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Cómo se enfrenta el retiro en el deporte

“No quiero vivir con dolor”, dijo hace poco el tenista Juan Martín del Potro, que debió dar un paso al costado por las lesiones. En Chile, muchos futbolistas deben hacer lo mismo por el límite de edad en algunas categorías y no tener ofertas. Esa es una forma de decir adiós, pues también hay deportistas que lo planifican y lo asumen como un proceso natural, sin sufrimientos. Sin embargo, también hay otros que alargan su carrera por no saber qué hacer y no terminan de bien. Voces de diferentes disciplinas cuentan sus experiencias y desde el área psicológica se recomienda tener presente el tema, pues nunca se sabe con certeza cuando llegará el final del camino.

Por: Ricardo Cárcamo - Samuel Esparza 14 de Febrero 2022
Fotografía: Andrés Oreña

“Es un momento que no quería que llegara nunca. La salud me lleva a tener que tomar una decisión poco convencido. Hice demasiado esfuerzo en estos dos años y medio para poder cumplir otro milagro. A mi entorno le explique que no tengo las fuerzas para salir adelante. Lo di todo”. Tras caer en la primera ronda del ATP de Buenos Aires, ante su compatriota y amigo FedericoDelbonis, el argentino Juan Martín del Potro dijo adiós. Puso el cintillo que lo acompañó toda su carrera en el centro de la malla, lloró y se despidió del tenis. No cerró totalmente la puerta, pero las dolencias no lo dejan tranquilo hace tiempo, y optó por dar un paso al costado.

Lo sucedido con Del Potro es una de las maneras de retirarse en el deporte:por las lesiones. Ahí, lógicamente se da una situación donde la preparación no es la ideal, más allá que pueda asumirse en un momento. En Chile, ello pasa con frecuencia en el fútbol, pues en varias categorías existe límite de edad (Segunda yTercera) que no permiten que jugadores que no tengan ofertas de Primera oPrimera B sigan en actividad.

Junto con esas formas de retiro, también se pueden mencionar otras dos:cuando el deportista lo planifica, asume que ese momento llegará y se prepara, así cuando debe hacerlo toma la decisión muy consciente y listo, dentro de lo que puede anticiparse, para iniciar “la segunda parte de su vida”; y también están los casos donde la carrera se alarga casi innecesariamente, por no saber qué hacer a futuro. Como se dice comúnmente, el deporte deja al atleta, y no al revés.
Más allá del escenario, lo cierto es que abandonar una actividad que se practicó por años, incluso décadas, nunca será sencillo.

Distintos casos

Patricio Briones jugó básquetbol hasta bien pasados los 40 años. “El retiro lo llevé de manera muy natural. Nunca me sentí incapaz de seguir, nadie me menospreciaba tampoco. El recambio es fundamental y con los años uno debe entender su posición en el equipo. Antes era la pieza determinante, después debes hacer un trabajo puntual, pero tampoco eres una figura decorativa. Tienes que dar menos minutos, pero de calidad. Con el tiempo tuve que entender qué puedo hacer y qué cosas ya no puedo. Debes llevar a los jóvenes en los momentos del partido donde se necesita oficio. Ahora, hay un momento en que sale más barato tener un joven que haga lo mismo que tú. Y tienes que masticar eso, procesarlo y digerirlo. Yo me retiré, pero volví un periodo corto porque sabía que aún podía. Eso me dejó un saborcito bien dulce”.

Para el futbolista Javier Bustos, estar fuera de la actividad no fue programado. “Acá está muy complicado el tema del retiro porque hay muchos chicos que están dejando el fútbol a los 25 años. Algunos tuvieron mala suerte o pocas oportunidades, pero les queda harta cuerda. El límite de edad en Segunda es la gran traba. Yo me tuve que retirar a los 26 años, después de jugar en Melipilla. En Chile es el único país donde existen estas restricciones laborales que, en cualquier otra pega, parecerían descabelladas. No está bien. Yo no quería retirarme, pero me llamaron de General Velásquez y me ofrecían 400 lucas y pensión, para uno que ya tiene su familia hecha es poco. En nuestro fútbol todo está manejado por representantes, amigos, los jugadores que van con el mismo técnico. El que queda afuera no siempre es porque no tenga capacidades”.

Una situación similar vive el también futbolista Humberto Bustamante, quien entrena con el Sifup a la espera de alguna oferta. “Terminé en San Antonio en febrero del año pasado. Después me fui a Puerto Montt y tuve un problema personal con el entrenador Felipe Cornejo, quien me terminó echando del club. Ahí me quedé sin equipo hasta la fecha, y ahora llevo dos meses entrenando con el equipo del Sifup en Santiago. Eres cupo en Segunda, eso es una barrera que limita a hartos jugadores. Es algo que todos comentamos, para los jóvenes y los que somos un poco más grandes…Tengo 32 años, los equipos de Segunda se empiezan a armar, uno ve que se ocupan los espacios de los cupos y se van terminando las posibilidades. En mi caso quiero seguir jugando, he puesto lo mejor de mí estos últimos meses, tratando de estar bien físicamente y con todas las condiciones para tener club. Pero si no se me da debo buscar alternativas, reinventarme”.

En el atletismo, Aquiles Zúñiga también se vio forzado a dar un paso al costado, pero por otros motivos. “Tuve una lesión complicada y accidente automovilístico grave. Ahí viene la desmotivación. Ya venía de una para cuando me bajaron de los Panamericanos 2015. Por mi lado fueron varias cosas que me llevaron hasta hoy a estar retirado, aunque todavía no lo asumo por momentos. Llevo cuatro años parado pero nunca me preparé para decir me retiro. Varias cosas me hicieron salir casi sin darme cuenta”.

