Ya no es sólo saber un contexto global, como máximos anotadores, asistidores y otros índices generales. Desde hace un tiempo, con Estados Unidos como impulsor, son varios los deportes donde se mide una gran cantidad de datos que, incluso, pueden llegar a influir en la decisión de traer o no a un determinado jugador. ¿Por qué lo numérico está siendo tan relevante? ¿Cómo se analiza la información? Voces del fútbol, básquetbol y rugby, a favor y en contra de esta tendencia, dieron su visión del tema.
“El verdadero valor de las analíticas reside en tomarlas como una forma de pensar el juego y un modo de resolver problemas, de cuestionar el pensamiento convencional; no de creer que son la respuesta a todas las preguntas”. Las palabras son de Stephen Shea, profesor de matemáticas y analista cuantitativo deportivo, autor de los libros “Hockey Analytics” y “Basketball Analytics”. Habla sobre una tendencia cada vez más global en varias disciplinas: el análisis profundo de lo numérico, de las “estadísticas profundas”.
Ahora, en el fútbol no sólo se miden goles, tarjetas y córners. También cuánto corre un jugador, su efectividad de remates e, incluso, cuántos “regates” hace por juego. En el básquetbol, más allá de los puntos, rebotes o asistencias, se puede saber desde qué punto de la cancha un jugador es más efectivo, cómo se le puede defender mejor y cuánto se marca en relación a las posesiones que tiene un elenco. Ejemplos hay muchos de todo lo que se puede medir en el deporte, indicadores que incluso pueden condicionar si se contrata o no a un determinado nombre en un momento dado.
Un fenómeno que también se puede ver en la película “Moneyball”, donde se muestra cómo Billy Beane, gerente general del equipo Oakland Athletics, utilizaba las estadísticas avanzadas para fichar jugadores. Allí, era asesorado por un experto en números, quien le entregaba los datos para ir armando el equipo. ¿Una buena política o un error de conceptos?
Pablo Tapia, oriundo de Curanilahue, creó Futbolytics, plataforma de estadísticas detalladas. “Hace un par de años, el tema de los datos en el fútbol tomó otro auge por el éxito de Klopp y la metodología del Hoffenheim, entre otros ejemplos. En el mundo y distintas industrias existe una revolución de los datos, el fútbol no es la excepción. Nuestra idea fue tomarlos y lograr que algo que puede ser complejo sea analizado de manera simple a través de nuestra plataforma. A veces está la información, pero sirve de manera efectiva si sabes interpretarla”, dijo.
Al respecto, agregó que “hoy existen 6 o 7 servicios que son proveedores de datos y tienen analistas para cada partido. Son dos personas que están con un joystick en su mano y registran todo lo que va pasando, distintas situaciones y van marcándolas. Nosotros leemos y desarrollamos esos datos. Estados Unidos fue el pionero en esto, con el béisbol en los ’50, lo que se vio en la película ‘Moneyball’. La NBA es otro gigante de los datos, el fútbol americano. A mí me gusta eso y el fútbol, soy jefe scouting de Football Manager hace 5 años, que es un simulador futbolístico. Bueno, quise hace coincidir mis dos gustos. Hacía gráficos cuando trabajaba en el mundo financiero y me di cuenta que podía hacer lo mismo con números de un delantero de fútbol. Por ejemplo: cuántos tiros necesita un delantero para marcar un gol y eso te da cuenta de su efectividad. Ahí me junté con Ismael Gómez, que lo conocí en un congreso y armamos esto”.
Tapia destaca que es una tendencia que va a la par de los tiempos. “Nuestro mayor problema es la resistencia al cambio. Hace 10 años nadie se imaginaba un cuerpo técnico con equipo de video análisis, hoy es lo usual. Hace 20 años casi nadie tenía preparador de arqueros, estaba de más. Nosotros buscamos que haya una metodología para que las cosas no sean tan al ojo. Que los datos sirvan para tomar decisiones. Los datos presentan puntos objetivos sobre un jugador. Ahora, un jugador con un 95% de efectividad en los pases te puede servir o no según la propuesta de juego de cada técnico. Ellos deciden. Un tipo puede correr muchos kilómetros y resulta que tú juegas de otra forma”.
Miguel Ochipinti, jefe del área física del Fútbol Joven Huachipato, indicó que “hoy existe GPS y softwares que tienen la función de controlar situaciones reales del juego, de la cual se desprenden indicadores físicos, que son -entre comillas- los más fáciles de controlar porque también están los factores tácticos y de comportamientos de equipo, más sofisticados. En lo físico se pueden controlar la posición, distancias recorridas, tiempo, aceleraciones y velocidad. Jacques Piasenta, entrenador de atletismo, tiene una frase que me gusta mucho: ‘los conocimientos autónomos deben convertirse en acciones prácticas’”.
En ese sentido, añadió que “a veces hablamos de un jugador que recorre 12 kilómetros, pero hablemos un poquito de la especificidad de su recorrido. Si perdiste 4-0 con un equipo brasileño, seguramente los corriste intentando recuperar el balón y eso para mí no es práctico. Los equipos modernos tienen la idea de ser protagonistas y lo eres con el balón. Lo mismo con los pases. Debes analizar cuántos fueron de forma ofensiva, cuántos generaron peligro de gol. Es como cuando los técnicos dicen que hubo mucha posesión, pero sin profundidad”.
