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Constanza, entre las Leyes y el desborde por la banda derecha

“Coni” Provoste practicaba karate de niña, pero cambió de patadas para darle a una pelota de fútbol. Tuvo su debut con la UdeC que juega Anfp, en un amistoso contra Colo Colo, pero tuvo que decidirse por el estudio y la liga universitaria, en la USS.

Por: Paulo Inostroza 21 de Marzo 2022
Fotografía: Cedida

Llegó a los 16 años a la Universidad de Concepción, con el sueño de ser futbolista profesional. Pasó todas las etapas y logró jugar por el primer equipo. También conoció la otra parte de este deporte a nivel femenino, las dificultades e incertidumbre. Por eso Constanza Provoste tuvo que decidirse por el estudio y cursa Segundo Año de Derecho en la Universidad San Sebastián. Le va bien y estudia concentrada cada libro, pero interiormente ese sueño sigue ahí. Quiere volver, quiere vestirse de corto y desbordar otra vez en las ligas mayores.

Como muchas niñas, practicó y probó otras disciplinas hasta elegir la que más le gustaba. “Cuando era más pequeña lo mío era el karate. Practicaba y competía. Incluso, fui a Santiago, pero era raro porque sentía que no me gustaba tanto, aunque sí creo que en esa etapa de mi vida me ayudó en la parte física y también a ganar en resistencia, musculatura. Ese tipo de cosas. Es importante hacer siempre algún deporte cuando una es más chica”.

Pero ya en ese tiempo el balón de fútbol le llamaba la atención y, paralelamente al karate, metía patadas a la red. Veía cómo se inflaba llena de gol y pensaba locuras, como que el fútbol pueda ser más que un pasatiempo “Desde que estaba en el colegio que me gusta mucho el fútbol y siempre jugaba con mis vecinos, con los amigos. Jugué harto futbolito y ahí me acomoda mucho ubicarme del medio hacia arriba. Ahora, en cancha de fútbol grande, mi posición es de lateral derecho. Ahí es donde mejor me siento”.

En la Universidad San Sebastián no ha podido jugar aún a nivel Adesup, se está recién integrando, pero con la motivación a tope. La “Coni” advierte que “por todo lo que ha pasado con la pandemia, recién me sumé a fines del año pasado y la verdad es que era bien fome estar sin jugar, sin poder competir. Yo creo que estábamos desesperadas por entrar a la cancha, por conocernos bien, aunque ubicaba ya a varias chicas de otras carreras, por mi etapa en la UdeC. Creo que tenemos buen equipo y las jugadoras más antiguas venían entrenando on line. Ojalá este año todo se haga con mayor normalidad”.

Camino auricielo

Sabe que la liga universitaria no es nada fácil. En la zona hay un adversario fuerte, al que todos quieren bajar, y es uno que conoce bastante bien. Constanza señaló que “Tengo claro que la UdeC es el equipo más veces campeón a nivel Adesup y me han dicho que nosotros somos históricamente su rival más fuerte. Que en los partidos entre la UdeC y la San Seba a veces se define todo. La competencia es súper intensa, el nivel ha subido mucho y hay hartas chicas de los clubes profesionales. Nosotras tenemos compañeras con muy buen estado físico y hay que tener ojo con otras universidades que igual se han ido armando bien”. El equipo es dirigido por Alejandro Osses.

Y los colores de la UdeC también le sientan bien, pues ahí estuvo hasta hace muy poco, pero en el equipo que compite en la liga profesional, y apuntó que “llegué ahí el 2018 en una prueba masiva de jugadoras, recuerdo que eran muchísimas, y quedé. Tenía 16 años y soy una agradecida del cuerpo técnico y de todo lo que me enseñaron. Partí en la serie Sub 17 y luego me tocó hacer esa transición a la categoría adulta, donde pude debutar en un partido amistoso. Fue el 2020 contra Colo Colo en la cancha de Los Álamos. Una experiencia increíble”.

En eso, se mezcló la pandemia con el ingreso a la universidad y explica que “Derecho es una carrera que demanda mucho tiempo y se me iba a hacer muy complicado dividir mis tiempos entre fútbol y estudios. Seguramente, por hacer bien una cosa iba a hacer mal la otra. Creo que fue lo correcto porque me ha ido bien en Derecho, pese a lo difícil que es. Este año ya es pensando en una vuelta a clases más normal y también con harto fútbol a nivel universitario”.

Tuvo que decidir, porque las circunstancias también obligan a hacerlo. ¿Se puede vivir del fútbol? “Es muy difícil porque aún nos falta mucho para profesionalizar el femenino. Los clubes todavía priorizan el masculino y todo lo que invierten va destinado hacia allá. No hay contratos, las chicas hacen casi todo por las suyas y eso te genera incertidumbre si te quieres dedicar en serio. Eso también influye en las decisiones que una toma. Tal vez si fuera distinto habría intentado hacer las dos cosas”.

Pero evita el portazo y prefiere dejar la puerta junta. Porque mira hacia adentro y sabe que, en el fondo, quiere estar ahí. Aunque sea un rato más. “Claro que me gustaría volver. No sé si a la UdeC, pero cuando veo un partido, miro a las chicas ahí en Collao, con tremendo estadio, claro que dan ganas de jugar. Mentiría si dijera que no”.

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