En entrevista con TD Radio, la canoísta habló de sus inicios, lo que ha conseguido en su carrera y sus próximas metas. Además, de cómo transformó un hecho negativo en una oportunidad.
En 2012, Katherinne Wollermann vivió un acontecimiento que cambió para siempre su vida:una negligencia médica la dejó en silla ruedas. Ylejos de caerse anímicamente, salió adelante y llegó al canotaje, donde se ha transformado en una de las deportistas más importantes no sólo de la Región, sino del país. Ayer, en conversación con TodoDeporte Radio, hizo un repaso por su carrera y también se refirió a cómo transformó este negativo hecho en una oportunidad.
“Mi historia partió en 2012, cuando quedé en silla de ruedas por una negligencia médica.Al entrar a la Teletón, me ofrecieron hacer varios deportes, como atletismo, natación, y al final velerismo y canotaje. En el velerismo se necesitaba un timonel, de otra persona, y en el canotaje es difícil estar en el bote, era un desafío. Entrené 3 meses, y en 2012 había un sudamericano enViña del Mar.Me dijeron que fuera, pero estaba recién partiendo.Mi entrenador de ese momento, Germán Maldonado, me dijo:‘preocúpate de terminar la carrera, remar y pasarlo bien”, contó.
Al respecto, agregó que “cuando dieron la salida, partí disparada y llegué al final y me dijeron que había ganado. Ese fue el principio de mi carrera, con un resultado muy inesperado para mí.A los seis meses fui a un mundial, en Alemania, donde fui sexta. Ahí las ansias de lograr mejores cosas siempre han ido creciendo”.
Por ello, afirmó que “el deporte me abrió una visión más panorámica en cuanto a discapacidad, equidad y temas de género. Hay que sortear muchas cosas, es difícil, pero lo que me ha llevado hasta acá es el optimismo. Creo que siempre las cosas ocurren por algo”.
El lunes pasado, la ministra del Deporte,Cecilia Pérez, anunció que varios deportistas nacionales serán autorizados para volver a entrenar. Entre ellos Katherinne, pues apunta a los Juegos Paralímpicos de Tokio 2021. “No quiero cantar victoria hasta volver al agua. Es lo que todos esperábamos, pues ha pasado mucho tiempo. Si bien uno sigue enfocado, regresar un poco a la normalidad ayudará mucho al bienestar físico y mental igual”.
Por otra parte, la deportista también se refirió a la inclusión y la equidad de género. “América, arquitectónicamente, está por debajo del promedio en temas como escaleras en vez de rampas, tener baños accesibles. En SanPedro, nos adaptaron un lugar, una bodega, y la idea es que uno pueda cubrir de buena forma sus necesidades básicas. En lo segundo, ha sido difícil no por demostrar algo al resto, sino por meterse a una disciplina con alta presencia masculina, con concepto arraigados desde siempre que a esta altura son muy arcaicos. Con mi trabajo trato de dar a conocer el tema e ir avanzando en la equidad”.
Del momento actual del deporte paralímpico, aseguró que “se ha ido creciendo, pero falta mucho. Para llegar a la equidad, deberíamos tener mediciones similares a los convencionales, en términos de rendimiento, remuneraciones. Se ha avanzado, pero igual queda camino por recorrer”.
La canoísta también se refirió a sus metas y sueños, y señaló que “antes, quería estar en unos Juegos Paralímpicos, y lo cumplí en Río 2016. Y para Tokio 2021, quiero estar en el podio. No diré un lugar ni nada, pero me gustaría ganar una medalla”.
Katherinne también se refirió a la situación del paracanotaje en Santiago 2023, competencia en la que aún no está confirmada. “Esa información fue un duro golpe, empecé a comunicarme con autoridades y los organismos pertinentes, y ahora hay que esperar la respuesta del Comité Paralímpico Internacional. Para potenciar una disciplina esto se necesita no sólo por la participación, sino por la infraestructura que queda para el futuro. Todos quienes trabajan en la organización de los Panamericanos están con la disposición que se incluya. Hay que esperar”.