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Superó todo y hoy es campeón nacional de voley con la UdeC

Joaquín Herrera tiene 21 años y pasó de no quedar en la selección de la UdeC hace un tiempo a ser figura en la final del reciente Nacional Universitario. Tras la época más dura de la pandemia, entrenó intenso para superar una compleja lesión y tuvo una nueva oportunidad.

Por: Diario Concepción 17 de Octubre 2022
Fotografía: Raphael Sierra

Por Christopher Cortez Alarcón

No es penquista, pero destacó en nivel nacional representando a la Universidad de Concepción y se coronó campeón hace solo algunos días. Por distintas circunstancias, generalmente vino desde atrás en el deporte y, en el partido más importante de todos, supo aprovechar su oportunidad.

Joaquín Herrera es rancagüino y recaló en Concepción para estudiar Geología. Entró a la universidad el 2019 y actualmente cursa cuarto año, pero lo que más le apasiona hoy en su vida es el vóleibol.

“Personalmente ocupo bastante de mi tiempo en el voley, me gusta harto y le dedico más tiempo a eso que a la U, a veces”, cuenta. Aun así, dice que “más que nada trato de ser lo más estructurado posible”, para manejar sus estudios y el deporte en paralelo.

Historia de selección

El joven voleibolista comenzó en la disciplina desde que era pequeño, en su época escolar desarrollada en el Instituto O’Higgins. “Competía solamente por el colegio, nunca en un club. Allí llegué a jugar por la selección regional”, relata. Luego, en 2018, participó en los Juegos Binacionales de la zona central.

Cuando su próximo paradero fueron los estudios superiores, no tuvo suerte en su primera postulación a la selección de la UdeC debido a una lamentable lesión. “Me fui a probar y no quedé, tenía un problema en la rodilla y no estaba apto para competir. Sufro de menisco discoide y los tengo rotos”, señala. De esa forma, le dijeron que no y se quedó con las ganas de continuar en la actividad.

Su problema se dio “en 2018, cuando estábamos jugando los Binacionales de la zona central. En pleno torneo se presentó la lesión. Antes sentía un dolor, pero mientras jugaba comencé a sentir pinchazos demasiado fuertes y ni siquiera podía saltar”, manifiesta. En ese entonces jugaba representando a la región de O’Higgins.

Pasaron 2020 y 2021. En el presente año, se presentó nuevamente al equipo dirigido por Juan Ignacio Armoa y esta vez le dieron el sí. En paralelo, Herrera ha jugado este tiempo en el Club Voley Salud Concepción y narra que “después de la pandemia todo fue intenso, hubo momentos de cuatro entrenamientos a la semana con pesas. Conllevar eso y la universidad fue duro”.

Pero la recompensa del trabajo físico y voleibolístico llegó, precisamente junto a su primer torneo como seleccionado universitario en el reciente nacional. “Fue súper reconfortante regresar, sobre todo por el ambiente que había. Volver a jugar, ver la Casa del Deporte con tanto público y, más que nada, volver a sentir el calor de la gente”, expresa.

El retorno es solo un eslabón dentro del gran logro que conseguiría. Sin embargo, tampoco tuvo el camino allanado. En el torneo que reunió a 14 establecimientos de educación superior, la U. de Concepción era el anfitrión y uno de los favoritos deportivamente, e hicieron gala de esa chapa cediendo apenas un set en toda la competición.

Joaquín comenzó la semana de campeonato sin gran protagonismo. “En partidos de cuartos o semifinales yo entraba principalmente para sacar por el central y defender”, consigna. En esas etapas eliminaron a Universidad Católica del Maule y Universidad de Viña del Mar, luego de una destacada fase de grupos.

La clave del éxito

En sus palabras, lo más relevante para la obtención del trofeo fue la unidad del grupo. “Me adapté bien, me acogieron y me apoyaron siempre. Me tiraban para arriba. Siempre es una competitividad sana, con todos nos llevamos bien, nos apoyamos siempre y detrás del que esté jugando, siempre habrá otro que quiera dar lo mejor de sí”.

Por supuesto, no olvida a los incondicionales. “Siempre debo agradecer ese apoyo que me han demostrado mi familia, mis compañeros de carrera -que me fueron a ver a todos los partidos- y mis amigos del club. Estaban súper contentos y orgullosos”, añade.

Para el futuro, entre la geología y el vóleibol, cree que seguirá “jugando de manera competitiva, pero no a nivel profesional. Y depende de cómo estén las lesiones, las rodillas igual pesan”.

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