Alexandra trabaja y piensa en grande para cumplir sueños

31 de Enero 2022 | Publicado por: Carlos Campos
Fotografía: Cedida

Estudiante de 18 años del Liceo Alonso de Ercilla, destaca a nivel regional e incluso ha competido fuera del país. A su juventud y motivada por una deportista olímpica, tiene objetivos claros y ambiciosos. “La adrenalina que provoca la halterofilia es única”, asegura.

Jamás pensó practicar una disciplina que hoy valora tanto como su vida. Tiene 18 años, se alista para un 2022 lleno de desafíos y con una madurez que positivamente llama la atención. Es Alexandra Mella, estudiante del Liceo Alonso de Ercilla de Cañete que cursara cuarto año medio desde un par de semanas, que tiene objetivos muy ambiciosos en la halterofilia.

Sobre su inicio deportivo, cuenta que “partí en primero medio. Mi amiga Yérica Ríos me incentivo a darme una vuelta en la halterofilia. Hablé con los profesores, entré y nunca me fui. Era un deporte que siempre vi desde muy lejos y nunca pensé practicar. De hecho, jugaba tenis de mesa y había probado casi todos los deportes. Se dio de la nada y hoy disfruto demasiado”.

Y lo pasa tan bien entrenando y compitiendo, que Alexandra no duda cuando asegura que “ha sido tan especial conocer las pesas, que nunca disfruté tanto un deporte como este. La adrenalina que se vive en la halterofilia es distinta y única. La sensación de subirse a la tarima, tomar una barra, tener a tu cuerpo técnico y compañeros al lado gritando frente a los tres jueces, es inigualable. Además que te estás jugando todo en un período muy corto de tiempo. Todo el trabajo de meses se ve reflejado en tan sólo seis movimientos, tres de arranque y tres de envión, cada uno durando milésimas de segundo. Se necesita mucha precisión, porque si se te pasa un poco la barra, no hay como aguantar la fuerza”.

Consolidándose

Su ascenso fue explosivo en el mundo de las pesas. Y no puede ser de otra forma, si Alexandra Mella dejó literalmente todo de lado para enfocarse en su sueño. Aquello le trajo más de un tirón de orejas en la casa. “Como me concentré tanto en las pesas, perdí el primer año del colegio. Y no por rendimiento ni nada, sino que ni siquiera iba a las clases. Me sirvió para aprender, ya que nunca había compatibilizado el alto rendimiento con el colegio. Pasé de entrenar solamente un día en la semana, a hacerlo desde lunes a viernes. En mis vacaciones seguía entrenando doble. Con las pesas conocí un mundo nuevo que no pude separar al inicio, pero con el paso del tiempo supe entrelazar y hoy me va bien”, confiesa.

Pero, lejos de lo que se pudiese pensar, ¿perdió realmente el año? Alexandra afirma que “siento que lo invertí. Ahora voy a empezar mi cuarto año y mis compañeros de ese entonces ya egresaron, pero hay muchos que no saben que hacer con su vida. A mi me sirvió para madurar, porque si hubiese salido ahora, no me sentiría preparada para arrancar la etapa universitaria, pero sé que si lo estaré en unos meses más”.

Hoy levanta alrededor de 70 kilos en arranque y 90 de envión, aunque esos no son sus mejores números. En esa línea, Alexandra recuerda cuando “al inicio el proceso era muy lento. Es típico que partes con un tubo pequeño casi de PVC, con un movimiento muy repetitivo. Era hasta un poco aburrido, pero con el paso del tiempo le ibas poniendo peso y ahí se ponía muchísimo más entretenido, porque de a poco ya querías ir levantando más. En este deporte me he vuelto ambiciosa, ya que cada ves quiero superarme. Las competencias han sido el incentivo más adrenalínico”.

Si se trata de fijarse objetivos, la estudiante de Cañete tiene más que claro el panorama. “He competido internacionalmente en Argentina y Colombia. La primera vez que fui a Buenos Aires a un sudamericano, no me conformé y quería desde ya ir a un panamericano, luego a un Mundial y así. Una vez hablando con un entrenador, él me decía que el problema de los chilenos es que se quiere llegar a tal lugar y no nos proyectamos a más. Muchos sueñan con ir a los Juegos Olímpicos, pero mi ambición no es llegar, es ganarlos. Esa es la mentalidad con la que estoy. Me falta mucho camino por recorrer, pero para eso trabajo”, sostiene con convicción.

Pero no le gusta hablar tanto de sus metas, sabe que el trabajo es lo que lleva al éxito y por lo mismo se encarga de recalcar lo importante que han sido sus profesores. “El agradecimiento para la Asociación de Levantamiento de Pesas de Cañete es total. No sería ni la mitad de lo que soy sin el inmenso apoyo de Juan Carlos Contreras, Fernanda Riquelme y Carlos Mieres. Me paso más tiempo con ellos que con mi propia familia”, expresa.

En el corto plazo, Alexandra se prepara para competir y darlo todo en un Nacional a disputarse el 10 de febrero en el CEO Marlene Ahrens en Ñuñoa. ¿Y a futuro? Siempre con los pies en la tierra y esforzándose para hacer realidad los sueños, en el ámbito académico espera tener un buen 2022 para poder ingresar a la universidad y estudiar kinesiología. “Me gusta mucho el deporte y toda su ciencia. Lo disfruto. Ahora me proyecto como deportista y luego como entrenadora”, sentenció una chica de 18 años que con las metas claras, se la jugará por todo.