Las nuevas metas de Paulina Vega se moldean en Europa

18 de Agosto 2020 | Publicado por: Samuel Esparza
Fotografía: Carolina Echagüe

Apenas se empina por los 30 años, pero Paulina Vega ya es toda una consagrada en el tenis de mesa. Desde los seis años que practica su gran pasión y desde los 15 que es parte de diferentes procesos de la selección chilena adulta. De hecho, sólo una vez debió mirar el acontecer de la “Roja” desde su casa, en los Panamericanos de 2003.

Pese a ello, la sampedrina reconoce que todos los días se despierta como una “niña”, motivada, feliz y llena de energías sabiendo que tiene muchos desafíos por delante.

Se trata casi de una reinvención diaria, porque pese a que reconoce su lugar de elite en el deporte nacional, dice que no está conforme y que quiere mucho más.

Ese es el motivo también del por qué lleva años radicada en Europa, lejos de su familia y en un sacrificio constante. Porque ella no se pierde y tiene entre manos los objetivos perfectos para coronar una carrera brillante.

Tiempo de crisis, tiempo de oportunidades

El coraje es una característica permanente en Paulina, basta verla frente a la mesa independiente del rival que tenga enfrente. Y también en su carrera. Por eso, cuando en marzo, el peak de la pandemia la sorprendió en España (donde jugaba la liga local), no se amilanó. Y en lo que ella considera un golpe de suerte, firmó con el club Sportunion Kufstein, de la primera división de la liga austriaca.

Con experiencias en la Súper División de España en Ibiza y Alicante, además de la doble liga en Suecia, la sampedrina tomó el desafío y alargó su periodo en el Viejo Continente. Todo para estar en la mejor forma con miras cumplir los sueños que aún siguen pendientes.

“En Chile tenemos la suerte de tener una federación que se porta un 10 con la selección, los entrenadores están pendientes de lo que hago y sé que tengo su apoyo y el del Plan Olímpico. Pero si quiero proyectarme, debo estar en Europa porque la diferencia con nuestro país y Latinoamérica es que aquí hay ligas muy fuertes”, asevera Pauli.

Y añade, “para acercarnos al profesionalismo debemos acercarnos a este tipo de ligas, enfrentar a jugadoras que están top 100, tener este roce cada fin de semana para ir preparándonos para competencias continentales que son las importantes, como el Latinoamericano y los Panamericanos que son mi espinita. Hoy de hecho, estoy trabajando para lograr una medalla en Santiago 2023”.

Junto al campeonato austriaco, Paulina juega también los Protour con el fin mantener su ranking mundial. Y porque está segura que nada es imposible en el deporte, se traza más metas, no importa lo difícil que se vean.
Los Panamericanos son mi meta a largo plazo, pero por supuesto que Tokio está dentro de los objetivos más a corto plazo. Tenemos pendiente la clasificación olímpica, está en espera y es por eso que estoy acá”, resalta.

Aportar su experiencia

Pese a que aún le resta bastante de carrera activa, Paulina Vega ya piensa en su futuro que, según dice, no contempla alejada del deporte.

“Me gustaría poder aportar de alguna forma (entrenadora) o, incluso, desde mi profesión como kinesióloga de la selección. Me proyecto en el deporte 100 por ciento y en el tenis de mesa. Por eso, me gustaría seguir formándome acá en Europa para hacer algo bueno cuando retorne a mi país, no algo pequeño sino que producir un cambio. Si se hace algo hay que hacerlo bien”, sentencia.