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Un paso más en el duro camino para emparejar la cancha

Si los procesos avanzan al ritmo esperado, entre 2025 y 2026 todas las jugadoras deberían tener contrato gracias a la nueva ley, que les garantizará condiciones de trabajo y sueldo de forma más profesional. Protagonistas valoran el avance que significa este proyecto sobre todo para las nuevas generaciones, aunque también tienen claro que, debido a los costos que implicará, puede pasar que algunos clubes opten por no desarrollar ramas femeninas a este nivel.

Fotografía: Andrés Oreña P.

Queda mucho por hacer aún. Sigue pasando que, en su mayoría, quienes son parte del fútbol femenino chileno, en el ámbito llamado profesional, no cuentan con las condiciones mínimas para desarrollarse como corresponde. Por ello, la aprobación del proyecto que obligará, en un plazo de tres años, a los clubes a tener contratadas al 100% de sus jugadoras sin dudas que es un tremendo paso en el camino de emparejar la cancha para las mujeres que se dedican al deporte más popular del mundo.

El pasado 21 de marzo, la Cámara de Diputadas y Diputados aprobó, casi unánimemente, las modificaciones que introdujo el Senado al proyecto sobre profesionalización del fútbol femenino en Chile. Así, se exigirá a los clubes que contraten de forma gradual a sus jugadoras, además de pagar la respectiva remuneración a las deportistas que sean parte del torneo nacional: durante el primer año se ordenará la contratación de al menos un 50% de las futbolistas, en el segundo aumentará a un 75% y finalmente llegar a un 100% en el tercer año. Cabe destacar que en la actualidad sólo un 4,4% de jugadoras tiene un contrato laboral con el club al que pertenece y por ende acceso a seguridad social, beneficios laborales y, principalmente, la posibilidad de dedicarse completamente al fútbol.

Para apoyar esta iniciativa, también se estableció que durante 5 años las sociedades anónimas deportivas profesionales podrán acogerse a la ley de donaciones y, además, podrán postular a proyectos con el fin específico de desarrollar el fútbol femenino.

El proyecto comenzó a tramitarse hace tres años, y por ello al concretarse finalmente provocó alegría y satisfacción en el mundo del balompié femenino y del deporte en general. Erika Olivera, diputada que participó en la gestación de la iniciativa, comentó que “estamos muy contentas, y ojalá pase poco tiempo para que se promulgue, se publique en el Diario Oficial y entre en vigencia. Es un triunfo sobre todo para las mujeres que se han dedicado por años al fútbol femenino y que dieron lucha y se mantienen apoyando, como la Asociación Nacional de Jugadoras de Fútbol Femenino (Anjuff)”.

Sobre los alcances de la normativa, la parlamentaria destacó que “la obligatoriedad de firmar un contrato entre los clubes y las jugadoras que se dedican al fútbol profesional. Ese es el primer objetivo del proyecto, que deba existir ese acuerdo. Gracias al estudio que hizo la U. de Chile con Anjuff nos pudimos dar cuenta que la cantidad de mujeres con contrato es mínima. El proyecto se presentó en 2019, y pocos avances hubo en ese sentido hasta ahora. Permitirá equiparar un poco la cancha, pues sabemos que falta mucho en otras cosas, como infraestructura y equipamiento”.

Garantizar lo mínimo

La labor de Anjuff ha sido clave en la visibilidad del fútbol femenino nacional, y también en apoyar instancias como la ley recién aprobada. Javiera Moreno, directora del organismo, comentó que “estamos muy contentas, es algo que venimos trabajando hace mucho tiempo. Fueron más de tres años en mesas de trabajo con todos los ministerios para ver la factibilidad de que se concretara, realizando posibles alternativas. Es un hito histórico y sentimos que es un precedente para profesionalizar el fútbol femenino. Entendemos que con el contrato no arreglamos todos los problemas, hay muchas carencias que se deben seguir desarrollando para así realmente ser una actividad profesional”.

Sobre cuándo entrará en vigencia la normativa, indicó que “cuando se promulgue y se apruebe en el Diario Oficial, lo cual no tenemos certeza cuándo se va a hacer, pasan seis meses para que empiece a correr el tiempo del primer año, donde el 50% de las jugadoras tienen que estar contratadas, al siguiente año un 75% y al tercero el 100%. En 2025 o 2026 debería ocurrir esto último”.

Si bien en el proyecto se habla de las sociedades anónimas, Moreno aclaró que “se estipula que son todas las organizaciones deportivas profesionales, y con eso se incluye a las corporaciones que aun quedan. Todo equipo que participe dentro de las competencias de la Anfp estará en la obligación de hacerlo”.

Junto con destacar que la fiscalización del cumplimiento de la ley estará a cargo del Estado -”igual como Anjuff claramente fiscalizamos porque tenemos permanente contacto con las jugadoras y ellas nos van avisando de cosas y de lo que podemos hacer en terreno”- , la directora de Anjuff indicó que tiene claro que la normativa puede traer como consecuencia que algunos clubes opten por no tener ramas femeninas para competir en el alto nivel.