Verse obligado a retirarse es aún más complicado, indicó Zúñiga. “Por supuesto que sí. Si me preguntas de frente, no he asumido que estoy retirado al 100%. De repente pienso en volver, pero es difícil. Para eso se necesita ayuda, y el 99% de mi carrera nunca trabajé con un sicólogo deportivo, solo con mi entrenador tratando de estar fuerte física y mentalmente, y eso pasa la cuenta. Una de mis lesiones fue cuando me quebré en Uruguay representando a Chile en un Grand Prix sudamericano. Estuve tres días quebrado allá, si me operaba tenía que hacer un tremendo papeleo y costearlo yo. Me aguanté con pastillas de ibuprofeno hasta volver. Ahí supe la importancia de un seguro de salud y otras cosas. Sin respaldo cuesta mucho llevar una carrera deportiva en Sudamérica en general fuera del fútbol”.

¿Seguir ligado o no?

Para la gran mayoría, el deporte es una pasión y por ello cambiar de actividad es difícil. “La vida sin básquetbol sería muy rara. Siempre ha sido mi vida, mi pasión. Me cuidé para seguir un buen tiempo porque para llegar a los 46 y más tienes que comer bien, dormir bien, trabajar duro y no tener lesiones. La única lesión grave que tuve no fue en mi última etapa sino que el 2005, con una luxación de hombro grotesca. Hace poco estuve jugando en Segunda en Árabe Valparaíso y siento que si me pusiera a entrenar duro todavía puedo jugar. Pero mis tiempos están enfocados hoy en otras cosas y cuando te metes al básquetbol es de verdad. Hasta emocionalmente te atrapa todos los días”, dijo Patricio Briones.

Por su parte, Humberto Bustamante comentó que “estoy estudiando, voy en segundo, me queda uno de entrenador de fútbol. Hice mi práctica el año pasado con los chicos de Fernández Vial, de 13 y 14 años. Me ofrecieron quedarme con la serie, pero dije que no porque en este momento mi pretensión es seguir jugando. Si no se me da tendré que buscar opciones. Cuando uno elige este camino, en las divisiones menores todos los profesores te dicen que el fútbol es cruel. Si estás bien, jugando en Primera todo será maravilloso, pero si tienes una lesión o te quedas seis meses sin club después cuesta mucho volver a retomar la profesión. En 2020 estuve seis meses sin jugar, me mantuve vigente y gracias a Dios me salió la opción de San Antonio. Pienso que en este momento no debería estar sin club porque de 21 partidos jugué 20 y de buena forma. Estoy cesante, pero igual me preparo para que cuando llegue ese instante no me pille mal parado”.

Javier Bustos también quiso seguir ligado, pero evalúa opciones. “No me quería retirar. Pensaba, chuta igual soy joven y puedo estar en una cancha. Empecé a trabajar en celulosas y calderas, me fui a Calama, jugué harto en el barrio. Pero siempre me estuve preparando porque me negaba a retirarme tan joven. Un amigo de Deportes Concepción se fue a trabajar a Denver, en Estados Unidos, y me consiguió una posibilidad allá. Ahora estoy haciendo una rifa de camisetas en mis redes sociales para pagarme los pasajes, pero estoy feliz. Es volver a hacer lo que más me gusta, a los 29. El primer año me voy solo y si me va bien podría llevar a mi familia. Voy en marzo al Real Zacatecas, el dueño también tiene club en México, y ojalá que en Chile las cosas cambien. Hay muchos chicos como yo, ilusionados, esperando que les bajen esa barrera de la edad”.

El atleta Aquiles Zúñiga contó que “siempre estaré ligado al deporte. Soy profesor de educación física, y estoy como profesor de atletismo en el Colegio Saint Johns hace nueve años, casi 11 en total. Ahora estoy con mi emprendimiento de entrenamientos personalizados desde que empezó la pandemia, y además estoy como entrenador del club Diamantes de Coronel, con los más pequeños”.

Como en su caso el adiós fue forzado, ¿le hace bien o mal continuar en el atletismo? “Me pasan las dos cosas. Como voy a trabajar estoy siempre ligado al atletismo. Ahora voy a la pista de Coronel tres veces a la semana, veo a los chicos entrenar y me dan ganas de volver, de generar los tiempos que son pocos pero con mi experiencia y madurez me dan las ganas. Pero hay veces que pienso que no, hacer otra cosa porque tengo otra mirada por todo lo que he vivido, y lo estoy tratando de traspasar en el club Diamantes de Coronel”.

Ir preparando el camino

Alexi Ponce, director de Go Focus, señaló que “hoy justamente, una de las cosas que se intenta hacer con los deportistas son los procesos de planificación de carrera o transición deportiva. Uno pasa por distintas etapas, hay variados hitos: cuando eres juvenil y pasas al plantel adulto, cuando de reserva pasas a ser titular, luego cuando de ser titular caes a no ser considerado, y luego viene el retiro. Esas crisis, esos momentos de cambios, deben ser preparados idealmente”.

En ese sentido, añadió que “se habla de un doble plan: te vas preparando para tu salida de la actividad deportiva competitiva a una labor distinta. Por ejemplo, en el Inaf hay muchos jugadores que están activos y estudian paralelamente. Eso hay que mirar: si durante mi tiempo de deportista competitivo es posible prepararme para funcionar asociadas al deporte o no. Eso porque también hay gente que quiere salir del deporte, no le interesa continuar, y su retirada puede estar vinculada o no. Es lo que se llama los modelos convergentes, que se va alistando para continuar el deporte, o los modelos paralelos, donde estudio o me preparo para otra actividad”.

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