Huachipato rompió una racha de 11 partidos sin ganar y lo hizo con actitud, buen fútbol y el apoyo incesante de 3 mil personas. Ignacio Tapia logró el gol de la victoria con testazo.
El final fue emotivo. Con Mario Salas saltando como un niño, Castellón de rodillas golpeando el suelo, las lágrimas de Tapia. Eso es lo que pide la gente: Huachipato se jugó la vida en el CAP, dejó todo, entró a matar a Unión Española y venció con buen fútbol. Fue 1-0, nuevamente de la mano de Israel Poblete, desatando la alegría de 3 mil personas que se hicieron notar. En las duras, demostraron estar.
La primera fracción siderúrgica fue imponente. Palmezano volvió a ser el tipo encarador que las quiere todas, Cuevas se juntaba bien con Baeza y complicaban a Unión por el sector izquierdo y Mazzantti pasó cada vez que aceleró por el costado de Gómez. Huachipato atacaba y atacaba, pero el gol no salía y había que sacarse esos fantasmas.
Lo tuvo Cuevas con un zurdazo al travesaño, Mazzantti contó con dos ocasiones en el área chica y Sepúlveda no pudo anotar entrando solo bajo el arco. Parecía otra tarde maldita para un equipo que hacía todo para ganar, pero un córner ejecutado por Palmezano encontró el brinco con autoridad de Ignacio Tapia, a los 39’, para batir a Miguel Pinto. Golazo para un chico de casa, emocionado porque no quiere ver su casa derrumbarse. Así lo jugó el acero y la gente lo reconoció.
Pudo aumentar Palmezano con un zurdazo que Pinto impidió que terminara en gol olímpico y en la segunda etapa Unión -que se juega una Copa Libertadores- entró con tres cambios y otra disposición. Aún así, solo contó con dos cabezazos claros de Norambuena que contuvo seguro Castellón. El resto pasó por los pies de Poblete, que manejó el partido a su antojo, tal como en la remontada ante La Serena. Israel está de vuelta y pesa.
El final fue con sufrimiento por todo lo que se juega, porque Melipilla le ganó 2-1 a Cobresal, porque había que cortar la mala racha en 11. Y el pitazo final al fin hizo justicia. Mario Salas demoró 4 juegos en ganar y, con la actitud de hoy, no hay que dar por muerto al acero aunque ahora toque ir a La Calera y parezca camino difícil. Estos son los triunfos que resucitan.
El técnico Mario Salas comentó que “hicimos un primer tiempo avasallador, luego entregamos un poco la pelota por diversos motivos, pero luchamos. Yo dije que vamos a luchar hasta el final y eso se vio. Unión nos llegó poco al arco, tuvimos la pelota y manejamos las emociones porque nos estamos jugando mucho y no es fácil. Queda camino y vamos a revertir esto”.
La gente despidió al equipo con aplausos. Solo piden eso: tranquen con la cabeza, den la vida.