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Listo para sacar los conejos del sombrero en el show que se viene

Considerado como uno de los grandes extranjeros en la historia del básquetbol chileno, el panameño nacionalizado será una de las figuras a seguir en el torneo que comenzará este fin de semana . El ‘Mago’ defenderá el título de su categoría con Llanquihue.

Por: Samuel Esparza 25 de Octubre 2022
Fotografía: Facebook

Una vida entera ha pasado desde que un veinteañero Daniel Viáfora pisaba por primera vez suelo chileno. Era 1980 y el panameño arribaba al país como breve escala previo a dar el salto al preciado circuito del básquetbol universitario estadounidense que, para unos pocos elegidos, significa la antesala a la NBA.

Sin saberlo, esos primeros pasos en el naciente básquetbol profesional del país derivarían en un vínculo definitivo, que ya se extiende por más de cuatro décadas, con una esposa y tres hijas chilenas. Un lazo generoso también en lo deportivo, al punto de ser considerado como uno de los mejores extranjeros en la historia del cesto nacional, con grandes periodos en la extinta Dimayor, en la que tuvo como pináculo el tricampeonato junto a Petrox en la década de los ’90, cuando comenzó a ser conocido como ‘El Mago’.

Para siempre en la memoria

Daniel Viáfora se inició a los 10 años en el básquetbol, disciplina que practicó junto al waterpolo y la natación, brillando de tal modo que en los tres deportes fue seleccionado infantil, juvenil y adulto.

“Cuando crecí me incliné por el básquetbol. Estuve en selecciones jugando el primer mundial juvenil de 1979 por mi país”, recuerda.

Sobre su arribo a Chile comenta, “En 1980 participé de la liga adulta panameña, estaba en primero de universidad y se dio la casualidad que un coterráneo, George Saint Omer, llevaba años en Chile y estaba en el club Vulco de Santiago, buscaba un jugador que estuviera tres meses ahí. Económicamente era atractivo y que me vine a probar mientras esperaba una beca a EE.UU. Y ya llevo 40 años acá”, sonríe.

A Chile Llegó un 14 de septiembre de 1980. “Vulco era un equipo muy poderoso, con ocho o nueve seleccionados entre ellos Manuel Herrera, Pedro Sartori y Daniel Mass; un equipazo. Pero dos años después la recesión pegó y emigré a Panamá como parte de la preselección que preparaba el mundial. En el intertanto me llamaron de Osorno, equipo al que me integré en mayo del ‘82, pasé de 38 grados de temperatura a -5 allá en el sur, imagínese”, relata sobre sus comienzos en el país.

Participando en el torneo ‘Provincias del Sur’ lo contactó el dirigente penquista, Javier Ibáñez, quien lo trajo a Petrox para jugar en Dimayor. El inicio de su gran carrera en suelo chileno. “En Petrox viví dos etapas, del 86 al 87 tras lo cual estuve en Argentina, y de 1990 a 1998. Las dos etapas fueron buenas, pero uno se queda con ese tricampeonato (’90, ’91 y ’92). Hay que reconocer que teníamos una empresa solvente detrás, habían recursos y se podía hacer un gran trabajo con divisiones inferiores. Época linda, con una liga pareja donde se jugaba sábado y domingo y se televisaban los partidos”, rememora.

En Petrox estuvo hasta su desaparición en 1999, oficiando en el último periodo como técnico y trabajando también largos años en la refinería. De ahí sus gratos recuerdos.

“Juan Morales fue el artífice de todo, una gran persona. Él armó el equipo, era un ex seleccionado, entendía al jugador y era un ganador, mentalidad que contagió al plantel. Es responsable del equipo que tantas glorias dio a la Región”, destaca.

