Huachipato y un festejo mesurado tras mantener la categoría: “Debemos aprender de esto”

El acero celebró la permanencia con una sensación rara tras largos días de incertidumbre. “Ganar estos dos partidos no nos puede enceguecer”, dijo el técnico Mario Salas.

Hubo abrazos de alivio más que de felicidad. Huachipato puso fin a una de las etapas más extrañas que el club ha vivido en su historia. “No viví nunca algo así y claro que muchas cosas pasaban por la mente. Si nos tocaba jugar lo haríamos y si no, no. Por suerte nos tocó ser parte de la promoción y aprovechamos la oportunidad”, confesó el delantero Walter Mazzantti, la gran figura de la llave entre acereros y nortinos.
Fueron días de incertidumbre para un plantel que dependía de lo que dijera el Tribunal de Disciplina para ver si definitivamente bajaban de categoría o jugaban dos duelos ante Copiapó para intentar seguir en Primera División. “Estábamos descendidos y pasó lo que pasó. Es rara la sensación, pero se nos abrió una cuota de esperanza y pudimos aprovecharla. Es una situación que escapaba a nosotros”, comentó el capitán Claudio Sepúlveda.

Con caballerosidad y respeto, pero apuntando dardos, el volante de Copiapó, Jorge Luna, afirmó tras el partido del miércoles que “se nos faltó el respeto. Este no es un club de barrio, somos profesionales de una liga importante, pero jugar de esta forma en contra de todo no es fácil. El fútbol tiene que ser digno”.

En la misma línea, el entrenador del acero, Mario Salas, dijo tras el encuentro que “más allá de lo que se diga, el claro vencedor de esta liguilla es Huachipato. Es difícil vivir esto, porque durante tres temporadas consecutivas me tocó pelear el descenso jugando en Everton. Ahora Huachipato era el equipo a atacar en general, pero a diferencia de Copiapó, nos enfocamos en la cancha, en tratar de planificar el partido, entrenar y alimentarnos bien para lograr rendir en el campo de juego. Ese es el mérito nuestro, que nos dieron la oportunidad y la aprovechamos”.

A la cancha

Más allá de un penal polémico que sigue siendo tema a más de 24 horas de haber terminado el duelo, Huachipato fue más que Copiapó en la llave completa. Aquello era muy esperable considerando que el cuadro nortino sufrió la partida de su DT y además miembros del plantel quedaron sin el arriendo de sus casas ni departamentos ya que sus contratos finalizaban el 31 de diciembre.

En el acero sacaron provecho a ello sobre todo en el duelo de ida, donde perfectamente el marcador pudo haber sido más abultado. La victoria en el CAP se produjo con un dudoso cobro penal de Francisco Gilabert, que hizo explotar hasta el Sifup. Mediante sus redes sociales, el Sindicato de Futbolistas expresó que “más allá del resultado y del profesionalismo de los jugadores el arbitraje fue una vergüenza, ¿Dónde están los cambios de Javier Castrilli?”. El aludido contestó por la misma vía invitando al diálogo, ya que la “alimentación de la sospecha y la pirotecnia verbal generan violencia”. Y en relación al cobro de Gilabert, el Presidente de la Comisión de Árbitros ratificó que el penal estaba bien sancionado.

Sobre lo vivido en la llave, el DT Mario Salas sostuvo que “el plantel se sobrepuso a un clima violento y agresivo, obteniendo los 6 puntos de la promoción. Estos partidos eran clásicos, casi finales. Más allá del como se juegue, el objetivo se logró. Ahora, ganar estos dos partidos no nos puede enceguecer. Nosotros no olvidamos que deberíamos haber descendido y que por la resta de puntos a Melipilla jugamos esta promoción y la ganamos, pero tenemos que mejorar para aprender de lo que la institución vivió”.

En la misma tónica, el capitán Claudio Sepúlveda manifestó que “Copiapó haría un gran partido y lo sabíamos, por algo llegaron a jugar la promoción. Se jugaron todas sus cartas quizás sin tanto peligro de gol, pero sí con la posesión. Hay que replantearse muchas cosas que se hicieron mal, por algo estuvimos peleando aquí”.

Mientras tanto, el acero ya alista el 2022 y oficializó la llegada al club del central Osvaldo González.