Samira Ananías y cuando ser perseverante te lleva lejos

15 de Marzo 2021 | Publicado por: Carlos Campos
Fotografía: Adesup

Deportista y estudiante de medicina de la USS, supera obstáculos y destaca a nivel universitario. “Sueño con llegar a una selección”, dijo quien lleva la "3" en su equipo.

Es una de esas chicas porfiadas, a quienes si se les cierra una puerta, se las ingenian como sea para abrir dos o tres más. En base no sólo a su talento, sino que la perseverancia, esfuerzo y optimismo, la joven de 21 años, Samira Ananías, es uno de los buenos valores que tiene la competencia de Adesup.

Más precisamente en la rama de balonmano de la Universidad San Sebastián, la estudiante de Medicina alcanzó durante dos años a mostrar su talento en las distintas canchas de la zona, aunque entre 2018 y 2019 estudió bachillerato y desde el año pasado su actual carrera. “El deporte es mi gran terapia cuando necesito desestresarme”, asegura.

Contra todo

Literalmente, desde muy pequeña dio sus primeros pasos en el hándbol. “Mi profesor Jorge Bahamondes me vio habilidades y me llevó al taller. Desde ahí no paré. Tenía como 8 años e iba en el Colegio Concepción Chiguayante. Altiro me gustó el hándbol y no volví a practicar nunca más otro deporte. Es dinámico, juegas en equipo y además haces amigos”, repasó en relación a su etapa escolar, agregando que “siempre me involucré en torneos Adicpa, jugando varios nacionales y reforzando al Colegio Itahue. En 2014 y 2015 estuve en una preselección nacional y después me desligué un poquito del deporte, ya que debía enfocarme en los estudios si quería entrar a estudiar medicina”.

Allí, enfocada en dar una buena PSU, a Samira le bajaron el pulgar de aquella preselección nacional. El motivo no fue deportivo y ella misma lo explica. “Me dijeron que necesitaban gente más alta y yo mido 1,54 metros. Pero estuve lejos de desmotivarme, al contrario. Me dieron más ganas de mejorar el nivel, seguir intentándolo y que se dieran cuenta que la estatura no es un indicador tan importante dentro de este deporte”, dice Samira.

Y tuvo premio, aunque no lo pudo disfrutar. “Volví tiempo después y vieron que tenía buen nivel, pero me lesioné. Ya recuperada más tarde, el técnico me dio la oportunidad para jugar, pero estando en mi casa lo pensé bien y vi que necesitaba estudiar para lograr un buen puntaje, por lo cual decidí no volver. Mis papás me recalcaron que la prioridad la tenían los estudios”, recuerda.

Quien la sigue…

Samira estudió, dio la PSU y no pudo ingresar a medicina, pero no se rindió e ingresó a bachillerato. “La presión en esa carrera era enorme y el tiempo se me redujo muchísimo. Era una competencia donde todos están pendientes de como le va al resto y, en algunos casos, sin intenciones tan buenas. No logré entrar a medicina al primer año, pero sí en el segundo. Pese a no tener mucho tiempo para entrenar, trataba de practicar deporte lo más que podía”, comentó.

La perseverancia es una de las virtudes que Samira más se destaca. “Andamos bien con el equipo de la USS, pero nos falta aún. Nos faltó sólo un para llegar al nacional universitario, pero ese golpe duro nos motivó a seguir entrenando para lo que venía, aunque lamentablemente vino esta pandemia. Igual me he mantenido entrenando en casa, ya que uno como deportista debe tener cierto nivel para seguir destacándose. El deporte es muy importante en mi vida y, por lo mismo, aún tengo la esperanza de poder entrar a otro proceso de selección en un futuro. Lucho hasta el final por obtener lo que me importa, persevero y siempre sueño”, cerró.