La ahora ex alumna del Liceo La Asunción dedicó prácticamente toda su etapa escolar a practicar gimnasia rítmica, una disciplina que hoy su universidad no tiene. Esperanza Llanos desde pequeña quiso brillar en un deporte que la enamoró y que hoy recuerda con gran cariño. “Es como un gran tesoro para mí”, asegura.
Fueron tantos los grandes momentos que la joven Esperanza Llanos vivió en la gimnasia rítmica del Liceo La Asunción, que ella misma califica su etapa en Adicpa como “un tesoro”.
Desde Segundo Básico comenzó a dar los primeros pasos en una disciplina que, para gran parte de las mujeres, es la favorita, por sobre vóleibol, básquetbol y el resto. “Es que el trabajo que se hace con todo el cuerpo es súper completo. Hay música, expresión corporal, uso de implementos y todo al final es un equilibrio que forma algo súper bonito”, comenta hoy, ya lejos de Adicpa.
Esperanza, con 18 años, fue una de las más destacadas de 2019 en la gimnasia rítmica, pero ya salió del colegio y hoy estudia Terapia Ocupacional en la Universidad San Sebastián. “Empecé en esto cuando me cambié al colegio estando en Segundo Básico. Ahí me di cuenta que estaba el taller y me interesó de inmediato. El liceo nos entregó un listado de todo lo que había para entrenar, mi mamá me dijo si me interesaba la gimnasia rítmica y ahí partí. En ese momento eran sólo coreografías simples, pero con el paso del tiempo de a poquito me fui enamorando de esto”, dijo Esperanza.
Y como la gimnasia rítmica es una disciplina donde se utilizan aros, cuerdas, clavas, cintas, entre otros implementos, ¿cuál es para ella el favorito? “Aro y cuerda, pero hay que dominarlas todas. Igual practiqué gimnasia artística en su momento, pero prefiero la rítmica. En la otra no hay implementos, sólo se trabaja con el cuerpo en estructuras altas”, dijo. Y agregó que “desde pequeña disfrutaba mucho viendo videos de danza, la profe nos daba la opción de elegir la música y todo. Cuando era en conjunto, con mis compañeras en plena clase nos poníamos a buscar la mejor música en YouTube”.
Y si fue escogida destacada el año pasado, más allá por haber cerrado una gran etapa escolar, es porque seguramente talento había de sobra. “Desde chica que admiraba a la generación de niñas más grandes y siempre quise ser como ellas. El año pasado creo que fui tercera en individual, pero en el colegio ya no organizaban la misma cantidad de campeonatos, era sólo uno por semestre y antes eran alrededor de cinco. Hubo un cambio en el programa y nos separaron por categorías”.
En su etapa escolar, Esperanza tuvo tres profesoras de gimnasia rítmica: Gloria Cabrera, Lissette Bustos y Romina Pedreros. Esta última, comentó sobre la actual estudiante de la USS que “estuve con ella solamente en enseñanza media y destacó por su habilidad, compromiso y responsabilidad. En este deporte potenció todas sus grandes cualidades y tuvo hartos logros. Desde que la conozco, casi siempre participó con aro y balón, siendo muy solidaria y ayudando a sus compañeras traspasándole conocimientos”.
Sobre su ex dirigida, Romina dijo, además, que “es una referente para las más chiquititas, porque en la enseñanza media las niñas se ven presionadas por sus estudios y el compatibilizar eso con el deporte no es fácil. Ella siempre destacó en el liceo, siendo un ejemplo para las más pequeñas que la veían en las galas que se organizaban en el colegio”.