La velocista estadounidense, Deajah Stevens, finalista olímpica de 200 metros, fue suspendida 18 meses por faltar a sus obligaciones de localización antidopaje, según anunció la Unidad de Integridad del Atletismo (AIU).
La atleta estaba suspendida ya provisionalmente, pero ahora la sanción oficial comienza de forma retroactiva desde el 17 de febrero. Aunque Stevens todavía puede apelar, se perderá en principio los Juegos Olímpicos de Tokio, ahora reprogramados para 2021.
Con 25 años, la estadounidense había terminado séptima de los últimos Juegos Olímpicos de Río en 2016 y quinta del Mundial de Londres en 2017, año en la que se convirtió en campeona de Estados Unidos.
Su compatriota Gabrielle Thomas (23 años), que estaba suspendida provisionalmente por las mismas razones, fue absuelta por la AIU, el órgano que castigó por tres faltas a su localización antidopaje.