Y añade, “aparte de los tres campeonatos pudimos participar en el sudamericano y en el panamericano de clubes campeones, donde nos enfrentamos con los mejores equipos de Sudamérica. A nivel nacional me tocó jugar con grandes como Antony White, Willie Bland, Sandro Figueroa, Iván González o Manuel Rodríguez. En cuanto a los rivales, la UC tenía un equipazo que logró cuatro títulos, están los clásicos que tuvimos con la UdeC. La competencia era fiera, íbamos a Valdivia y pese a que el gimnasio era inmenso, teníamos a la gente encima.

recuerdo una final en Temuco con gente tocando bombos afuera del hotel para no dejarnos dormir. Era una euforia grande”.

Entre el básquetbol y el café

Hoy la vida de Daniel Viafora se mueve entre dos mundos: el básquetbol, que jamás ha dejado de lado, y su faceta de emprendedor con la comercialización de un café con nombre propio, ‘Café Viafora. “Partí justo con la pandemia. En el mundo del café hay un cordón de los mejores cafés del mundo donde los más conocidos son los colombianos, brasileños y también panameños. Este es de allá, viene de tierras montañosas que fueron volcánicas y son muy fértiles. Es café panameño, 100 por ciento arábico que es más aromático y tiene menos cafeína”, detalla sobre su producto que se consigue actualmente en el Instagram @café­_viafora.

Su otra veta se mantiene bajo el aro, faceta que ha mantenido inalterable en todos estos años, ahora en la categoría senior, más conocida como maxibásquetbol, que tiene su liga y campeonato nacional. “Soy un agradecido de Dios, haber practicado tres deportes muy exigentes sumado a mis genes, permitió que me mantuviera sin mayores lesiones, lo que me ha ayudado mucho en la parte física. Es fantástico estar con un grupo de jugadores  y amigos de primer nivel, que jugaron Dimayor y saben de básquetbol. A esta altura uno compite porque el sentido de competencia está metido adentro, pero lo más placentero es compartir en este grupo tan diverso de distintas partes, con el común que nos gusta este deporte, lo disfrutamos”.

Por la corona en Concepción

Actualmente Viafora juega por Llanquihue, donde tal como en el Naval de 1988 comparte con su amigo de la vida, Mack Hilton, conformando una dupla tan letal como antaño y que defenderá el título de la categoría +60 años en el XXXI Campeonato Nacional de Maxibásquetbol “Víctor Allendes Videla”, que se disputará entre el 29 de octubre y el 5 de noviembre en Concepción.

“Llevo años jugando por Llanquihue, por una razón simple. Cuando me inicié en el maxi por el año 2008, mi categoría no tenía equipo acá en la zona. Hemos formado un grupo muy bueno, jugamos juntos hace más de 10 años, más en torneos internacionales que nacionales e incluso jugamos una final mundial”, señala.

Como actuales campeones, a este torneo llegan como favoritos, aunque reconoce que no será fácil revalidar la corona. “La última vez le ganamos la final a Temuco, que esta vez estará en el otro junto a La Unión, que esa vez nos ganó. Sin duda son los más fuertes rivales, sin desmerecer a Constitución y Santiago, que están en nuestro grupo. La Unión tiene solo jugadores que son ex  Dimayor y Temuco lo propio con jugadores de la talla de Carlos Palacios, ‘Pato’ Aguirre y Rodrigo Vergara”, sostiene.

Sin embargo, pase lo que pase en la competencia, el talentoso jugador resalta por sobre todo la posibilidad de que por primera vez el torneo se haga en la provincia. “Es un desafío tremendo para los organizadores, el club de ex Alumnos de Los Sagrados Corazones, personas que son amigos y con los cuales comparto. También demuestra que en la Región somos capaces y que se pueden  abrir las puertas para, el día de mañana, traer algo más grande como un sudamericano o un panamericano. Más todavía cuando consideramos que nuestra ciudad es cestera, es un desafío lindo en todos los sentidos”, sentencia Viafora.

La mesa está servida. Solo queda esperar que suene la chicharra y que ‘El Mago’ haga lo suyo.

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