Hablar de Fernández Vial 1991 es referirse a la mejor campaña del club en Primera: quintos, con un equipo aguerrido, pero también buen fútbol. Un once al que costaba ganarle, amigo del 1-0 y que clasificó a la preliguilla de Copa Libertadores superando en la tabla a Cobreloa del “Fantasma” Figueroa y pisando los talones al O’Higgins de Alfaro y De Luca. Un equipo para recordar.
Sólo marcaron 28 tantos (el que menos festejó fue el Antofagasta de Percic) y cada gol valía oro. Álvaro Vergara fue máximo anotador del cuadro de Eduardo Cortázar, con 8 dianas, y desde Santiago comentó que “yo había sido campeón de la B con Coquimbo, quería jugar en Primera y me decían que cómo me iba al Vial, que podía hasta bajar. Al primer entrenamiento quedé impresionado, acá todo era físico, meter, luchar y también pegar patadas… Darlo todo. Ahí dije ‘yo aperro’ y le tomé el gusto”.
¿Cómo jugaba ese equipo? El delantero formado en la “U” señaló que “en la semana sufríamos y en la cancha volábamos. Farrán y Cortázar trabajaban muchísimo. Hacíamos un gol y se defendía a muerte y así le ganamos a Católica (2-1), nos trajimos un 1-0 de Calama y derrotamos a Coquimbo, que era el puntero. En Collao era difícil sacarnos puntos. Nadie nos ganó por muchos goles. Éramos todos metedores y también llegó Pajón, que era extraordinario”.
Vergara recuerda que “fuimos la gran sorpresa porque había tremendos equipos y no solo los grandes: Antofagasta, Cobreloa y hasta Concepción, que armó el equipo de la libertadores y era un gran plantel. Esos partidos eran tremendos. Éramos el equipo pobre peleando con los grandes. Al hincha del Vial le faltan alegrías como esas, por eso nos recuerdan tanto. Y uno también, es un equipo que me marcó, un club muy del pueblo”.
David Gómez era uno de los bravos de esa zaga, con Pedro Jaque y Mario Pérez. El líbero de ese once repasa que “Farrán nos sacaba la cresta y media en la semana, eso era clave. Por eso nadie corría más que nosotros. Nos parábamos bien, éramos ordenados, recuerdo a Ceballos de lateral, Amatti, Riquelme y Cisternas al medio, ponían todo. Ese equipo agarró vuelo de a poco y nos fuimos entusiasmando”.
En las últimas cuatro fechas ganaron tres partidos y empataron uno. Así se metieron en la pelea por la liguilla. La jornada treinta fue contra el vecino lila. “Ganamos 2-1 (goles de Pajón y Soto) y después nos tocó con ellos en la preliguilla. Nos ganaron por lo mínimo, pero fue duro y recuerdo esos clásicos con Collao llenos de gente. En la calle todos te paraban, te gritaban Ya Vial. Bueno, me pasa hasta hoy, donde vivo. En Laja. Ese equipo quedó en la historia”, afirmó.
El otro año se desarmó y vino el descenso. Gómez explica que “esa campaña lanzó las carreras de todos. Jaque y Ceballos hicieron grandes carreras, por ejemplo. Siempre recuerdo cuando hice dos goles en un clásico, es de lo lindo que te puede pasar. Y da pena que Vial no esté donde tiene que estar. Siempre se dice que a la gente del Vial le gustan los equipos que dan el cien y eso es lo que hicimos. Con un buen grupo, nos entendíamos bien, nos conocíamos”.
Amatti aportó 5 tantos ese año, Cisternas y Ceballos 3, Riquelme y Pajón hicieron 2. Chavarría era un muchachito que apenas alternaba, arriba también estaban Vecino y José Luis Soto. No solo los campeones quedan. Ellos fueron quintos, pero también son inmortales.