Benjamín Benavente y Cristóbal Toloza fueron teloneros en el partido de exhibición que disputó Javier Valdés -el único jugador chileno dentro del World Padel Tour, número 50 del mundo- en el Club Costanera 365, el 17 de diciembre.
Al igual que otras ciudades del país, Concepción se ha sumado al boom del pádel, deporte de “palas” que comenzó a popularizarse en medio de la pandemia y que tiene a dos estudiantes de la UdeC dentro de sus máximos exponentes a nivel local.
Benjamín Benavente Ortiz (22), de cuarto año de Derecho, y Cristóbal Toloza Ampuero (24) memorista de Ingeniería Civil Industrial, se han situado en el primer puesto del ranking regional de esta disciplina que surgió en México en los años 70 y que es considerada prima-hermana del tenis.
Benavente explica que este ranking se hace en función de categorías, sin distinción de edad. Son cinco en total y ellos están en el primer puesto de la segunda categoría que es la más alta en Concepción.
“La primera categoría está a nivel profesional, es más técnica; ahí están los que compiten en el extranjero”, explica Benavente.
El pádel consiste en hacer botar la pelota en el área contraria con la posibilidad de rebotar en las paredes de la cancha -que no existen en el tenis- y se juega siempre en pareja.
Ellos son dupla desde hace algo más de medio año y se han coronado como los mejores de la zona. Reconocen que “se han hecho un nombre” que, entre otras cosas, les ha traído la posibilidad de contar con apoyo de auspiciadores, así como de invitaciones constantes de los amantes del pádel locales.
Y más: la dupla fue “telonera” en el partido de exhibición que hizo Javier Valdés -el único jugador chileno dentro del World Padel Tour, número 50 del mundo- en el Club Costanera 365, el 17 de diciembre.
Ambos jóvenes vienen del tenis y encontraron en el pádel una oportunidad en medio de las restricciones que impuso el coronavirus a distintas actividades, entre ellas a las prácticas deportivas.
“Comencé a jugar en agosto del año pasado, surgió producto de la pandemia. Yo jugaba harto tenis y en pandemia no se podía, entonces se abrieron algunos clubes en Conce y me dieron la oportunidad de ir a probar y me encantó desde el primer minuto”, cuenta el futuro abogado, quien empezó competir este año y ya ha jugado en ocho torneos, llegando siempre a las finales o siendo campeón.
Por su parte, Cristóbal indica que empezó a jugar apenas aparecieron las primeras canchas en la ciudad. “Era casi el único deporte que se podía hacer en la pandemia y apenas jugué me gustó muchísimo. Como jugué mucho tenis, el pádel se me hizo más fácil. Lo había escuchado, lo conocía, pero nunca había visto un partido y tampoco lo había jugado, pero me gustó mucho”, señala.
Con poco más de un año de práctica y en el top del ranking penquista, los jóvenes son entusiastas promotores de este deporte.
“El pádel es un deporte súper inclusivo, es un deporte que pueden hacer desde niños de cinco a seis años hasta personas de más edad, adultos mayores, hombres y mujeres. No requiere tanta exigencia física y siempre se da en nivel amistoso; es fácil aprenderlo y en Conce en todos los clubes pueden encontrar profesores que enseñan, que hacen clases; es un deporte entretenido, que te puede sacar del estrés, entonces es recomendado para cualquier edad”, comenta Cristóbal.
También destaca ese carácter inclusivo Benjamín, quien lo juega con su mamá. Además, agrega que este deporte ha servido a la recuperación de su padre, luego del infarto que sufrió en enero del año pasado.
“Me ha acompañado en los torneos de pádel; él era mi partner en tenis y (por el infarto) se me había quitado la motivación por jugar; el pádel me dio la posibilidad de que volviera a estar a mi lado, jugando. Mi papá es un luchador, estuvo 18 días en la UCI, 15 en riesgo vital”, confiesa el joven.
Otro de los aspectos que resalta Benjamín del pádel es que, a diferencia del tenis, es un juego que se hace en conjunto y, por ello, hay que trabajar de forma estratégica. “Antes yo estaba acostumbrado a la competencia individual y aquí es distinto, tienes una pareja en quien apoyarte y con quien cranear los partidos”, señala el futuro abogado.
A eso, Cristóbal añade el buen ambiente que se vive en torno al pádel. “Es súper agradable, amigable e inclusivo; he conocido gente nueva y he hecho nuevos amigos gracias al pádel y eso me ha gustado mucho”. De hecho, Benjamín comenta que antes del pádel, con Cristóbal eran solo conocidos, y que con las prácticas han construido una amistad.
Los dos se preocupan de compatibilizar sus estudios con el deporte y ser responsables en todo: Benjamín siempre trata de adelantar la preparación de las materias y reduce las prácticas en períodos de mayor exigencia, mientras que el futuro ingeniero encuentra en el pádel un espacio para reducir el estrés en medio del desarrollo de su memoria, por eso juega de una a una hora y media todos los días.
Estos dos jóvenes que brillan en circuito local esperan continuar compitiendo, midiéndose con otros jugadores fuera de Concepción, así como ver crecer este deporte que tantas satisfacciones les ha dado en poco más de un año. Cristóbal insta a todas las personas a probar y beneficiarse de las bondades del deporte en general y del pádel en particular. “Si ya han jugado paleta de playa, squash o tenis es un punto de partida, es un plus para empezar a jugar pádel”, asegura.
Benjamín, en tanto, expresa que tiene expectativas en torno a la incorporación de esta disciplina dentro de los circuitos deportivos universitarios. “Me gustaría que estuviera en la universidad. Hay varias universidades que tienen programas destinados a ello, como con el tenis o el fútbol. Creo que traería muchos dividendos”, asevera.