Formado en el Club Callaquén, este estudiante de Derecho ha sabido destacar en el torneo universitario con la camiseta de la Udla. Con su equipo ya supo lo que es subirse al podio del certamen y sólo el estallido social evitó que el año pasado alcanzaran el título. Hoy junta fuerzas para un 2021, donde va por todo.
En las ásperas canchas de Los Ángeles dio sus primeros pasos con la ovalada en las manos, cuando aún no cumplía los ocho años. Ahí también fundió su carácter que lo personifica cada vez que se pone la camiseta de la Udla o de su club Callaquén.
Joaquín Castellón (21) es talento, pero también esfuerzo y determinación, singularidades que le han permitido destacar, tanto en su carrera de Derecho como también en el deporte, encaramándose como uno de los jugadores más regulares en el campeonato Adesup.
Dice que desde pequeño le gusta todo del rugby: la emoción de los partidos, la adrenalina, así como lo valores de respeto y disciplina. Todo conforma un combo que lo satisface por entero.
Ya sea como fullback en el torneo Aruco o de ‘nueve’ en el torneo universitario (donde se juega rugby 10), el angelino enfrenta cada duelo con una pasión dominante. Por eso, no extrañó a nadie cuando, con sólo 17 años, debutó en Primera con Callaquén, su equipo de toda la vida. Con él cumplió el sueño de coronarse campeón invicto de torneo Aruco el año pasado, superando a la Ufro en semis y a Troncos en la definición por el título.
Un transitar para el que asegura ha resultado clave el sostén familiar. “Mi familia me ha apoyado desde que soy chico y tengo memoria, por eso mismo, nunca dejé el deporte, porque contaba con toda la ayuda que podía requerir: viajes, comida y hasta me soportan cuando llego destruido tras un partido”, resalta.
A la Udla llegó con la meta fija en ganarse una beca a través del rugby. Lo logró en 2018 y de ahí no ha parado de retribuir con buen rendimiento, conquistando con su universidad el tercer lugar de Adesup en 2018, bajo el mando técnico de Juan Pablo Cofré.
Con ese antecedente, el año pasado iba por el título y sólo el estallido social obstaculizó lo que pudo haber sido la primera corona con la Udla. “Estamos creciendo como equipo, tanto dentro como fuera de la cancha, el 2019 estábamos para ser campeones y peleando la punta con UBB, el campeón vigente. Habíamos perdido sólo el primer partido y si vencíamos a los campeones, les quitábamos el título. Pero, lamentablemente, vino el movimiento social y quedamos en el camino”, cuenta Joaquín.
Sobre el torneo universitario, el angelino no se guarda elogios. “Los partidos de Adesup son muy entretenidos, de excelente nivel. Además que nos encontramos con compañeros de club que estudian en otras universidades. Disfrutamos jugar el torneo, aunque lo que más deseamos es poder ganar el campeonato”, apunta.
Para ello, se ha estado entrenando, incluso, en cuarentena, usando su hogar como gimnasio. Eso le permitió volver en gran forma cuando recientemente abrieron una cancha sintética en Los Ángeles, en el marco del Plan Paso Paso, que espera sea el inicio del esperado regreso.
“Lo único que queremos es volver a competir porque estamos acostumbrados a llevar el deporte día a día, es algo muy grato. En mi caso estudio con beca, por tanto, debo compatibilizar mis estudios y el rugby para rendir en ambos frentes. Pero puedo con todo, se trata de ser ordenado, perseverante y sacrificado. Y afortunadamente son los valores que el rugby entrega”, cierra.