“Lo asumimos, totalmente. Es un análisis que hicimos y lo evaluamos, y creemos que es lo que pasa en otras ligas. A la hora de sumar y restar, sí sentimos que no será viable tener un campeonato con tantos equipos. Si ves grandes ligas de otros países en el fútbol femenino, no hay más de 12 elencos participando”.

En esa línea, Moreno añadió que “sabemos que existen muchos y se opta por tener una liga con menos pero que aseguren las condiciones dignas. En ese sentido, también hay que analizar las opciones de fomentar otros torneos: potenciar la Primera B, que haya un rol más cercano con Anfa y poder tener una liga amateur que sea un semillero importante y poder reactivar otras competencias. Deber ser relevante lo que sucede con el fútbol a nivel escolar y universitario”.

Más allá de todo lo anterior, la directora de Anjuff reconoció que lo más significativo es lo que esta normativa representa para las nuevas generaciones:que puedan vivir de jugar fútbol. “Por supuesto, es lo que esperamos. Tener esta posibilidad y que no sea un sueño, sino una realidad. Hoy en día hay jugadoras que tienen ese privilegio, una minoría acá en Chile. Vamos a generar un impacto muy grande a nivel social y dejar de lado ese estereotipo de que el fútbol profesional es sólo para hombres”.

Presente y futuro

Martina Oses es jugadora de Fernández Vial y acaba de clasificar con la selección al Mundial Sub 17. Para ella, “esta ley es una muy buena noticia para nosotras y las nuevas generaciones, que podemos mirar el fútbol de otra forma, pensar en dedicarnos a lo que nos gusta. Algunas llevan muchos años trabajando para que esto se profesionalice, algunos clubes empezaron de a poquito y ojalá otros equipos hagan lo mismo. Vial está haciendo las cosas bien hace rato, igual que algunos de Santiago. A mí me gustaría ser profesional pero igual voy a sacar mis estudios, creo que es mejor tener algo seguro. Mi familia es de futbolistas y sé cómo es esta carrera”.

Daniela Ceballos, jugadora de la UdeC, comentó que “lo que ocurrió es un paso gigante porque hay un plazo determinado legalmente para que todas tengan contrato de aquí a tres años y nos pone muy contentas porque conocemos cómo ha sido este camino, con muchas precariedades, esfuerzos personales y una disparidad con el fútbol masculino que sigue siendo grande. Hace diez o siete años no se podía. Muchas compañeras se retiraron del fútbol porque había que pagar las cosas de la casa, porque tenían otro trabajo y no podían con las dos cosas. Algunas se retiraron porque tuvieron una lesión y no había seguro que las cubriera. Así de precario”.

Además, agregó que “el gran cambio es cultural, porque ya no te discriminan en el colegio por jugar fútbol como si fuera algo malo, las familias te apoyan, lo ven como algo normal. Antes no era así. Hoy ves una prueba de jugadoras y llegan muchas chicas, eso es un cambio real. Además, esta ley obligará a que ya no te entreguen lo que llaman aportes económicos, sino que un sueldo. Por lo menos el mínimo, como en cualquier trabajo. Es una avance importante”.

Paula Andrade, entrenadora de la UdeC, afirmó que “cambia el escenario pero será de forma gradual . Tienen el primer año para poner en un 50% a las jugadoras con contrato. El segundo año deben ser el 75% y para el tercero tener completado el 100% de plantilla. Ahora habrá que ver bajo qué condiciones se gestionan esos contratos y los beneficios que tendrían para buscar esa mejora de rendimiento deportivo al final, que es una parte. y lo otro tiene que ver con el criterio de valorar el trabajo de las jugadoras”.

En esa línea, agregó que “hubo cosas que no se hicieron antes, pero desde mi punto de vista no sacamos nada con pensar en ello sino más bien trabajar pensando en el presente y tirando lineamientos para el plan con objetivos a corto, mediano y largo plazo. Ahora el fútbol puede ser visto como una carrera, aunque las niñas pequeñas siempre lo ven como un juego y creo que eso es primordial. Nunca deben dejar de entretenerse. Pero sin duda lo ven como algo más accesible y que en cierto momento de su vida puedan apostar por su carrera como futbolistas”.

Por ese camino

A nivel local, uno de los clubes que ya avanzaba en profesionalizar su rama femenina más allá de esta ley es Fernández Vial.Su gerente general, Felipe Sáez, indicó que “esto ya estaba en nuestro plan de desarrollo, más allá de esta ley que hará que los clubes tengan una obligación de hacerles contrato. Hemos avanzado en eso, con alojamientos, aportes económicos y también algunos contratos, pero siempre hemos tenido claro que es de ahí para adelante. Nunca hemos tercerizado gastos ni lo haremos. Creo que a nivel nacional, Palestino, Morning y la U son los que más han avanzado en este punto y después venimos nosotros. Eso lo saben las jugadoras y por eso quieren venir a Vial”.

Sáez añadió que “hoy las sociedades anónimas no pueden postular a fondos concursables, pero aprobada esta ley podrían hacerlo, con dinero que vaya directamente al fútbol femenino y a su formación. Ayudará mucho, aunque hay clubes que tendrán que partir de cero. Incluso Católica, que es campeón de Chile masculino, pero sus jugadoras tienen que pagar por participar. Tiene que ver con la visión del club y nosotros siempre hemos apuntado a profesionalizar”.

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