

Brasil quedó eliminado del Mundial y Argentina avanzó a semifinales, ambos en definiciones a penales emotivas.
Debe haber sido la mejor jornada del Mundial. Por lejos. Los partidos que protagonizaron las selecciones de Brasil y Argentina ayer en Doha, quedarán grabados en la memoria del futbolero. Ambos sufrieron y lo pasaron mal, pero sólo uno pudo terminar festejando. Fue el cuadro albiceleste, por la misma vía en la que Brasil dijo adiós.
Por lejos, Brasil era el favorito para avanzar a semifinales. Si bien Croacia llegó con méritos propios a la ronda de los ocho mejores, en el “Scratch” clasificaron con amplia holgura a cuartos, con un plantel e historia que asustan a cualquiera.
Pero como en la cancha son once contra once y en este Mundial ya hubo varias sorpresas, los europeos se dieron maña para complicar a Brasil con un trabajo defensivo muy sólido, estirando la serie hasta el alargue. Neymar puso el 1-0 y todo parecía liquidado, pero sólo cuatro minutos antes del pitazo, Croacia empató. En los penales, el cuadro europeo sacó a relucir a su enorme portero y avanzó a semifinales tras ganar por 4-2. Otra sorpresa.
El mejor partido en lo que va de Mundial lo animaron Argentina y Holanda. El primer tiempo fue muy tenso y de estudio, aunque con gol de Molina la albiceleste se puso en ventaja. Messi estiró las cifras al 73’ con gol de penal, con un 2-0 que daba a entender que todo ya estaba sentenciado.
Pero, contra todo pronóstico, en la recta final apareció Holanda. Fue mediante pelotas detenidas, con centros y balones al área buscando algún cabezazo. Así descontaron los europeos, con Weghorst al 83’ en un tanto donde el “Dibu” tuvo gran responsabilidad. El árbitro añadió 10 minutos y al 11’, el mismo ariete convirtió tras una pelota detenida servida de forma impecable. Fueron al alargue y Argentina estuvo más cerca de ganarlo, pero fueron a los penales. Allí apareció el “Dibu”, que tapó dos tiros. Lautaro no falló en el decisivo y sellaron la clasificación.