Guiado por Manzo y con goles de los sobrevivientes Ramírez y Vargas, Deportes Concepción mostró buen fútbol, ataque contundente y solidez cuando debió refugiarse. Notable 2-0 sobre Cauquenes.
El hincha extrañaba comenzar un año tranquilo, pero más que eso. Echaba de menos un arranque para ilusionarse y no solo por el resultado, también por el fútbol y actitud de sus jugadores.
Deportes Concepción cumplió con todos los objetivos de un debut que no era fácil, ante un Cauquenes que venía de eliminar a Rangers en Copa Chile. Los lilas fueron superiores y ganaron claramente por 2-0, pese a jugar 35 minutos con un hombre menos. Aplausos que son un desahogo, la carrera recién comienza.
De entrada, el local demostró que no especularía y pudo marcar con tirazo de Fabrizio Manzo al travesaño. El volante estuvo en todos los sectores de la cancha y fue el más regular juntándose con Verdugo, con Rigazzi y con Vargas. Los morados llevaban dos años sin regalar buen fútbol, sin tocar demasiado la pelota al medio, corriendo detrás de los rivales. Esta vez fue distinto y pudo abrir la cuenta con otro zurdazo de Alexander Bolaños al primer palo y un derechazo blandito de Verdugo tras gran desborde de David Henríquez.
Los extremos Henríquez y Bolaños volvieron a juntarse en un centro pasado de David que el ecuatoriano elevó con incómodo testazo. Ambos alternaron buenas y malas, pero siempre fueron alternativa de pase y abrieron la cancha como seguramente lo pide Del Solar.
¿Y Cauquenes? Apenas un par de remates altos de Diego Vallejos, pero muy lejos del arco. Por eso cuando el “León” abrió la cuenta daba la sensación que se acababa cualquier tipo de lucha. Y fue golazo, tras un balón larguísimo que Manzo pivoteó de cabeza para el “Arcángel”, quien definió bajo la salida del guardameta, a los 50’. Ahí debía soltarse el anfitrión, pero el partido cambió de golpe.
Sí, porque a los 57’ se fue expulsado Henríquez por una falta sobre Álex Díaz que le dio aire a Independiente. Los rojos tomaron el control de la pelota y obligaron a que Del Solar moviera varias piezas, sacando a Vargas y luego a Verdugo y Bolaños. Pero la visita era más lo que controlaba que el daño que hacía. Concepción se cerró muy bien, cortó el juego donde había que hacerlo y ganó todos los balones divididos por arriba y por abajo.
Daba la sensación de que había que aguantar el uno a muerte, pero quedaba una más y Fabián Ramírez definió de gran forma, a los 78’, un zurdazo sobre la salida de Julio. Para gritarlo con todo. La visita pudo descontar con Díaz, que tenía muchas ganas de marcarle a su ex equipo y azotó el horizontal. Fue un gran triunfo, pero sobre todo una gran muestra de que hay con qué. El hincha al fin puede dormir en paz.