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Explican razón por la cual Don Ramón le “iba al Necaxa”

El volante Alex Aguinaga, ídolo del Necaxa, detalló la razón por la cual Ramón Valdés usaba tal frase cada vez que se metía en problemas.

Por: Carlos Campos 29 de Junio 2020
Fotografía: RedGol

La mayoría de los chilenos, si es que no todos, han visto alguna vez “El Chavo del Ocho“. Aquella serie mexicana con históricos personajes, solía en ocasiones tocar temas relacionados con el fútbol, sobre todo cuando Quico aparecía con su pelota, cuando el mismo Chavo soñaba con marcar goles y ser Enrique Borja, ídolo del América, o cuando el “Señor Barriga” expresaba su amor por el Monterrey.

Así, en más de algún capítulo se escuchó a “Don Ramón” decir “yo le voy al Necaxa“, aunque nunca profundizó en ser hincha de aquel equipo ni mucho menos. Por lo mismo, el ecuatoriano Alex Aguinaga, ex jugador y referente de aquel equipo, en conversación con RedGol aclaró que “lo hacía para demostrar su hombría y que sólo le gustaban los de su equipo, que no lo cambiaran de ese grupo. Así, esa frase se hizo ícono en muchos lugares del mundo”.

Popularmente, aquella frase era utilizada por Ramón Valdés cuando se encontraba en aprietos y quería salir del paso. De hecho, tiene un contexto. En 1982, el club cambió de nombre, pasando de llamarse Toros del Atlético Español a Necaxa. Así, “quienes mantenían el apoyo al Necaxa y lo manifestaban abiertamente, demostraban su hombría, pese a ser traicionados por los dueños del equipo”, consignó también el sitio vecindadch.com.

Aguinaga sentenció que “tuve la suerte de conocer a “Don Ramón” y no sé si en realidad era hincha del Necaxa, aunque tenía el banderín atrás en su casa. Quien si le iba a ese equipo era Florinda Meza (“Doña Florinda), siendo muy aficionada, pese a que Roberto Gómez, Chespirito, le iba al América”.

Necaxa ha sido uno de los clubes símbolos durante los últimos años para jugadores chilenos que buscan probar suerte en el fútbol mexicano. Eso sí, hasta hace unos años, la mayor popularidad del club en el país se debía a la famosa frase de “Don Ramón“.

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