Hoy fue Jacob Blake, ayer George Floyd. Siete años atrás el movimiento “Black Lives Matter” surgió tras la muerte de Trayvon Martin y las cifras siguen creciendo. La violencia contra afroamericanos en Estados Unidos y el racismo es tema mundial. Deportes como el básquetbol, tenis y fútbol americano pararon en plena competencia y sacaron la voz. Muchos lo aplauden, otros no comparten que el deportista se meta en “otros temas”.
José Bizama juega actualmente en la liga de fútbol de EEUU y cuenta que “acá hay una lucha muy fuerte contra el racismo. Llevo un año viviendo aquí y veo a diario muchas noticias sobre el tema, uno es extranjero y lo toma de otra forma, porque no quisieras que te pase. Ocurre muy seguido y es positivo que los deportistas hagan fuerza para eliminar este mal de una vez por todas. Es bueno que los deportistas nos expresemos en temas sociales por la repercusión que uno tiene en la gente, se logra meter presión y generar unidad”.
El lateral formado en Huachipato y hoy en Houston advirtió que “en el deporte hemos ido entendiendo este tema y hoy se ven casos más aislados de racismo. Esas pequeñas excepciones también hay que eliminarlas, sumado a todo lo que pasa fuera del deporte, como sociedad”.
Pedro Morales también jugó en la MLS y señala que “allá existe el abuso policial, es un tema que ahora está explotando y los deportistas son personas, se sienten tocados. Como persona conocida debes sentir una responsabilidad y me parece bien que se manifiesten con acciones concretas. Allá tú tienes compañeros de distintas razas y no es tema, somos amigos, compañeros. Me cuesta entender que haya gente que no lo entienda. Ahí hay maldad, no me lo explico. Cada acción social suma para generar un cambio, piensa que puede ser un familiar tuyo. No hay que verlo tan lejos. Leemos que le dispararon a alguien y quizás cuánto no sabemos”.
Alexa Tapia, destacada hockista, agregó que “muchos deportistas son considerados modelos a seguir y su mensaje repercute con más fuerza. Quizás no cambiaremos la cabeza de la gente racista, pero sí hará reaccionar a otros y ayudará a no tolerar este tipo de acciones. Los deportistas son parte de la sociedad, no viven en un mundo paralelo. El deportista suele ser empático porque está acostumbrado a compartir con muchas personas, le ha tocado ganar y perder y eso te hacer ver la felicidad y el dolor del otro. Te pones en sus zapatos. He visto otras discriminaciones, por ser mujer o de provincia, pero no entiendo que como seres humanos tengamos que canalizar con odio una manera distinta de pensar. Somos todos distintos y el color no nos hace más buenos o malos que otros”.