Erwin Durán, ex entrenador de Fernández Vial, comentó que “los datos y mediciones ayudan, pero más a los preparadores físicos que al entrenador. Sí hay mucha información que se transforma en observaciones para el técnico. Antes no había videoanálisis y ni siquiera tenías un ayudante técnico. Hoy se trabaja con equipos que llevan el computador a la banca, al camarín y en los 15 minutos de entretiempo te editan situaciones que puedan ser útiles. Creo que todo eso complementa tu trabajo, pero no es determinante en el resultado. El fútbol es demasiado impredecible. Tiene magia y por eso nos gusta”.
Además, afirmó que “personalmente, soy de analizar mucho a los rivales.Las estadí Mínimo los tres últimos partidos completos y hay datos que sirven para estar alerta. Ahí entran los números de balones aéreos ganados o qué tantas veces pasa un lateral. Claro que aporta. Pero a veces el mejor central del mundo le paga mal, hace un autogol y no hay nada que hacer. Sé que hoy hay muchos datos y también sirven para simular y buscar jugadores que tengan características similares a otros. No sé… Me pasa que yo, además de las condiciones y características técnicas, soy de los que priorizan la capacidad de resolver y eso es difícil de medir”.
Santiago Gómez, ayudante técnico de Basket UdeC, señaló que “se están usando mucho las estadísticas avanzadas, que se sacan a través de unas fórmulas (cantidad de posesiones en el partido, puntos por posesión, etc.). Nosotros la hacemos por equipo, es harto trabajo. En las ligas con más recursos, se paga un software donde se mide todo, tanto colectiva como individualmente. Es un servicio que cuesta cerca de 15 mil dólares al año”.
Gómez explicó que “son estadísticas globales en sí, que permiten saber la cantidad de posesiones por juego. Es toda una combinación de factores. A la vez, puntos generados por cada posesión, lo que te marca la eficacia de tu ofensiva. Después, todo eso se puede hacer individualmente, pero necesitas un cuerpo técnico muy grande para ver todos los detalles o estar en la base de datos Synergy, que es la que te comentaba antes y te da muchísima información. Puedes saber hasta cuántos botes dio con cada mano un determinado jugador”.
Sobre el valor que entrega esta información, aseguró que “primero, te permite ver más en frío la estadística normal. Por ejemplo: tomaste 20 rebotes, pero qué porcentaje total del partido fue, relacionarlo con las posesiones. Cuántos puntos haces por cada una, si estás debajo del punto por posesión significa que no estás siendo tan eficaz. Vas viendo cada factor y se trabaja”.
En ese sentido, contó sobre el desafío que tendrán hoy en la Champions League Americas ante Sao Paulo. “Sabemos que ellos, por altura y por promedio de rebote, tendremos problemas si no entrenábamos esa parte. Dependiendo del rival vas viendo distintas cosas. Y como decía antes, si cuentas con esa plataforma puedes contar con información muy específica, como cuántos puntos marca un determinado jugador si dribla hacia la izquierda, qué porcentaje mete si va hacia la derecha. Y eso te sirve para trabajar con quién deberá marcarlo ese día”.
Gómez también recalca la importancia que tienen estos indicadores para elegir los jugadores de un plantel. “Hoy día, los clubes importantes fichan tomando en cuenta lo que dice la base de datos Synergy. En la NBA, dependiendo de la forma que tengas de jugar buscas qué jugadores te sirven de acuerdo a lo que te marca esa información. No se dejan detalles al azar, y lo estadístico pesa mucho. Por ejemplo, en los Houston Rockets su general manager (Daryl Morey, ahora en los Philadelphia Sixers) partió con eso de armar la plantilla en base a esto”.
Daniel Romo, entrenador de Old John’s, indicó que “como club, usamos el video análisis para retroalimentar o marcar situaciones positivas que hayamos hecho en el juego, o bien puntos a corregir colectiva e individualmente. También sacamos datos estadísticos, como cantidad de tackles realizados, errados o dominantes, lo que se puede llevar al jugador. Además, puedes sacar las obtenciones que tienes durante el juego, ya sea scrum tuyos, cuando lograste obtener el balón, lo mismo con los line out, si fueron de calidad o no. Lo enfocamos todo para poder mejorar el rendimiento de los jugadores, por eso no lo es algo numérico, sino visual, con sesiones de video”.
En cuanto a la interpretación de los datos, aseguró que “no hay un patrón que todos los entrenadores utilicen. Se analizan ciertos datos, pero uno hace foco en cosas que a tu equipo le interesan. Hay cosas que te condicionan: si no obtienes el balón del scrum o del line out, no tienes pelota para poder jugar, entonces ahí hay un número importante: si de diez line out obtuviste tres, es preocupante. Ahí entra el video y la estadística ver qué ocurrió. Si fueron malos lanzamientos, trabajo con el hooker, reviso qué hicieron los saltadores o los levantadores. Eso hay que traducirlo al detalle fino, y cómo mejorar el rendimiento colectivo e individual”.
Tal como pasa en otros deportes, Romo destaca que en el rugby las estadísticas profundas influyen de manera importante para la conformación de un equipo. “Si tengo un tercera línea que erra el 50% de los tackles que intenta no cumple bien su rol. Si hay un segunda línea que alcanza un 70%, lógicamente hay que cambiar. Lo mismo si la efectividad de lanzamiento de un hooker no es buena, a lo mejor hay que traer uno de otra parte que te asegure un mejor porcentaje”.