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Cómo el dinero influye cada día más en el mundo del deporte

El Mundial de Qatar es un ejemplo de la trascendencia que tienen los intereses económicos: el evento más grande del fútbol se llevó a un escenario inhóspito, en una fecha distinta y con condiciones climáticas y sociales complejas, que implican muchas limitaciones y exigencias físicas. Hace un tiempo también se criticó la manera en que se realizaron los últimos Juegos Olímpicos, en un punto muy complejo de la pandemia, pero donde la consigna era que se llevaran a cabo casi a cualquier costo. ¿Este tipo de factores pueden incidir en el rendimiento de los atletas, y en sus motivaciones? ¿Es posible frenar o restringir el aspecto financiero en favor de los deportistas?

Por: Diario Concepción 28 de Noviembre 2022
Fotografía: Fifa

$220 mil millones de dólares. De acuerdo a datos de la Revista Forbes, eso gastó Qatar para organizar el mundial de fútbol 2022. Un presupuesto más de 15 veces más grande del que dispuso Rusia en 2018 para llevar a cabo la máxima cita del balompié, y que se ha invertido en diferentes ítems desde que el país ganó la sede, en 2010.

La exorbitante cifra puede justificar el por qué se le dio esta responsabilidad a una nación pequeña, pero millonaria. La “misión mundial” también incluyó pagos de otra índole, y el expresidente de la Fifa, Joseph Blatter, aseguró en una entrevista con el diario La Tribuna de Ginebra, que “fue un error” darle la sede a Qatar.

Un cuestionamiento que no sólo pasa por el tamaño del país, sino que por otros motivos más fuertes: las altas temperaturas que se registran en este tiempo, que hubieran sido peores si se mantenía la fecha habitual de los mundiales; las limitaciones sociales que se imponen a deportistas y al público que asiste, dándole un ambiente totalmente diferente al que tiene siempre un mundial; y el proceso en torno a la construcción de los estadios, realizado en pésimas condiciones para quienes participaron de las obras. Según el medio inglés The Guardian, cerca de 6.500 personas perdieron la vida, mientras la FIFA indicó que ese número fue mucho menor, reconociendo 37.

Ese panorama donde predominan los intereses económicos sobre lo deportivo también se dio en la última edición de los Juegos Olímpicos, realizada en Tokio entre julio y agosto de 2021. La competencia se desarrolló de todas maneras, más allá que en ese momento la pandemia se encontraba en un punto crítico. Y junto con ponerse en riesgo la salud de todos los atletas, el ambiente distó mucho de lo tradicional en la máxima cita del deporte mundial: sin gente en las tribunas, con aforos reducidos y con protagonistas que, en muchos casos, no pudieron prepararse de forma adecuada para la cita.

Dos ejemplos que ponen de manifiesto situaciones que son comunes en el deporte actual. Los intereses económicos, sobre todo en grandes eventos, gravitan demasiado e influyen en aspectos que se entrecruzan con lo deportivo. ¿Este tipo de factores pueden incidir en el rendimiento de los atletas, y en sus motivaciones? ¿Es posible frenar o restringir el aspecto financiero en favor de los deportistas?

Dinero e influencias

Víctor Merello, ex seleccionado chileno de fútbol y actual director técnico, indicó que “en general es indudable que este tipo de decisiones no son las óptimas para el deporte, no es lo ideal. Pero hoy priman los temas económicos y, en ese sentido, los deportes no escapan a esa situación en relación a cómo está el mundo en ese aspecto. El mundo globalizado es así. Es difícil abstenerse e ir contra la corriente. Si te fijas en el Mundial de ahora, las “lucas” son las que mandan y las votaciones son en base a dinero”.

El “Chueco” agregó que “antes no era así porque el dinero era el justo. El deporte se hacía de manera más original y como corresponde hacerlo. No había grandes fortunas que hicieran que fuera de otro modo. En el caso del fútbol, hoy está súper comprobado que para un torneo, de la índole que sea, prima lo económico por sobre fechas, eventos climáticos y todo lo demás. No sé si se podrá parar, no tengo idea”.

Gualberto Mesa, técnico del polo de canotaje de San Pedro de la Paz, aseguró que “es una realidad en muchos deportes donde mandan la televisión y los grandes magnates dueños de los clubes. Hay eventos deportivos que han cambiado su fecha o han sido sacados porque el rating es el que prima. Es una lamentable realidad pero necesaria porque, sin dinero, los clubes no pueden pagar los sueldos que pagan en deportes profesionales o amateur. El deporte ha ido en esa dirección. El Mundial de Qatar es un ejemplo de lo mismo. Al parecer hubo corrupción en el camino, hay un proceso de investigación y es complejo el escenario que viven allí los atletas. Hay muchos recursos en medio y muchos países están dispuestos a financiar este tipo de eventos, pero hay que ser cuidadosos”.

