
Su verdugo fue Sebastián Báez, quien se anotó su segundo título de challenger. Antes ganó en Concepción. El chileno alcanzó la mejor posición ATP de su carrera.
Fue una final muy inesperada, pero de altísimo vuelo. Ambos llegaban fuera de los 250 mejores del mundo y, es más, Tomás Barrios ni siquiera tenía un lugar en el cuadro y entró prácticamente por la ventana, ante un par de raquetas que se cayeron. Pero el chillanejo fue creciendo en el torneo, sacando favoritos del camino y se encontró en la final con un Sebastián Báez que viene lanzado. El argentino ganó por un 6-3 y 7-6 que, por poco, no se alarga una manga más.
Barrios llegó al challenger de Santiago como 259 del mundo y se retiró como 236, su mejor ranking histórico, a los 23 años. En semifinales había superado a Felipe Meligeni, que abandonó la cancha anticipadamente entre sollozos, mientras que Báez se deshizo de Juan Pablo Varillas. En ambos casos, perdieron los favoritos por ubicación en el ranking, pero está claro que estos dos muchachos finalistas vienen en alza y darán más.
Y el nacional arrancó quebrando de entrada y se puso 2-0 arriba, momento en que el pequeño portento trasandino sacó su mejor tenis y se llevó cinco juegos seguidos. La manga terminaría 6-3 con Barrios buscando explicación. Cuando Báez está en la zona, definitivamente le entran todas y mantiene concentración a toda prueba.
Pero la segunda manga fue distinta, ya con los minutos y partidos del campeonato haciendo mella en lo físico. Recordemos que en la primera ronda Barrios tuvo que jugar 3 horas para seguir con vida. Y en una etapa donde ambos cometían más errores, Báez fue el primero en quebrar y ponerse 2-0 en ventaja. Hasta ahí, parecía que nada derrumbaría al ganador del challenger de Concepción.
Ahí fue cuando Barrios sacó garra, buenos golpes y rompió el servicio de su rival para emparejar las cosas 2-2 y meterse otra vez en la pelea. Y se fueron palo a palo, sin perder nunca más sus saques y llegar a un tie break, tras casi hora y media de juego.
Nuevamente el chileno entró con tranco ganador, buscando puntos rápidos y se puso arriba en el tanteador hasta que el imperturbable Báez soltó la mano y dominó las acciones. Así estableció un 7-4 que significó el segundo título de su carrera, a nivel challenger, en un año soñado donde se le están abriendo muchas puertas. Llegó como 253 del mundo y hoy amaneció en la casilla 216. Este chico dará que hablar a corto plazo.
Para Barrios, su primera experiencia a nivel de finales ya de este nivel, donde mostró buen tenis, pero el argentino fue implacable para quebrar cada vez que tuvo una oportunidad. No desperdició ninguna. Recordemos que el chillanejo tiene 7 títulos a su haber, pero en categoría ITF, donde levantó dos trofeos M25 y cinco torneos Futuro. Lo de ayer fue otra cosa.
Barrios señaló que “fui de menos a más y tuve partidos donde mostré muy buen tenis. Fue una buena final, donde se definió por detalles y creo que sentí cómodo”. Un año para subir, una temporada de total crecimiento.