
No hace mucho Isaiah Thomas deslumbraba en la NBA llegando a figurar en el top 5 de votaciones para el MVP en la temporada 2016-17, en la que acabó con 28,9 puntos, 2,7 rebotes y 5,9 asistencias y en la que jugó su segundo All Star. El futuro le pertenecía hasta que las lesiones se interpusieron en su camino.
Un calvario de problemas físicos convirtió los siguientes años en un infierno, hasta que Thomas fue desapareciendo del mapa. A principios de esta temporada, ya recuperado, trató de fichar por algún equipo NBA a base de entregar cintas de vídeo, pero no llegó ni una oferta. Así es que el base optó por una estrategia llamada selección de Estados Unidos.
El base que brilló en los Celtics llegó a un acuerdo para formar parte del equipo USA que disputará las ventanas de clasificación para la America”s Cup. Los partidos se diputarán el próximo 18 y 22 de febrero en formato burbuja. EEUU, actual campeona por la final que ganó en 2017 a Argentina, ya está clasificada y está encuadrada en su grupo con México, Colombia y Puerto Rico. Su burbuja se juega en territorio boricua.
La idea de Thomas es jugar con EEUU esos partidos de clasificación FIBA casi como una última oportunidad por obtener un contrato que le devuelva a la NBA. Thomas jugó por última vez en la NBA en la temporada 2019-20, en los Wizards, antes de ser traspasado a los Clippers que le cortarían definitivamente. Su lesión en la cadera le impedían no sólo jugar a su nivel óptimo, sino mantener una calidad de vida digna.
Hace poco, reveló a ESPN que “ya no tengo más dolor, recuperé todo mi rango de movimiento”, pero también que había vivido un infierno: “Durante tres años, intenté jugar con los mejores jugadores del mundo con una sola una pierna”.