Con un segundo tiempo demoledor, el Ancla goléo en la difícil cancha de Pilmahue y ahora va a El Morro por el penúltimo peldaño.
Un partido para alejar los fantasmas y volver a ser Naval. El equipo de Alejandro Pérez volvió a mostrarse como ese elenco sólido en defensa -cómo se notó la vuelta de Felipe Rivas- y también contundente en el ataque, sobre todo, después de un segundo tiempo donde intentaron por todos lados y no frenaron después del primer ni el segundo gol. Fue un 3-0 sobre Pilmahue que pareció un desahogo. Quedan solo dos fechas y el ancla llega a este remate en buen pie. Con el ánimo bien arriba.
Pero no era una salida fácil porque el local se jugaba mucho en la zona de descenso y el portero Sebastián Sierra fue importante, como en la tapada sobre Yerko Fuentealba, buen valor de los verdes. Aún así, en una primera etapa muy pareja, las ocasiones más claras eran del cuadro porteño, que no quería ni siquiera un nuevo empate, aunque Malleco había dejado puntos igualando antes 2-2 con Nacimiento.
Abrió la cuenta Michael Garcés, a los 57’, tras gran desborde de Matías Tapia que nadie pudo conectar y encontró al atacante detrás de todos. Y a los 76’ la tranquilidad tras un error en la salida que aprovechó Jonathan Valdebenito para ceder a Sebastián Garretón para decretar el segundo tanto. El último fue de Ignacio Flores poco antes del pitazo final. Todos los delanteros marcaron.
Cabrero quedó con 29 puntos, Naval 27, Mulchén 24 y Malleco 23. ¿El próximo partido? Sería el viernes en El Morro contra Tomé. Matemáticamente, Naval puede avanzar anticipado.