
El análisis de los hombres morados en la derrota ante General Velásquez.
Vicente Bernedo: no tuvo tanto trabajo y solo responsabilidad en el primer gol, donde tal vez pudo hacer más ante el remate de Alegría. Dejó rebote y le quedó a Herrera para abrir la cuenta. Al final sacó un tirazo alto de López.
Matías Lagos: entró dormido, como toda la retaguardia, pero se fue afirmando y en el segundo tiempo fue de los que metió e intentó ser salida. Resbaló en el gol de Troncoso, tras pase profundo, y costó carísimo.
Lautaro Rigazzi: pilar de esta nueva línea de cuatro zagueros que había respondido bien ante San Marcos y Valdivia y, extrañamente, fue sorprendida dos veces de entrada. Puso la actitud de siempre y fue expulsado, de manera exagerada.
Maximiliano Riveros: cuando el equipo parece derrotado, es de los que mete el doble, empuja, se va arriba y hasta marcó el gol del descuento en un tiro de esquina. ¿Tiene algunos ripios? Sí, pero compensa con corazón.
Claudio Fernández: siempre va fiero a la marca y pide la pelota, aunque esta vez estuvo más impreciso en la salida y al final del segundo tiempo se quedó sin piernas.
Matías Toledo: Del Solar -aunque se sentó Guajardo en el banco- lo regresó a la titularidad, acompañado de otro “6” y la apuesta no resultó. Velásquez pasa demasiado rápido esa zona y se le notó la falta de competencia.
Christian Jelves: parecía que llegaba como central en lugar de Navarro y está jugando en la contención, pero esta vez no se vio nada cómodo. En el segundo tiempo cambiaron dos “6” por uno y Torres hizo la pega bastante mejor.
Fabrizio Manzo: le costó encontrar su juego, pero en el segundo tiempo fue el que llevó la pelota y tiró el equipo para adelante. No brilló ni estuvo en jugadas trascendentes, pero es de los que no le quema la pelota.
Joaquín Verdugo: todavía esperamos a ese creativo de la pretemporada y las primeras fechas. Demasiado poco para tanto talento. Otra vez a cuentagotas y salió cuando más había encontrado su ritmo.
Ignacio Sepúlveda: no es lo mismo ser uno de los dos puntas del equipo que el único. Fue la exclusiva salida por las bandas y Velásquez lo controló con facilidad. El 4-4-2 del “León” no funcionó como esperaban.
Juan Sebastián Ibarra: se le puede criticar que no es muy hábil o que falló ciertas situaciones, pero generó ocasiones y algunas sin recibir con ventaja. Girando por las suyas. Necesita volver al gol con urgencia.
Sebastián Torres: garra, buena ubicación y terminó solito haciendo la pega que intentaron hacer dos contención en el primer tiempo. Al final, se dio maña para ubicarse de central y también respondió.
David Henríquez: cuando Concepción volvió a sus esquema de tres atacantes se vio lo mejor del equipo. Definitivamente, no les acomoda ese dibujo, se hacen predecibles. Henríquez fue factor por su banda, preocupó y ayudó a inclinar la cancha.