Otro año sin mayores avances cumplirá el anhelado proyecto del deporte regional, que espera por más de una década su concreción. Los especialistas dan su visión de la demora que, para varios, no es otra cosa que desinterés de las autoridades, mientras otros ya lo dan por fracasado. La autoridad llama a seguir confiando.
Samuel Esparza y Christopher Cortez
Hace solo unos días el Ministerio del Deporte informaba sobre los avances de dos de los nuevos recintos que tendrá el Parque Deportivo Estadio Nacional con miras a los Juegos Panamericanos de Santiago 2023. Entre otros, en la ocasión se daba cuenta de la progresión en el Centro de Entrenamiento y Competencias de los Deportes de Contacto, cuyas obras ya superan el 20%.
Trabajos que seguramente seguirán evolucionando de manera vertiginosa, sobre todo luego que trascendiera que en el marco del proyecto de Ley de Presupuestos de 2023, al Mindep le fuera asignada la cifra récord de $ 332 mil millones exclusivamente destinada para sacar adelante el evento continental. Aumento sideral respecto al anterior monto que rondaba los $ 50 mil millones, y que tiene como uno de sus principales objetivos concluir el Centro Acuático del Estadio Nacional, un verdadero dolor de cabeza para la organización.
También tiene su explicación en el aumento del costo de la mayoría de las construcciones que se desarrollan en torno al evento. La buena noticia es que esta serie de obras de primer nivel, quedarán como infraestructura para el país. Aunque como suele acontecer, todas asentadas en la Región Metropolitana.
Con ojos de sana envidia se mira esta situación desde regiones, donde el desarrollo de infraestructura deportiva generalmente ha estado lejos de ser una prioridad para los sucesivos gobiernos.
El caso más emblemático lo constituye la Región del Biobío, una de las más importantes de Chile a nivel de resultados deportivos con exponentes que lideran sus disciplinas, pero que sin embargo se está quedando atrás en cuanto a instalaciones de nivel para el desarrollo del deporte competitivo.
Símbolo de ello es el Polideportivo del Biobío, recinto largamente esperado y que en un solo lugar debería reunir deportes como la gimnasia rítmica y artística, natación, básquetbol, voleibol, balonmano y deporte adaptado y paralímpico.
‘Caballito’ de batalla para un desfile de autoridades políticas, pero que sin embargo, y con el año 2022 en su fase final, parece dormir en un cúmulo de buenas intenciones y promesas incumplidas.
Hace un año, en noviembre de 2021, se produjo el último hito de importancia de la obra, con el traspaso del terreno por parte de Bienes Nacionales al IND, ubicado en Lonco cerca del cruce ferroviario.
En la ocasión se aseguró que el diseño del proyecto estaba casi terminado, con cerca de un 80% de avance. El director regional del IND, Clemente Matte, aseguraba que, “la etapa de diseño debería culminar entre tres a cuatro meses más”.
Todo era entusiasmo y se hablaba de cómo, mediante el compromiso de recursos sectoriales y del Gobierno Regional, se solventarían los $14 mil millones que se estimaban como costo de la obra. Afán que, no obstante, ha tenido eco más bien débil desde el nivel central.
Sin ir más lejos, fue en junio de este año que, en conversación con Diario Concepción durante su visita a la zona, la ministra del Deporte, Alexandra Benado, se refirió tibiamente al proyecto. “Entiendo que el polideportivo es un largo anhelo, lo hemos estado conversando con el gobernador y vamos a levantarlo. Estamos en proceso de generar un convenio de programación con la Región, que nos va a permitir proyectarnos un poco más a largo plazo. Están las voluntades, absolutamente”, aseguró.
De plazos, aportes o algo concreto, nada. Porque para lo demás, en estos 12 años transcurridos desde que comenzó a hablarse del polideportivo, lo que han sobrado son los compromisos morales.
El sentido de urgencia llega desde el mundo deportivo, ese que padece entrenando en condiciones deficientes y hasta vergonzosas.
Claudio Santander, basquetbolista adaptado y presidente de la Asociación Deportiva Regional para Discapacitados, se muestra crítico de la situación. “Es sorprendente esta historia porque se hicieron estudios, hubo propuestas, había millones, pero con todos los cambios de Gobierno y otras situaciones, no se ha sabido nada más, no suena ni se conversa nada”, se queja.
“Yo participo en el Consejo Consultivo del Mindep y no se ha tratado el tema, es como que no tiene importancia. No hay una prioridad del gobierno local de turno, no he escuchado al gobernador Rodrigo Díaz colocar prioridad a este proyecto. Es lamentable. En el deporte en silla, debemos ir sorteando nosotros mismos las barreras, nos acomodamos a lo que nos entregan y en los horarios en que lo hacen”, añade.
En ese sentido, Carla Chovar, presidenta de la Asociación Biobío Basquet, complementa que, “nos citaron a reunión en su momento con los intervinientes, arquitectos y quienes estaban a cargo para socializar el proyecto. Allí se le hicieron mejoras y sugerencias, pero sigue sin llevarse a cabo y eso genera problemas graves para el desarrollo del básquetbol local, porque los recintos son escasos y pertenecen a clubes u otras instituciones, por lo que se ocupan para otros eventos”.
Algo en lo que coincide la presidenta de la Liga de Básquetbol de Concepción, Gilda Pino. “Nosotros tenemos una liga muy grande y estamos al debe porque no existe dónde jugar. Los gimnasios que hay están en malas condiciones, no se puede transmitir, etcétera y yo lo vivo desde adentro, es complejo. Soluciones a corto plazo no veo. Si pensaron en hacer esta tremenda apuesta, deberían terminarla. Los recursos supuestamente estaban, por lo que esta obra debería retomar fuerza y ser terminada por el bien los deportistas”, señala.
