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Constanza Hernández: Un ejemplo de que para el que cree, todo le es posible

La joven alumna de la USS, dice ser una bendecida gracias al deporte. Apasionada del balonmano, cursa segundo año de Pedagogía en Educación Física y es monitora de las series menores en su club. Una historia de esfuerzo recompensado.

Por: Samuel Esparza 04 de Abril 2022
Fotografía: Cedida.

Es tanta la pasión de Constanza Hernández (20), que una entrevista que debía durar 10 minutos se extiende a 40. Y es que esta valdiviana de nacimiento, sampedrina adoptiva, tiene mucho qué contar.
Desde sus inicios en el balonmano, a los 14 años, cuando entró a un taller del colegio Juan Bosco. Dos semanas después el profesor le pidió armar un equipo para enfrentar a las más antiguas y aunque perdió, dio pelea como arquera. Eso bastó para engancharse de por vida con la disciplina.

“Nos invitaron a entrenar y aunque con el tiempo quedé sola, no me desanimé pese a tener todo en contra, partiendo por mis papás quienes no gustaban que llegara tarde de las prácticas”, expresa.
Pero siguió adelante y como no tuvo espacio en el equipo de los Juegos Deportivos Escolares, reforzó a Michaihue que fue subcampeón provincial. A punta de actitud y compromiso, se ganó un lugar en el Vieux Gaulois de Patricio Polic.

Tanta fue su evolución, que en un corto tiempo fue nominada a la preselección chilena por el técnico Felipe Barrientos, el mismo que clasificó a la ‘Rojita’ al Mundial Junior de Eslovenia. “Fue una experiencia inolvidable. Felipe me decía que podía ser figura en la selección, me enseñó muchas cosas técnicas y tácticas, pero también como persona, lo veo como un referente”, asevera.
Un auspicioso paso por la selección que se cortó de forma abrupta. “No pude seguir por falta de dinero, tenía muchas opciones de llegar lejos, pero mis papás pasaban por un periodo económico crítico. Con suerte tenía para la micro, iba al colegio y a las prácticas caminando, así es que le dije al profesor que no podía seguir. Fue doloroso, lloré mucho”, relata.

Recompensa al esfuerzo

Pero la vida da revanchas y, a su corta edad, Constanza bien lo sabe. Jamás dejó de entrenar, se mantuvo firme en los Viejos Galos donde destacaba como una aguerrida portera. “Mis profes me felicitaban porque aunque recibiera pelotazos en la cara, yo seguía igual, tenían que sacarme aturdida de la cancha pese a jugar frente a hombres. Hasta el día de hoy tengo ese espíritu”, dice.
Con el equipo penquista jugó el nacional destacando como arquera y pivot. “Nos medimos contra la metropolitana, Valparaíso, entraba de pivot y me ponía los pantalones encima del short para ir al arco. Siempre me enseñaron a manejar hartos puestos, así es que cumplí”,

Algo que sería clave cuando, debido a una lesión de rodilla, se vio obligada a dejar el arco para siempre. “Me lesioné la rótula, estuve tres meses parada tiempo en el que no me desconecté, vi todos los partidos de Chile y le dije a mis padres que seguiría jugando, aunque fuera en otro puesto”, cuenta.

Así comenzó su historia como pivot, ahora como flamante jugadora del Club Unión Juan Bosco entrenado por Alexie Aeleoiza. “Tanto mi profe de fundación como del club vieron mi potencial, que soy fanática del handbol. Me motivaron para unirme al staff técnico, así es que me capacité, hice el curso y me certifiqué como monitora en series pequeñas. En el verano partí como prueba y pronto me uniré al equipo técnico”, resalta.

Paralelo a ello, el 2021 ingresó a estudiar Pedagogía en Educación Física a la USS, situación que la tiene feliz. “ Siempre me gustó estudiar esta carrera, apoyar a los niños, enseñar especialmente en el área del balonmano y me gustaría dedicarme a eso. Y esta puerta me la abrió el deporte, jamás habría hallado mi vocación sin el balonmano. Mi universidad me becó como deportista destacada gracias a lo cual solo estoy preocupada de estudiar y hacer el deporte que amo”, agradece.

El año pasado pudo jugar sus primeros partidos con la USS en el regreso parcial de Adesup, apronte para esta temporada en que se anuncia el retorno definitivo de la competencia. “Solo quiero jugar, voy a darlo todo para representar lo mejor posible a la universidad que me dio la opción de una nueva vida. El deporte me lo ha dado todo, soy fiel creyente de que cuando uno cree, todo es posible. Así es que cuando parta el torneo daré el mil por ciento para hacerme valer como deportista”, asegura.

“Es un torneo donde participan grandes equipos, me encantaría vivir la experiencia de un nacional universitario, es nuestra expectativa. Tenemos equipo, este año llegaron muchas y excelentes jugadoras para lograrlo”, añade.
Lo anterior, solo el más inmediato de los objetivos de Constanza, que no para de creer. “De seguir en esto, y si Dios me lo permite, mi meta es jugar profesionalmente en la liga española de balonmano. Y después, derivar en entrenadora, capacitarme en la Real Federación Española y terminar de estudiar en Chile. Porque ese es mi sueño, jugar hasta que pueda para después formar nuevos jugadores en este deporte tan especial y con tanto futuro en el país. Sé que es posible”, sentencia.

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