Los futbolistas Gonzalo Mosquera y Javier Contardo desmenuzan las tristes consecuencias del actual reglamento de Segunda y Tercera División, que castiga a los deportistas por cumplir años y crecer.
Desde hace un par de años da la impresión que crecer y cumplir años es un pecado total para los futbolistas chilenos. Tanto en Anfa (Tercera División A y B) como en la Segunda División son cientos los deportistas que deben convivir con reglamentos que entorpecen sus carreras futbolísticas a temprana edad.
En el caso de Tercera División, por ejemplo, desde 2022 el torneo podrá contar sólo con futbolistas hasta los 23 años. Una medida que, sin duda, perjudica a muchísimos jugadores que abruptamente se van a quedar sin trabajo por el simple hecho de crecer. “Desde que tengo memoria me dedico al fútbol, fui uno de los mejores arqueros del año pasado, pero estoy a dos semanas de quedarme sin equipo”, cuenta el portero Javier Contardo, quien con Provincial Ranco peleó el ascenso hasta la última fecha hace un par de semanas.
El formado en Huachipato dijo además que “tengo amigos de otros países y esto sólo pasa en Chile. No puede ser que pasando los 23 años ya no puedas jugar en Tercera y en el caso de Segunda, lo mismo con 26. En Argentina, por ejemplo, hay muchas divisiones y en todas está lleno de jugadores de hasta 40 años, y no pasa nada. Esto es algo ilegal y una discriminación al derecho de trabajar. En mi caso no tengo hijos ni una familia que mantener, pero tengo compañeros que sí. Hoy a lo único que puedo optar para seguir con mi carrera es ir al extranjero, pero no todos tienen esa opción”.
Contardo dio la vuelta larga para lograr continuidad en Provincial Ranco. Tras formarse en el acero, ser citado en un par de ocasiones al primer equipo y compartir junto a Felipe Núñez, Yerko Urra y Carlos Lampe, el arquero pasó por Iberia y Fernández Vial antes de ser figura en el sur del país. Sin embargo, tan sólo por crecer, podría terminar muy tempranamente su carrera en el fútbol. “El arquero explota como a los 27 años y los mejores ejemplos son el “Zanahoria” Pérez y Gabriel Arias, que a los 30 años llegaron a la selección, pero antes tuvieron que dar una vuelta larga y ahora juegan en equipos grandes. No se puede creer lo que pasa acá, y después buscan que a los equipos chilenos les vaya bien en la Libertadores, Sudamericana y casi que ganemos otra vez la Copa América. Por este tipo de medidas no hay recambio”, asegura el portero.
En el caso de Segunda División, hoy los clubes pueden contratar a cuatro jugadores libres de edad más un extranjero. El restante plantel estará conformado por jugadores Sub 25. Aquello lógicamente tiene complicado a muchos jugadores que hoy no tienen club. Uno de ellos, por ejemplo, es Gonzalo Mosquera.
El ex Deportes Concepción está entrenando en el Sifup a la espera de que todo se resuelva, idealmente, en las próximas horas. “Hay un par de equipos que me han llamado, pero todo depende de si se modifican los reglamentos. Ni siquiera tengo otra opción, o liberan el tema, o no me contrata nadie. Como dijo un día Maradona, nos están cortando las piernas. Esta división está botada, pareciera que a nadie le interesa”, dijo el defensa.
Muy distinto a lo que se pudiese pensar, la realidad de los futbolistas que compiten en categorías como Tercera o Segunda División, dista mucho económicamente del buen presente que viven deportistas de Primera o que disfrutan de jugar en el extranjero.
“En esta división no se gana plata, al contrario, se pasa hambre. Y más aún si tienes familia, es casi un pecado jugar en Segunda. Acá no se vive del fútbol y nadie gana plata, el objetivo es tener un buen año y dar el salto a Primera B o Primera. Deben ser uno o dos los clubes que pagan relativamente bien, aunque solamente a un par de jugadores de cada plantel. En mi caso, además, soy defensa, lo que es peor. Casi siempre los cupos libres de edad suelen utilizarlos en un “10” o un delantero”, cerró Mosquera.
Hoy puede ser un día clave, por lo menos, para el futuro de los cupos libres de edad en Segunda. En un Consejo de Presidentes se votará la opción de aumentar de cinco a ocho las plazas de jugadores. Aquello, sin duda, sería un enorme respiro para alrededor de 120 jugadores que sólo esperan un gesto de flexibilidad para poder seguir trabajando en lo que siempre han hecho.
¿Y en Tercera? Al ser amateur, el Sifup no puede intervenir ni en la Tercera A ni B. Por ahora, cientos de jugadores esperan un milagro para continuar sus carreras y no quedar abruptamente en el camino.