El fútbol de Paraguay tenía pactado su regreso a la actividad para el viernes pasado, pero todo se debió postergar porque los test previos de coronavirus arrojaron un total de 52 positivos entre tres clubes y el grupo de árbitros.
Sin embargo, la masividad de casos (35 en el club 12 de Octubre, 13 en Guaraní, cuatro en San Lorenzo y tres en los jueces) hizo levantar sospechas por lo que se repitieron los test entre laboratorios privados y el Laboratorio Central del Ministerio de Salud. ¿Los resultados? Todos negativos, a excepción de tres finalmente confirmados en 12 de Octubre.
La situación generó que Marco Trovato, presidente de Olimpia, apuntara contra Gerardo Brunstein, el jefe médico de la Asociación Paraguaya de Fútbol (APF), y asegurara que hubo manipulación de las pruebas.
La respuesta del integrante de la APF, fue clara: “Yo tengo muchísima autocrítica y la verdad que no me siento cuestionado. Lo que más me importa a mí es mi propio cuestionamiento. No veo en qué la comisión médica actuó mal cuando el viernes a la mañana pide la suspensión de la jornada hasta aclarar todo. Había cuatro instituciones y cincuenta y cinco personas involucradas entre positivos e indetectables. La comisión médica, bajo mi presidencia, no va a permitir que se juegue al fútbol con esos interrogantes“.