La UdeC de Cipriano Núñez partió bien, comenzó a diluirse en el segundo cuarto y acabó rendido ante el juego de Lubiano y Hernández, que se combinaron para 42 puntos.
Sabían que esta era la gran prueba. Sí, porque la Universidad de Viña del Mar llegaba a esta semifinal de la mano de sus cuatro seleccionados chilenos que acaban de ser oro en los Odesur de Asunción. Y ellos guiaron a su escuadra a un triunfo indiscutible por 61-46 sobre la UdeC, que tendrá que pelear solo por el tercer puesto en este Campeonato Nacional Universitario.
La Casa del Deporte estaba repleta y no paró de alentar, pero terminó reconociendo el buen nivel del rival.
La UdeC partió dormida y 0-6 abajo, pero remontó cuando exprimió al máximo la intensidad de Lino Sáez y Michael Rivera. Este último fue de lo mejor de los auricielos, tanto que el sentarse en el segundo cuarto- por faltas- coincidió con la remontada forastera. El primer cuarto terminó 15-14 para los locales gracias a un triple contra la chicharra de Matías Castro, uno que sumó mucho tiempo en cancha, sobre todo, por su gran primera mitad en defensa.
El segundo cuarto arranca con 8-0 parcial para la UdeC con dos triplazos de Juan Pablo Alvarado, pero Viña no acusó el golpe. Al contrario, se hicieron fuertes en los rebotes haciendo explotar a Cipriano Núñez. La diferencia quedó reducida a un punto en un primer tiempo del terror. Altísimo nivel.
Pero hubo tendencias que empezaron a marcarse. Primero, la combinación letal entre el base Gaspar Hernández y el agilísimo Matías Lubiano. Y también el duelo interesantísimo entre los gigantes Andrés Domínguez y Javier Barra. Este último, fue muy táctico, mientras que el auricielo recién marcó dos puntos al final del tercer cuarto. Fue llevándose a Barra por delante.
La visita se llevaba 45-40 el penúltimo cuarto y había batalla, pero el local no supo controlar lo que quedaba ni llevarlo a su ritmo. Todo lo contrario, Hernández se destapó hasta llegar a los 26 puntos y cada vez que fue enviado a la línea de libres infló las mallas. Un jugadorazo, pero no estaba solo.
Lubiano contó un par de pérdidas, pero totalizó 16 puntos, al tanto que la UdeC solo podía lograr 6 unidades en todo el último cuarto. Así, imposible.
Chispazos de Carrasco, a ratos de Sáez y un poco más de Rivera, pero ante un equipo que paró a Barra junto a Benjamín Herrera atrás como un muro. Los dueños de casa no le encontraron la vuelta a un equipo de casi nula rotación, que exprimió a sus cinco estelares y les funcionó.
El final fue con decepción para la gente, que había disfrutado de las holgadas tres victorias anteriores, pero Viña fue otra cosa. La UdeC es un equipo muy joven y habrá más batallas, pero esta derrota dolió. Para qué esconderlo. Las mejore manos de la UdeC fueron Rivera con 12, Carrasco con 8, Sáez y Castro con 7. Lubiano y Hernández se combinaron para 42. Brutal.
Más allá de que la UdeC no haya logrado entrar en la final, ha sido un CNU de altísimo nivel, tremendas figuras y un espectáculo para cualquier amante del básquetbol.
El certamen cerrará hoy en la Casa del Deporte con la UdeC disputando el tercer lugar desde las 17 horas contra Universidad de Chile. De fondo, a las 19 horas, Viña del Mar irá por el título frente a la Usach, que ayer superó a la “U” por 68-59.