Si usted presenció la exhibición que en 1999 brindaron Marcelo Ríos y Nicolás Lapentti en La Tortuga de Talcahuano, y aún no se explica la razón por la cual el “Chino” sufrió una derrota tan categórica, en las próximas líneas encontrará la respuesta.

Fue un partido de lujo, de esos que pocas veces se dan fuera de Santiago, considerando que en ese momento, el 14 de septiembre de 1999, el “Chino” era 8° del mundo y su rival, el ecuatoriano Lapentti, se ubicaba 14° en el ranking ATP. Por pergaminos y localía, todo indicaba que el triunfo sería para Marcelo Ríos, pero aquello no ocurrió. “Hay algo que aprendí desde chico. Los partidos de exhibición, salvo un par de excepciones contadas con los dedos, generalmente se arreglan. No son duelos en serio. Y es así para que gane el jugador local”, indicó el entrenador del Club de Tenis Concepción, Gonzalo González.

Pero, ¿qué pasó entonces aquella noche en La Tortuga? El marcador favoreció a Lapentti por un sólido 6-3, 1-6 y 6-1, un registro que sólo quedó para la estadística. La gente repletó el gimnasio de Talcahuano y disfrutó a concho un partido del que prácticamente en internet no se encuentra nada.

“Se juega para el público, es un show. En uno que otro momento se compite en serio, pero la idea es entretener a quienes van al partido”, agregó González, quien confesó que “había enorme efervescencia en el país por “Chino” Ríos y el gimnasio era un mar humano. Estaba lleno. Por lo mismo, iba a ser muy difícil sacar a Marcelo Ríos del recinto. Así que fue un set para cada uno, se repartieron así, y el tercero fue para Lapentti. De esa forma, al primero que le hicieron el homenaje fue al “Chino”. Ahí habló, dijo que no le gustaba perder, dio las gracias al público y se fue. Mientras Lapentti hablaba, recibía premios y se tomaba fotos, a Ríos lo subieron a una camioneta y rápidamente lo sacaron. Era la única manera para que se fuera del gimnasio, la gente era muchísima”.

Toque local

Tal como ocurre en conciertos con artistas de gran nivel, la previa del partido entre Ríos y Lapentti tuvo sus propios teloneros. “Hubo dos chicos que jugaron, de 11 y 10 años, ambos alumnos míos. Eran Fernando Jiménez y Cristóbal Rodríguez. Los chicos jugaron ante una cantidad de público gigante y estaban un poco asustados, así que se me permitió ingresar con Alexis Ponce, el mismo sicólogo que más tarde trabajó en el hockey con las “Marcianitas”.

Tiempo más tarde, en 2015, el “Chino” volvió a pisar La Tortuga, aunque como miembro del cuerpo técnico del equipo de Copa Davis, donde Chile recibió a México y ganó por un rotundo 5-0, con Nicolás Jarry y Hans Podlipnik como campeones panamericanos.