Palestino, de la mano de Jiménez, Farías y Sotelo, ganó claramente la ida por 4-0, en un juego donde D. Concepción sufrió en lo futbolístico, pero también por la lesión de Gabriel Vargas.
No es que fuera sorpresa. Palestino es de Primera División, tiene tremendo plantel y está jugando la Copa Chile con titulares. Con Jiménez, Villanueva, Sánchez Sotelo y compañía. Pero también es cierto que, después de eliminar a Wanderers y la UdeC, había mucha ilusión en Deportes Concepción. Con garra, orden ofensivo y eficacia para aprovechar las pocas en ataque, los lilas venían avanzando bien, pero se toparon con un escollo que demostró inmensa superioridad. De principio a fin. Fue contundente 4-0, con el “León” terminando con diez hombres y sufriendo la lesión de Gabriel Vargas.
Renato Ramos apostó a la misma oncena que derribó a los caturros el fin de semana y al buen repliegue para prolongar el cero lo más posible, pero del otro lado Palestino lo atacó por todos lados. No fue solo con Jiménez o con Sánchez Sotelo, esos que son prioridad a la hora de tomar hombres en el área. Por la derecha, se sumó León, aparecía Meza y generaban un problema sin solución, especialmente, en la primera etapa.
Y fue por ese sector, donde Mosquera y Moya se veían superados, donde el cuadro árabe generaba mayor peligro. Los penquistas soportaron la primera media hora y Palestino era paciente, hasta que Bruno Barticciotto pudo superar a Darío Melo a los 31’. En este tipo de llaves, el primer objetivo para el equipo que juega de chico a grande es mantenerla abierta para la vuelta, pero el “Mago” Jiménez aumentó a los 40’ y así mandó a camarines a la visita.
El “Tiburón” Ramos se la jugó metiendo a Matías Lagos, Mathías López y a un Kevin Baeza que había sido factor ofensivo ante Wanderers. Pero cuando no iban ni dos minutos de la segunda fracción, Gabriel Vargas sufrió una lesión aparentemente grave, porque significó que fuera retirado en ambulancia. Es de esperar que no sea baja para muchas fechas, pero todo indica que sería esguince de tobillo.
Pese a eso, el “León” brindó sus mejores pasajes en ese lapso y amenazó dos veces la portería de Nery Veloso, algo que no había podido hacer en los 45 iniciales. Pero ahí llegó la lápida, con un córner ejecutado por Jiménez, con intención de gol olímpico, que encontró a Juan Sánchez Sotelo en la boca del arco para sentenciar a los 61’.
Los morados nunca se recuperaron de ese mazazo y, desde el banco y fresquitos, entraban Carrasco, Cortés y Villanueva para desatar un diluvio aún más incontrolable. Melo tapó una al “Velociraptor”, en otra lo salvó el travesaño y Alan Muñoz se vio obligado a bajar al “Piña” y se fue expulsado a los 81’ por doble tarjeta amarilla.
Con un hombre más, Palestino no bajó el pie del acelerador y anotó el cuarto, por intermedio de Nicolás Zedán, a los 91’.
Golpe durísimo, a muchos niveles, y la vuelta del sábado, a las 15 hora en Collao, será para mejorar la imagen y recuperar confianzas.