El Acero ya acumula 376 minutos sin recibir un gol y es la base de este buen momento que los tiene en zona de torneos internacionales. En Antofagasta jugó casi veinte minutos con diez hombres y algo se trajo.
Un partido que puede leerse de dos formas. Huachipato no pudo imponer nunca supremacía sobre el colista Antofagasta, más allá de que tuvo la pelota más que rival, pero también hay que destacar que con un hombre menos fue capaz de sostener el cero atrás, marca que logró en los últimos cuatro juegos. Este 0-0 lo mantiene en zona de Copa Sudamericana.
La visita amenazó con testazo de Gazzolo al travesaño a los 10’ y prácticamente nunca más, salvo una especie de “tijera” de Sánchez Sotelo a las manos del portero. El local, en tanto, amenazaba con dos clarísimas: un cabezazo desviado en solitario por López -Nieto le metió un par de buenos centros- y una entrada de Flores por el medio de la zaga que remató muy frontal.
Cañete se fue expulsado cuando llevaba 16 minutos en la cancha y los pumas se fueron encima en los últimos minutos. Dos salidas en falso de Castellón pudieron costar goles, pero Ledezma y López no pudieron romper el muro que Salas ya construyó en serio.
Huachipato sigue sumando, tal vez este punto se más bueno de lo que parece.
Antonio Castillo es sinónimo de paciencia. Siempre esperando su oportunidad, trabajando en silencio y en los dos últimos partidos no ha sido un jugador secundario, sino pieza importante. Ante los nortinos se fue bien en ataque, pero lo mejor estuvo en defensa. Dos veces parchó errores de posicionamiento de sus zagueros, como una donde evitó que Uribe patear de frente al arco. Para culminar su buena jornada, en tiempo extra puso la pierna justo a tiempo para evitar que Ledezma abriera la cuenta. Cuatro partidos consecutivos sin recibir goles, Castillo también tiene parte de culpa.
Este cartel puede ser para Marcelo Cañete o bien para el árbitro Ángelo Hermosilla. El volante llevaba 16 minutos en la cancha y estaba siendo protagonista, pero perdió una pelota en la zona media contra Ahumada y no pudo tomarlo arriba, así que lo golpeó abajo. Una “raspadita”. El juez del encuentro lo pintó de amarilla, pero al revisar la imagen determinó que era muy poco y lo cambió por tarjeta roja. No protestó mucho el jugador argentino, pero viendo las imágenes de televisión parece una decisión exagerada.
Antes del cuarto de hora, Huachipato tuvo su llegada más clara al arco rival y no repetiría ninguna parecida. Montes, que se ha transformado en un muy confiable ejecutante de balones parados, patea un tiro de esquina y Benjamín Gazzolo anticipa para meter un tremendo cabezazo que pega en la escuadra y se va desviado. Era golazo, por el tremendo gesto técnico del zaguero. Fue clave porque en todo el encuentro, la visita contó con apenas dos situaciones para marcar y si el acero te hace uno es muy difícil sacárselo.
Antofagasta metió a Huachipato en su arco durante los cinco minutos de tiempo de agregado y se generó dos situaciones clarísimas para romper el cero. Primero, a los 93’, con una mala salida de Castellón que quedó en pies de Ledezma. El “Titi” remata sin portero enfrente y Castillo sacó un gol inminente. A los 95’ López falló un testazo de manera increíble.