Claudio Gajardo, entrenador de natación de la Unab y el Duoc, se suma al análisis. “Del polideportivo han hablado concejales, seremis del Deporte, dicen que está el dinero, está el lugar y todavía no vemos nada. No podemos echarle la culpa a la pandemia porque esto empezó mucho antes, los políticos se han aprovechado. No tenemos piscina y es lo que más se echa de menos, es una falta de respeto que no cumplan porque es un proyecto que está desde hace mucho rato, pero nadie hace nada”, se lamenta.
“Yo creo que en cuanto a piscina no habrá nada a corto plazo, nadie la construirá porque no es fácil. Lo más factible es que la municipalidad tome cartas y compre la Ymca. En torno a los otros deportes, estamos faltos de todo; la gente anda itinerante por todos lados”, agrega.
En ese sentido, el profesor de natación, Mauro Henríquez, asevera, “Desde mi punto de vista, el atraso no es por recursos, en lo absoluto ¿Cómo es posible que todas las demás regiones, y comunas más pequeñas tengan polideportivos fantásticos? Creo que, como el proyecto es muy grande, los políticos no alcanzan a firmar y cortar la cinta, trabajarían para otros. Además, Biobío es tan grande y con tantas comunas, que nadie quiso ‘quemarse” y colocarlo en una sola. Muchas veces los polideportivos se reparten en varias comunas y eso es negociación política. Somos la única Región del país que no tiene uno”, enfatiza.
Uno de los puntos que resiente el ámbito deportivo regional, es el retraso que la ausencia de un polideportivo ha significado para el salto al alto rendimiento de generaciones enteras de deportistas.
“Tenemos un retraso gigantesco en el desarrollo de la natación y todos los deportes acuáticos por falta de piscina. No existe el alto rendimiento en la zona, nadie vive del deporte. Resultados de alto rendimiento sí tenemos y es impresionante. Eso quiere decir que los chiquillos que obtienen resultados son demasiado buenos y tienen el apoyo de una tremenda familia detrás”, declara Mauro Henríquez.
El entrenador añade que, “hay que arreglárselas con lo que tenemos. No me digan que la Ymca es una solución porque eso siempre fue un parche, una institución privada que no está adaptada y que es carísima. Una medalla tiene cierta cantidad de horas y recursos para ser obtenida, horas de entrenamiento que deben ser en las condiciones correctas y ojalá muy parecidas a las que tendrán cuando compitan. Biobío no ofrece eso para ningún deporte y es inexplicable”.
Desde el vóleibol, el DT Jorge Facchini formula que, “el problema no es la infraestructura de los clubes, sino tener un centro único que sea el lugar de entrenamiento para las promesas destacadas y los seleccionados regionales. Creo que Concepción es hace tiempo la segunda ciudad de Chile, por movimiento y población, y debería tener su centro de entrenamiento como el de otras regiones, que no tienen tantos logros. Siempre nos preguntamos, ¿Qué necesitamos para dar saltos de calidad? La respuesta es políticas deportivas y decisiones dirigenciales. No está en la infraestructura, en los entrenadores o en los deportistas. Falta cumplir la palabra”, manifiesta.
El argentino plantea un tema no menor: qué se hace en el intertanto que eventualmente llega el polideportivo. “Hay que definir un plan estratégico y no navegar sobre las situaciones, esa es la clave. Se debe planificar con metas como parte de un proceso. Podríamos decir que en 10 años tenemos un polideportivo pero, ¿Cuáles son las metas intermedias? ¿En dos años, en cuatro años, qué debemos hacer?”, cierra.
Desde la institucionalidad es la seremi del Deporte, Andrea Saldaña, quien sale a defender el proyecto que, según sus palabras, se encuentra totalmente activo.
“Está más vivo que nunca y con el diseño muy cercano a ser realidad. Durante noviembre se espera tener el expediente completo para postular su ejecución, contemplando la piscina semiolímpica que suplirá en parte el déficit de este tipo de recintos en la Región. Además, estamos trabajando en el modelo de gestión del Centro Polideportivo, aspecto vital para iniciar el proceso de ejecución y para el funcionamiento de éste”, parte diciendo.
“En lo que va del año se avanzó y está por finalizar la arquitectura de detalle, también las especialidades de ingeniería. Además de todo lo que conlleva finalizar un diseño de esta envergadura, una obra que tiene un programa de arquitectura de recintos de 9.770 m2 y 12.000 m2 construidos. Lo que nos enorgullece enormemente es que en todo este proceso se incorporó a la ciudadanía, deportistas, dirigentes y técnicos han sido actores principales en todas las etapas, Sin ir más lejos, la semana pasada se reunieron varios técnicos, referentes de las disciplinas que albergará el recinto, con el objeto de avanzar en el modelo de gestión de forma participativa”, agrega.
La autoridad reafirma el apoyo gubernamental a la obra. “Como Gobierno entendemos la dimensión del proyecto y lo que significa para la Región. Por esto se están haciendo todos los esfuerzos para asegurar el financiamiento de esta prioritaria obra”, asegura.
Del mismo modo, Saldaña traza líneas para un próximo año que podría resultar decisivo. “Para 2023 se podrían dar los primeros pasos de ejecución, como la aprobación por parte del Ministerio de Desarrollo Social y Familia, aprobación por parte del Gobierno y Consejo Regional, firma de convenios y hasta avanzar en una futura licitación. Queremos ser responsables para este hito de la infraestructura deportiva regional, considerando además todas las disciplinas deportivas estratégicas y de proyección que albergará”, concluye.