Minuto 45 en el estadio Lucio Fariña de Quillota y Daud Gazale tiene la última opción del parcial para Deportes Concepción en un ataque por la derecha. En el centro del área, como tantas veces, igual que hace 20 años, Gabriel Vargas espera agazapado. Lo cercan dos defensas, pero él sabe; mira, busca y traza en su mente. En cosa de segundos, el tiro del ‘Turco’ da en el travesaño y el rebote queda a disposición de cualquiera. Pero Vargas sabe más, y antes que alguien se acerque la empuja de cabeza, contorsión previa, para marcar el 1-0.
El resumen del partido dirá que fue el gol definitivo para el tercer triunfo en línea del ‘León’ de Collao, que dio así otro paso en su lucha por mantener la categoría.
Pero la historia irá mucho más allá y coronará la faena del ariete penquista con letras doradas. El ‘Arcángel’ anotaba otra vez, pero no cualquier gol, sino que el número 200 en su extensa carrera. Cifra negada para el común de los mortales, destinada solo para grandes, esos que en el área son amos y señores, raza distinta de la que Vargas es digno representante.
Pocos imaginaban en ese lejano 2001 que ese chico callado, que se empinaba recién por la mayoría de edad y hacía su debut con la camiseta lila, se transformaría en el último gran ídolo de la popular institución.
Quizás él lo soñaba cuando de niño repartía talento y por supuesto goles en las canchas de tierra de la población John Kennedy. Cuando era una quimera calzarse la camiseta que alguna vez vistieron Osvaldo “Pata Bendita” Castro o Haroldo Peña. Lo cierto es que hoy, tras largos 20 años en el fútbol, ya puede colocarse a la par. Se lo ganó por derecho propio, y se lo sigue ganando cada vez que entra al campo de juego.
Un camino que lo tuvo recorriendo Chile de sur a norte, con pasos por Puerto Montt y Cobresal, Universidad de Chile y Curicó, lugares donde todavía lo recuerdan. Igual que en Patronato de Argentina, donde se dio el gusto de anotarle a River Plate.
Y una parada larga y productiva, como fue la Universidad de Concepción, club del que es goleador histórico por largo y muy difícil de superar: 108 goles entre 2008-09 y 2012-2016.
Carrera brillante que él prefiere tomarse con calma. “Cuando uno empieza en esto nunca cree que hará tantos goles (…) La fortuna me dio la posibilidad de hacer este gol y el registro queda para la historia”, dice brevemente sobre su obra maestra. Claro, Gabriel Vargas es de otra raza, de esos que prefieren hablar en el área y sin palabras, solo con goles.