Patricia Ramírez se fue a Estados Unidos motivada por el básquetbol. Tras un buen desempeño en un campamento realizado en Utah, fue becada para ir a la secundaria Layton Christian Academy, donde arribó en agosto de 2019. Luego de un periodo de adaptación que reconoce fue complicado, fue subiendo su nivel en la cancha, así como también el de su equipo, lo que le permitió cumplir un nuevo objetivo: quedarse en Norteamérica y jugar en una universidad. Recientemente, selló su compromiso con McCook Community College.

“La temporada comienza en agosto de este año, a mediados de este mes. Acá las universidades te llaman y te reclutan, y en este caso particular ellos siempre tuvieron interés en que fuera allá, se lo dijeron a mi entrenador, pero por el tema del coronavirus no se había podido concretar nada. Por la pandemia, a quienes son parte de los equipos universitarios les dieron la opción de quedarse un año más, y la mayoría está tomando esa alternativa. Por ello, casi todas estaban limitadas para ofrecer becas. Mi entrenador me decía ‘en un año normal, tú tendrías 10 ofertas’, y por las condiciones actuales fueron dos”, comentó Patricia.

Además, añadió que “mi entrenador hablaba siempre con el de esta universidad, y él le decía que me quería en su equipo, pero que estaba complicado por el tema de las becas. Finalmente, hace unos días me llamó y me ofrecieron una casi completa, excepto por el alojamiento, pero me dan la opción de trabajar en la misma universidad para cubrir ese gasto. Es una súper buena oportunidad, de jugar en División 1”.

Patricia también reconoce que cuando se fue no pensaba en tener una oportunidad así. Sin embargo, fue algo que había conversado con su familia en cada que se presentara esta alternativa.

“Cuando me vine acá, la decisión que habíamos tomado con mi familia era terminar el High School y volver a Chile, pero si me salía la opción de una beca, quedarme en Estados Unidos. Aunque, sinceramente, nunca pensé que podría pasar”.

Balance, pandemia y futuro

La jugadora, al hacer un balance de su paso por la secundaria, reconoció que la emergencia sanitaria fue un factor que influyó en su desarrollo deportivo. Sin embargo, logró alcanzar un nivel que le permitirá seguir proyectándose en Estados Unidos.

“Fue bastante complicado, y más aún con el tema del coronavirus… No te podías juntar con tanta gente al inicio, pasaba más tiempo sola. Pero después me adapté bien, y creo que no me costará vivir la vida universitaria. Si me hubiera venido directo de Chile a esta etapa ahí sí habría sido más complejo, pero el haber pasado ya por ese proceso de cambios, de una realidad distinta en la secundaria, me servirá mucho”.

Al respecto, añadió que “mi último año en secundaria estuvo bastante bien. Quedé seleccionada en el primer equipo de todo el estado como point guard (base). Igual se cancelaron algunos juegos, pero se pudo terminar bien la temporada (…) Venía con la experiencia del año pasado, y volví con expectativas de superarme, pensando en llegar al nivel universitario. Trabajé bastante con la idea de estar a ese nivel, pues claramente el juego en High School es diferente, en la universidad es más rápido, más fuerte. Hice mucho trabajo de pesas por ejemplo, pensando en mejorar ese aspecto”.

Por ello, Patricia toma la estación que comenzará a vivir prontamente como un “trampolín” para ir por otro objetivo mayor en su proceso universitario.

“Mi universidad es Junior College, dura dos años. Entonces, se hacen ramos generales y de ahí pasas a una donde estás por cuatro años. Por eso, mi idea es aprovechar bien esta etapa, jugar lo mejor posible, y así tener la oportunidad de recibir otra beca en el futuro… Tener más roce, y cuando llegue a una universidad más grande estar mejor preparada”, detalló.