
A esta altura no existen concesiones de buen juego, tampoco hay lugar para lo estético. Por más frío que suene, a la Universidad de Concepción no le vale otra cosa que sumar, porque hace rato que el pragmatismo es la única realidad que le vale.
Así son las cosas y tampoco será diferente esta noche, en el campamento de El Teniente, cuando a las 21:30 horas el elenco universitario se vea las caras con O’Higgins, en uno de los encuentros que cerrará la trigésimo primera fecha del torneo nacional.
Hace tres partidos que el Campanil no sabe de derrotas, más consciente que nunca que se está jugando la permanencia en cada semana. Porque donde mire la tabla de posiciones acecha el peligro, ya sea en la del año o la acumulada.
Su alza de nivel desde que se fue el técnico Eduardo Acevedo, es evidente. Midiéndose a rivales fuertes como Palestino, Unión Calera o Colo Colo, los auricielos demostraron estar a la altura del desafío, aunque con lo ajustado del certamen necesitan dar un paso más grande para comenzar a respirar.
Así lo entiende su técnico, Hugo Balladares, quien en la previa del cotejo habló de sus prioridades en el juego. “Nosotros, con el poco tiempo, hemos trabajado con el piso del cuerpo técnico anterior y en la mentalidad positiva del plantel. Con ese discurso, hay algunos aspectos del juego donde intentamos llegar de manera construida, y ellos han podido demostrar en cancha lo que queremos”, aseveró.
El estratega se mostró consciente de la urgencia de sumar ante los rancaguinos. “Entre más puntos consigamos, estaremos más lejos de esa tabla y ese es el cambio de mentalidad que queremos dar al plantel. Sabemos que tenemos que estar ahí y la vamos a pelear hasta el final”, concluyó.