Recién asumida en el máximo sillón de la disciplina en el país, la representante de la Asociación de Curanilahue tiene clara su radiografía del presente de la actividad. Privilegiar a los deportistas y descentralizar el deporte asoman como prioridades.
Hace solo algunas semanas que María José Medina asumió como la primera presidenta en la historia de la Federación Chilena de Levantamiento de Pesas (Fechipe), y la segunda que actualmente ostenta el cargo en todo el mundo junto a la estadounidense, Paula Aranda.
Días vertiginosos, según relata, en los que además de varios eventos en Chile y el extranjero, ha debido lidiar con delicados temas administrativos legados de la gestión anterior. “Me encontré con bastante desorden en temas de proyectos. Es un trabajo arduo por temas monetarios que hemos debido arreglar, algo difícil porque en primera instancia nos entregaron todo en orden, con saldo a favor, pero hubo varias cosas pendientes que hemos debido ir arreglando en el camino y a velocidad de la luz. Porque hoy el IND está mucho más estricto para liberar los fondos y las federaciones deben tener todo en orden para postular a proyectos”, sostiene.
Pese a todo, la oriunda de Curanilahue reconoce que ha sentido un apoyo transversal de parte de parte del ambiente nacional. “Me he sentido respaldada en un 100 por ciento de parte de las asociaciones y sus técnicos, un buen recibimiento porque creen en el cambio y por eso votaron por una directiva distinta. De pronto hay resistencia de otros sectores, pero que era esperable porque soy la primera mujer presidenta”, sostiene.
La nueva presidenta de la entidad tiene claras sus primeras medidas, las que apuntan en un solo sentido: el bienestar de los pesistas. “Debemos mostrar una mayor preocupación por nuestros deportistas porque ellos son nuestro futuro, hay que entender que sin ellos no tenemos federación”, asegura.
En ese aspecto, María José Medina enfatiza en la gran debilidad que tiene actualmente la halterofilia chilena. “En alto rendimiento estamos dentro de los cinco mejores sudamericanos, pero fallamos en la formación y nos estamos quedando sin recambio, ese es nuestro gran talón de Aquiles. Por eso estamos apostando mucho a la formación, si bien no nos daremos cuenta en un año o dos años, pero quizás cuando culminemos nuestro periodo vamos a entregar una camada más amplia de deportistas; ese es nuestro objetivo”, dice.
De lo anterior se genera un paso decisivo que quiere dar junto a la comisión técnica y entrenadores: descentralizar el deporte. “Tenemos talentos y medallas, pero no se dan mucho a conocer por la centralización. Muchos de nuestros deportistas son de regiones y son los que han salido al extranjero a sacar la cara por las pesas, pero muchas veces lo que cuesta es el tema del financiamiento, mantenerlos en Santiago. De ahí que uno de los planes que tenemos en carpeta es que los concentrados se hagan también en regiones, que no necesariamente tengas que ir a la capital para entrenar con calidad”, expresa.
Y añade, “cuando desde el IND nos preguntaron qué quería este directorio, contesté que un cambio. No podemos seguir solo con María Fernanda Valdés y Arley Méndez, que son destacables y apoyamos al máximo, pero ¿Qué va a pasar después? No podemos estar toda la vida colgados de ellos, tenemos que estar trabajando en las otras generaciones”.
Así es como la mandamás comparte la gran meta que quiere cumplir a corto plazo, y que es recuperar talentos que se han ido por falta de recursos. “Algunos de ellos se fueron a entrenar al extranjero como el caso de Camilo Zapata, que está en México. Hay varios talentos que nos faltan netamente por situaciones administrativas, por falta de gestión o un tema económico, pero que tienen el corazón en Chile y debemos recuperarlos. Yo converso con todo el mundo, los deportistas tienen mi teléfono y todos son bienvenidos”, sentencia.