuras decorativas porque tampoco podemos decidir cosas y muchas veces hemos pedido que nos informen cuánta plata debe el club. Nosotros siempre hemos sido colaborativos hacia ellos, pero no existe el mismo trato de vuelta. Por eso ya habíamos conversado en algún momento la posibilidad de renunciar todos, pero eso implicaría perder puntos y otro tipo de castigos más graves porque en los balances finales se necesitan las nueve firmas”.
También se informó que en el año, los directores de la Corporación habían sido invitado 3 veces a reuniones del directorio de la Sadp. También hubo hinchas que han participado en reuniones de accionistas y dieron su punto de vista. “Nos dicen siempre que todo está bien. Muestran números y a ellos siempre les cuadra todo”.
Uno que sacó la voz, como acostumbra, es el socio Raúl Ruiz. El “Cosaco” advirtió que “esto se veía venir hace 6 meses y se los hicimos ver, pero estamos reaccionando muy tarde. Aquí tengo en una carpeta cuánto se le debe a diez acreedores y ahí no más hay cerca de 200 millones de pesos. Eso no tiene nada que ver con finiquitos ni cosas del plantel. Es desde arriendos a cancheros. Si la Sociedad Anónima no quiere entregar información de deudas, hay que buscarla”.
Desde la Corporación insistieron en que lo intentaron varias veces por la vía que corresponde. “Tampoco podemos ir a golpearles la puerta. Son todos de Santiago, no están acá”, precisó Navarrete.
Y nuevamente se puso sobre la mesa el tema de las firmas del balance final. Algunos socios propusieron que sería un muy buen método de presión: “si la Sociedad Anónima no entrega información clara de las deudas, no se firma”. ¿Y si eso significa volver a Tercera B? Unos creen que es un sacrificio necesario para que el fútbol vuelva a la Corporación. Otros creen que sería demasiado el retroceso y que nada asegura que una futura vuelta al profesionalismo sea distinta.
Fueron dos horas y media donde la gente se retiró murmurando, llena de dudas y platas que están dando vuelta en el aire. En febrero habrá nueva asamblea y la Corporación aseguró que la recuperación de los campos deportivos de Manquimávida es uno de sus grandes ejes de trabajo 2023. ¿Y viene Sotomayor? ¿Cuál es la deuda real del club? El hincha sigue preguntando.