Patricio Briones, exbasquetbolista y actual entrenador de este deporte, afirmó que “generalmente el deporte no debería estar tan influenciado, pero resulta que el trasfondo político se inmiscuye en esta cuestión, entonces los países invierten un montón de recursos en tener a la mayor cantidad de talento posible y si eso significa buscar patrocinadores para que esto funcione, ten la seguridad que por un lado u otro vamos a estar siempre mezclando lo comercial con lo deportivo. Hay una mirada más de mercado que de desarrollo turístico, social o urbanístico de un país que está recibiendo un torneo importante. Esto obedece a cómo está funcionando el mundo; a veces un jugador modesto tiene una marca que quiere darse a conocer y con mayor razón sucede con las grandes estrellas”.

Además, indicó que “la decisión que fuera Qatar el dueño de casa del actual Mundial todos saben que fue por un tema de lucas. Estamos viviendo en una época donde los jugadores están asociados a las marcas, la publicidad y el merchandising. En mi opinión, esto es natural actualmente, pero debería haber un cambio”.

¿Se puede cambiar?

De la manera en que se están llevando a cabo estos eventos, una de las interrogantes que surge es si los intereses económicos o de otra índole pueden, eventualmente, pesar lo mismo que los deportivos, lo que no pasa hoy en día. “No creo que sea una tónica. Hoy en día hay un escándalo grande de corrupción en el fútbol que se está investigando y que va a llevar a gente a la justicia, a los corruptos hay que sacarlos. No creo que se repitan; seguramente los deportes van a continuar como corresponde y lo importante es que se mantengan porque los mega eventos son necesarios”, dijo Gualberto Mesa.

Patricio Briones comentó que “los Juegos Olímpicos o los mundiales tienen que tener un sustento. El primero son los deportistas, el segundo la cobertura y el tercero el público. Después podemos considerar algún patrocinador que entregue recursos de manera igualitaria para que el deportista se sienta motivado, ya que solo el talento y el trabajo previo lo pueden diferenciar. Lamentablemente, esas diferencias actualmente son abismales porque un atleta o staff técnico tienen una realidad completamente distinta en comparación a otros que deben hacer bingos u otras actividades para financiarse. Espero que en algún momento las autoridades o el Comité Olímpico Internacional tomen cartas en el asunto para que la cancha sea pareja para todos”.

Víctor Merello aseguró que “indudablemente puede generar desinterés del público porque deja de ser algo natural, todo es forzado por algo externo en juego. Se va deteriorando y perdiendo el interés por el desarrollo de la actividad. Yo creo que eso ya se está viendo. Hemos visto que en Qatar hay poco público porque esperaban estadios llenos pero las condiciones no están para eso; llevaron el Mundial porque hay otros intereses y ha llegado gente pero ¿a costo de qué?”.

Mirada psicológica

Rolando Sepúlveda, psicólogo del deporte que trabaja con el plantel de Huachipato, consultado sobre cómo las condiciones extremas pueden afectar a un atleta, aseguró que “puede hacerlo, debido a que son características poco usuales a las que se desarrollan normalmente los atletas. Sin embargo, es recurrente que los staffs y cuerpos técnicos de cada selección anticipen y/o preparen el enfrentamiento a dichas condiciones con tiempo y adecuadamente, por lo que el cuánto afecta, por lo general, hoy en día, se ve condicionado por la preparación previa o, al menos, al sentido adecuado de esa preparación, tanto a nivel físico, técnico, táctico y psicológico”.

Además, respecto a si lo que rodeó a la designación de Qatar como sede (por ejemplo muertes en la construcción de los estadios) puede determinar el comportamiento de los futbolistas, Sepúlveda dijo que “creo que si bien, puede generar algún tipo de reflexión en los jugadores y participantes de la competencia, a la hora misma de competir no debiese generar ninguna diferencia, dado que los deportistas se preparan, justamente, para competir dentro de una cancha y eso es, efectivamente, lo que mejor saben hacer”.

Sobre si la mercantilización del deporte puede incidir de algún modo en sus protagonistas, el psicólogo afirmó que “la verdad es que los atletas se preparan para rendir, la mercantilización del mercado es algo accesorio. Se cree que los jugadores por tener cierto status, se les exige diferente o no hacen lo suficiente para competir mejor. Esto no es real, en el alto rendimiento, quien no se prepara, no compite y eso transciende, absolutamente, al mercado y lo que está alrededor del deporte, en este caso al fútbol”.

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